Monster Camp (zodiaco)

Parte 1

El escenario se apaga, el telón se aparta, los reflectores apunta y la función comienza...

Nuestros 12 personajes se encontraban en la parada a unos cuantos minutos de subir a los autobuses que los llevarían al campamentos.

Greg, Alec y Levi tres mejores amigos de la niñez esperaban juntos. Sus padres habían acordado mandarlos a los tres al campamento por obvias razón intentaron arruinar sus planes pero sus padres fueron más listos y no lograron su cometido.

Seamos honestos ¿cómo podrías llegar a engañar al coco, momias y hadas? Una tarea muy difícil la verdad y mas si se trata de los padres.

—esto es una pérdida de tiempo—Greg soltó un suspiro de frustración

—ya lo se—Alec lo acompaño con esa frustración

—¡atención!—hablo una de las coordinadoras por un megáfono, era una vampiro-comenzaremos a ir subiendo a los autobuses, por favor formen filas conforme a su edad—pidió

Los chicos tomaron sus cosas y se formaron en las filas que les tocaban.

Poco a poco todos iban subiendo y tomando sus asientos, Greg y Alec se sentaron juntos, mientras que Levi se sentó con otro chico.

—hola, soy Charlie y ¿tú?—se presento amable una vez que se sentó a su lado

—Levi—contestó sin interés

Charlie lo miró curioso—¿qué tipo de Monster eres?—

Levi suspiro, este chico no se callaría en todo el viaje por lo visto.

—me puedo meter en los sueños de las personas—

—oww ¿cuidas de los sueños?—sonrió tierno

—no—la sonrisa de Charlie se desvaneció sin comprender—yo ocasiono las pesadillas, esos sueños que te hacen sudar, poner tu corazón a latir fuerte hasta despertarte por el miedo y terror que te ocasiona, esa... esa es la mejor parte—parecía disfrutarlo mientras lo recordaba

Charlie trago grueso recordando sus múltiples pesadillas, ahora conocía al culpable de ellas.

—ahora dime, ¿qué monster eres tú? para ser tan asustadizo—su cambio de humor pasó a ser uno normal, como si no hubiera dicho aquello

—soy un vampiro—contestó incomodo por su repentino cambio y alejándose un poco de el

—vaya—exclamo asombrado—eres el primer vampiro que conozco qué no es intimidante y es...adorable—

—supongo que rompí con ese estereotipo—se encogió de hombros

—si que lo hiciste...—asintió de acuerdo con el, pareciéndole ahora interesante ese chico

Tres largas horas habían pasado del viaje, algunos ya estaban cansados, como era el caso de Astrid y Venus que al igual que otros, se habían conocido en el autobús.

—mis pompis me duelen—murmuro Astrid adolorida

Venus la miró divertida—aguanta un poco, ya casi llegamos—la animo

—¿cómo estás tan segura?—hizo cara de sufrimiento, literal su parte trasera ya no la sentía

Su amiga apuntó por la ventana, la entrada al campamento se comenzaba a ver, al igual que algunas cabañas y un lago de color negro, el lugar estaba totalmente nublado y mucha neblina a su alrededor que ocasionaba que apenas y pudieras ver qué había.

—ohhh—exclamó viendo como el autobús pasaba por la entrada atravesando también una barrera

—la barrera sirve para que los humanos no vean el lugar y no puedan pasar, solo los monsters pueden—le comentó Venus con una sonrisa 

El autobús se detuvo cuando ya habían llegado, todos comenzaron a bajar, con cuidado, claro que nunca falta el desobediente ¿verdad?

Una vez abajo los organizaron de nuevo por edades, los más pequeños estaría en una zona más alejada de los grandes, lo que significaba que pocas veces se verían.

—muy bien chicos—hablo una señora frente a todos, se veía estricta por su forma de pararse y hablar—en esta tabla tengo los nombres de todos ustedes—

Esas mismas tablas se las repartió a los coordinadores, cada uno era el jefe de una cabaña diferente.

—muy bien ¡chicos vengan conmigo!—uno de ellos grito, llevándose a los chicos con el

—y chicas! Síganme a mi!—ahora una de las coordinadoras fue la que tomó el mando, llevándoselas a la dirección contraria

Mientras caminaban hacia las cabañas podían observar lo que había, en su mayoría todo eran árboles, caminos hacia diferentes direcciones. El campamento era grande y tenía muchas instalaciones para poder hacer diversas actividades todo el verano.

Y tal vez comenzaban a pensar que no había sido tan mala idea el haber venido al campamento, pero eso aún estaba a prueba.