𝐂𝐀𝐏 𝟑𝟓

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A través de la lluvia, pudo reconocer el rostro de JaeHyun.

Su expresión preocupada, sus ojos pendientes y grandes, sus labios fruncidos. Y DoYoung quiso golpearlo, porque de todas las miradas que el castaño le había dedicado, ninguna se parecía en lo más mínimo a la mirada que le daba a TaeYong.

—DoYoung —logró entender entre el zumbido y la lluvia. Su voz era dura en sus oídos—. DoYoung, ¿qué pasó? ¿Te sientes mal?

Me siento mal...

—Sí —musitó, en un tono ausente. Las manos ásperas y humedecidas de Jung acunaron su cara. La que estaba empapada en lluvia y lágrimas, que se perdían con la otra sobre su piel. JaeHyun acarició sus mejillas con los pulgares, un toque familiar y que ya casi no podía sentir.

—¿Quieres vomitar? ¿Necesitas aire?

Alejó las manos de JaeHyun de su rostro delicadamente y sacudió la cabeza.— No.

—¿Quieres agua? ¿Quieres dormir?

Dormir... Se sentía tan cansado.— Quiero irme a casa.

—Te llevaré a casa. Iremos a dejar a TaeYong primero y luego-

—No —volvió a visitar. La expresión de JaeHyun era graciosa; se veía tan confundido—. Me iré a casa solo.

—DoYoung, está lloviendo y vas a enfermarte, no sé qué mosco te picó, pero te llevaré a casa.

—No quiero.

—DoYoung —espetó acercando sus dedos a su muñeca, dispuesto a alcanzarlo para hacerle regresar al vehículo. Las yemas de sus dedos apenas acariciaron los vellos.

El roce en su piel hizo a DoYoung estallar.

—¡No me toques! —gritó apartándose de él. JaeHyun parpadeó con desconcierto, mientras DoYoung empezaba a derramar nuevamente las incontenibles lágrimas—. ¡No vuelvas a tocarme!

—Do-

—¡No quiero volver a verte! —sollozó, con su garganta siendo desgarrada por los gritos. Su cuerpo temblaba, sus pies daban un paso hacia atrás.— Ya no quiero verte de nuevo.

Los ojos ampliados de JaeHyun le siguieron, a la vez que empezaba a caminar en su dirección. DoYoung negó con la cabeza.

—No te me acerques.

—DoYoung, ¿qué sucede? —habló Jung moviéndose con cautela. DoYoung quiso reír, reír para no continuar llorando por él. Porque en aquel momento una risa seca y vacía se habría sentido mucho mejor que el escozor intolerable en sus ojos y el nudo apretado en su garganta.

—Quiero irme a casa —murmuró. Su voz que quebrándose en cada palabra—. Quiero irme a casa, JaeHyun. Déjame ir a casa.

—DoYoung-

—Por favor, déjame ir a casa.

No me hagas decirlo. No me obligues a decirlo.

—DoYoung, por favor, dime qué sucede. Podemos hablar en el auto —balbuceó desesperado. Ansioso por alcanzarlo antes de dejarlo ir—. DoYoung, dime qué pasa. Puedo ayudar.

No, no puedes. No puedes hacer nada para solucionar esto.

Y yo tampoco.

Porque sólo soy un testigo de lo que TaeYong te hace sentir y no tengo el poder para detenerlo.

No tengo siquiera el poder para que te enamores de mí.

'RENT A BOYFRIEND' ─JAEDO Where stories live. Discover now