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Athanasia, la princesa abandonada por su propio padre.

Es el título que me gané por el simple hecho de nacer.

Hace un momento creí estar muerta, pero aquella voz me dijo que recibiría otra oportunidad.

Lágrimas bajaban por mis mejillas de solo recordarlo. ¿Era un sueño? No, no podía ser solo un sueño.

Con dificultad me levanté, mi cuerpo se sentía pesado y débil. Caminé hacia el espejo para verme, era claro que había regresado, ¿Pero a que momento regresé?

Al estar en frente del espejo me di cuenta, en ese momento debía tener 14 años, aún faltaba un poco de tiempo para el debut.

La puerta se abrió de golpe, vi como Lilly y las hermanas Hanna y Seth entraban desesperadas, su mirada era de preocupación al verme ahí parada.

- ¡Princesa! -Lilly se acercó apresurada- ¡Oh, mi princesa! ¿Que hace fuera de la cama? -

- ¿Lilly? -fue todo lo que pude decir en ese momento de shock -

Mis ojos ya se encontraban rojos por llorar cuando desperté, sin decir mas me eché a sus brazos a llorar nuevamente.

Era mi Lilly, la persona que me crió como a su propia hija. La persona que murió por defenderme.

Oh mi querida Lilly, no pude protegerte.

- Lo siento, Lo siento Lilly -aún me aferraba a sus brazos, ese cálido abrazo que siempre me tranquilizó desde que era niña.

- ¡¿Princesa?! -alzó la voz preocupada- ¡¿se siente mal?!

- No... Estoy mejor que nunca -hablé levantando la cabeza y dándole una sonrisa.

Una sonrisa verdadera, una sonrisa de felicidad, una que pocas veces adornaba mi rostro.

- Mi princesa, debe volver a la cama, aún le falta recuperarse -

Me ayudó a levantarme y me llevó a mi cama.

- ¿Que? ¿Por que? -estaba confundida-

- Princesa...¿No lo recuerda? -Habló Hanna con un tono de preocupación-

¿Recordar que?

- No... -

- Usted se desmayó en el jardín hace unos días. El médico no encontró nada anormal en su cuerpo y, el joven mago dijo que tampoco tenia que ver con su maná. Todos estuvimos muy preocupados -esta vez fue Seth quien habló-

- ¿Lucas? -

Es cierto, el aún no se va.

Lucas se fue cuando yo tenía dieciséis, dijo que iría a restablecer su maná en busca del árbol del mundo. Todo era demasiado para asimilar en ese momento. Así que les pedí que me dejaran descansar.

Si lo que pasó no fue un sueño, realmente regresé 4 años antes de morir. Aún faltan unos meses para que llegue Jenneth y Lucas aún no se va.

Lucas...

¡Ese bastardo!

Me dijo que se apresuraría en volver y no supe nada de el en esos dos años, idiota, ni siquiera pude despedirme...

¡Ahg! ¿En que estoy pensando?

Cuando lo vea le daré un buen golpe.

Lucas estuvo conmigo desde los siete años luego de salvarme la vida por que "mi maná le parece interesante". Pero siempre se la pasa molestando, aun así, es mi único y mejor amigo. Luego de unos años entró a la torre negra por que estaba aburrido, y ahora se queja por que tiene demasiado trabajo. Creo que su nuevo pasatiempo es atormentar a los pobres magos.

Recuerdo que siempre tiene escondido a Blackie para mantenerme alejada de el, y tampoco pude verlo antes de morir.

¡Definitivamente golpearé a ese bastardo!
¿Como se atreve a dejarme así?

Ya casi oscurece así que llamé a Lilly para que me trajera algo de comida, no hablamos adecuadamente hace rato por culpa de mi llanto, así que ahora es buen momento.

- Lilly ¿Que sucedió exactamente? -pregunté -

Lilly me miró preocupada antes de responder.

- Hace unos diez días la encontramos desmayada en el jardín, como dijo Seth nadie sabía el por que, y no parecía haber nada malo con su cuerpo o con su maná -

- ¿Lucas tampoco pudo descubrirlo? -

- Así es, el joven mago no volvió luego de no poder averiguar que fue lo que pasó, ¿debería avisarle que ya despertó? -

- Esta bien, no es necesario -le di una sonrisa-

Claro que no vino, no mientras ustedes estaban aquí, es demasiado orgulloso y cascarrabias para que Hanna lo molestara por preocuparse por mi.

Diez días...

Eso explica por que me siento tan débil y mi cuerpo me pesa. Debería caminar un poco y tomar algo de aire.

No me dejarían salir ahora que es de noche, pero podía dar vueltas en mi habitación e ir al balcón.
Pase un rato tratando de pararme sin caer, mis piernas aún no soportaban mi peso.

Cuando salí al balcón ya estaba agotada, apoye mi peso sobre el barandal mientras miraba las estrellas.

En este tiempo tal vez no vi a Lucas durante los días que estuve inconciente, pero mentalmente para mi han pasado dos años, dos años sin ver su estúpidamente atractivo rostro. Sin poder discutir con el, sin tener un amigo.

Ah...

Es por esto que nadie quería estar cerca de mí, por ser tan sombría. Con Lilly, las hermanas, los magos, incluso con Lucas puedo ser yo misma, no la princesa abandonada y sombría. Pero desde que el se fue todo empeoró, era constantemente humillada, la tía de Jenneth se encargaba de eso y, inconcienteme ella también. Se la pasaba viniendo a mi palacio cada vez que no estaba con Claude o en una fiesta de té. Siempre exigía verme con la excusa de estar juntas.

Nunca mas caeré en esa trampa de humillación. No necesito volver a mendigar amor, no aceptaré sus migajas de compasión. Esta es otra oportunidad para cambiar mi destino, incluso si debo escapar con Lilly y las hermanas, haré todo lo que sea necesario.

En ese momento los recuerdos invadieron mi mente, las humillaciones, el momento en el que fui falsamente acusada, los abucheos de las personas, esa fría mirada y la palabras que salieron de su boca ella.

- Una perra como tú jamás podría ser mi hija, incluso si llevas mi sangre -

¿Por que aún deben dolerme sus palabras?

Inconcienteme comencé a llorar, ¿Podría cambiar las cosas esta vez?

- Idiota -susurré para mi misma-

- Te refieres a ti ¿cierto?- escuché una voz a mi espalda-

No importa cuanto tiempo pasara, siempre tuve su voz en mi memoria, nunca la olvidaría, nunca lo olvidaría a el.

En los peores momentos quise que estuviera a mi lado. Mis ojos se inundaron de lágrimas cuando volteé y lo vi.

Otra Oportunidad Where stories live. Discover now