Dos

2.5K 281 88
                                    

— ¿Pero qué- — exclamó Juliana un tanto sorprendida cuando sintió unas manos bloqueando su vista por detrás.

Sin embargo, tan pronto como sus fosas nasales reconocieron el aroma de la persona cubriendo sus ojos, se permitió relajarse.

Juliana se encontraba completamente a solas, o eso ella creía, en uno de los salones de dibujo de su universidad, tratando de terminar el primer trabajo del semestre solicitado por uno de sus profesores.

Era una tarea relativamente fácil, diseñar un modelo de ropa medieval para una serie que tendría lugar en el período vikingo. Aunque no era el fuerte de Juliana, quien gustaba más de diseñar ropa con la cultura local como inspiración, ya antes había hecho modelos con este tipo de tema para otra asignatura en la que le había ido muy bien, por lo que no le preocupaba el resultado final, a pesar de que su cabeza no estaba allí en ese momento.

Su cabeza viajaba constantemente hacia el hecho de que en menos de cuatro horas comenzaría la pasantía más importante de su vida en una de las mejores revistas de moda del país.

Todavía no podía creer la oportunidad que se le estaba dando. Desde que descubrió que había aprobado la entrevista una semana antes, le era imposible no pensar en otra cosa que no fuera el hecho de que finalmente su sueño de ser una estilista famosa, se estaba haciendo realidad.

O al menos que estaba caminando sus primeros pasos hacia esa meta.

—¿Quién soy?— Habló la mujer con la boca cerca de la oreja de Juliana, haciéndola temblar un poco.

— Uhmmm— comenzó a decir la morena, presionando su cuerpo más cerca de la chica detrás de ella.

—¿Qué?, ¿Necesitas ayuda para adivinarlo?— Retó la voz pegando aún más sus cuerpos.

—Tal vez una pista o dos — replicó Juliana uniéndose a la broma.

—Está bien. Entonces... la primera— , la chica acercó sus labios al rostro de Juliana, provocándole tremores cuando sintió el aliento caliente tan cerca de su piel. — Mis ojos son de tu color favorito.

—¿Ah sí?— la pelinegra repitió lo que había escuchado.— Hmm—, fingió pensar por dos segundos. —Hay tantas personas con ese color de ojos ... ¡Auch! — Se quejó cuando sintió una palmada en el brazo, seguida de la risa de la mujer detrás de ella. —¡Eso dolió!

— Okay. Déjame darte otra pista, una más específica— Juliana sintió que la mujer movía una de sus manos para cubrir con ella sus dos ojos, mientras la recién liberada seguía descendiendo libremente sobre su estómago. La morena sabía muy bien a qué se refería la mujer detrás de ella al tomar ese camino en su vientre. — Ayer, cuando esta mano seguía este mismo camino, me dijiste que..

—¡Oh, Dios mío!, Sí saben que están en la universidad, ¿verdad?, ¡Consíganse una habitación! — Una voz fuerte interrumpió el peligroso juego que comenzaban las dos mujeres, haciéndolas detenerse de inmediato. Ambas giraron y vieron a Paola ya dentro de la habitación con la puerta cerrada a su espalda. —¿Ustedes no tienen vergüenza de nada? La puerta estaba abierta, gente — dijo la chica con una sonrisa sarcástica en su rostro, ocupando un lugar junto a Juliana, quien todavía estaba de pie con el corazón palpitante.

—Ya se acabaron las clases y no había nadie en los pasillos, así que ...— justificó Verónica sentada en una mesa junto a ella.

—Ahm, claramente el corredor no estaba vacío, yo estaba en él. Y ni siquiera quiero imaginar lo que habría visto si hubiera entrado segundos después— Paola hizo una mueca de asco, imaginando la escena en su cabeza.

Slipping Through FateWhere stories live. Discover now