—Puedes hablarme, no muerdo—. Bromeó Cheryl de su comportamiento, aunque era normal, que la chica se comportara así frente a ella, ella había sido una perra con ella. Toni jugó con las mangas de su suéter antes de murmurar en voz un "si".

Ambas chicas caminaron hacia las gradas, Cheryl vigiló un poco que nadie las siguiera y las vigilara. Cuando llegaron al campo, ambas adolescentes se sentaron en una de las gradas vacías del lugar. Toni tomando distancia de Cheryl, algo que a la pelirroja la hizo sentir mal. ¿Tanto miedo le tenía? ¿Había sido tanto lo que le había echo, para que la chica reaccionara así? Seguramente si. Cheryl suspiro antes de hablar.

—Quería agradecerte, por lo de hace rato, Toni. Enserio fue de mucha ayuda—. Trato de hacer que su voz sonara lo más sincera posible, ella quería que la chica bajita le creyera. Cheryl cortó un poco la distancia sentándose un poco más cerca.

—Está bien, lo siento—. Dijo la chica de suéter, ganándose una mirada confusa de Cheryl. No entendía, ¿por que se disculpaba?.

Toni supo que hizo mal al hablar de más. ¿Enserio que mierdas estaba pensando? No tenía los pies sobre la tierra últimamente. Cheryl la miró con confusión, tratando de pensar las palabras correctas que decir.

—Eres una rara, Topaz.— Dijo la chica pelirroja, juntando sus palmas, pensativa. Antes de que Toni pudiera decir o hacer algo, Cheryl volvió a hablar. —No deberías, disculparte con alguien que te trato tan mal como yo. Mi comportamiento no fue el adecuado, disculpa mis malos modales y mal actuar en esas situaciones. Yo soy la que debería estar disculpándose, fui una mierda, más bien soy una mierda—. Finalizó Cheryl, manteniendo su postura firme, su voz se suavizó, dándole un intento de sonrisa a la chica de mechas rosadas.

Toni nunca la había escuchado hablar así, sonaba muy formal, le daba un tanto de gracia, pero también la hacía sentir bien, el tono de la chica parecía genuinamente culpable, sintiéndose mal por lo que había echo, Toni no sabía que hacer nunca pensó que esto fuera a pasar.

—Está bien, Cheryl. Tienes tus razones—. Hablo Toni por primera vez, la más baja sentía algo de vergüenza al hablarle cara a cara, teniendo el mar café que eran los ojos de la chica poniéndole atención, la ponía nerviosa. Era más fácil hablar por mensajes sin duda.

—Eso no es justificación, no lo sé, de todos modos ser porrista ya estaba quedando atrás, soy demasiado fabulosa para esta escuela y aunque Verónica sea mi mejor amiga. Nunca me remplazará, solo hay una Cheryl Blossom y soy yo—. Dijo la chica con egocentrismo sonriendo al echo que era la mejor. Ahí estaba la Cheryl que Toni conocía aunque claro más amigable.

—Podrías no decirle a nadie lo qué pasó, mi reputación está muy frágil, últimamente...—. Exclamó la pelirroja con algo de nervios, nunca había teñido nervios, no frente a alguien que no conocía o era cercano a ella.

Toni asintió con una sonrisa, Cheryl se la devolvió. Después de eso, la pelirroja se levantó de su asiento, ofreciéndole la mano a Toni para ayudarla a levantarse. La más baja no supo cómo reaccionar, sin embargo aceptó la ayuda, tomando la mano de la chica entre las suyas, aunque fuera por un breve momento solo para ayudarla a levantarse. Toni sonrió ante el gesto, fue lindo, sin embargo lo lindo dura poco, la pelirroja la soltó en el momento que Toni se levantó.

—Adiós, Toni...—. Cheryl le sonrió decidida a irse, Toni no pudo responderle, se sorprendió, era una de las pocas veces que Cheryl la llamaba por su nombre y no Topaz. —¿Vas a ir a la feria del pueblo, mañana?—. Pregunto la pelirroja deteniéndose, en su camino. Volteando su mirada a la chica de lentes, Cheryl esperaba su respuesta, no sabía por qué, pero quería saber si la más baja estaría allí.

Secret | ChoniWhere stories live. Discover now