30. Justo a tiempo

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Llegó al viejo sitio descuidado dónde había estado ya una vez. Sintió un poco de repulsión estar ahí. Recordó la vez que Doaming Si le tiró la comida encima y se sintió mal de nuevo.

Pero estaba vez no había comida que pudiera arrojarle. Eso la hacía sentir mejor.

Entró y buscó a A-Si con la mirada.

No estaba.

Quiso esperarlo, pero un presentimiento extraño se apoderó de ella y decidió dar media vuelta y marcharse.

–Señorita... ¿Qué la trae por aquí? –el corazón de Xiaoxi se aceleró muchísimo al escuchar esas voces desconocidas –¿Ya tan rápido se va? Pero si acaba de llegar.

Dos muchachos no tan mayores que ella bloquearon la salida, mirando con morbo a la menor.

–¿Qué quieren ustedes? –preguntó defensiva.

–Nada en especial, pero tal parece que necesita ayuda, podemos apoyarla.

–No necesito nada, quítense –trató de pasar entre ellos sin éxito. El más alto la empujó haciéndola caer –¡Ayuda! ¡AYUDA! –gritó desesperada. El otro muchacho se arrojó contra ella y le propinó una bofetada muy fuerte.

–¡CÁLLATE! –el labio de Xiaoxi comenzó a sangrar. Incluso distinguió algunas gotas color carmesí sobre su ropa –Nadie te va a escuchar niña tonta.

–¡Aléjate! ¡Suéltame! –pataleaba la menor.
El más alto se rió de sus actos y pronto se preparaba para atacar, sin esperar de pronto un golpe lo lanzaría al otro lado del salón.

El muchacho que trataba de quitarle la chamarra a Xiaoxi se giró asustado al escuchar caer a su amigo. Pronto, sus ojos se abrieron al ver que llegaba justo a tiempo Doaming Si, y que estaba justo detrás de él. Se levantó de golpe intentando derribarlo, pero fue inútil, A-Si lo tomó por el cuello de la playera, propinandole un golpe con sus rodillas al estómago y lanzandolo lejos.

El primer muchacho ya se había recuperado y volvió a contraatacar a Doaming Si, pero éste estaba preparado, lo tomó por los cabellos y le dio un golpe muy fuerte en la cara, haciéndolo sangrar. Nuevamente el brabucón fue lanzado por el aire y cayó encima de su compañero. Esta vez no se atrevieron a atacarlo de nuevo. Cómo pudieron, se levantaron y salieron huyendo de ahí.

A-Si vio a Xiaoxi en el suelo, llorando.

Llegó hasta ella y como primer acto, acarició sus mejillas, eliminando las lágrimas que resbalaban.

–No llores –sususrró.

–¿Por qué...? –sollozó.

La menor no pudo más con aquel sentimiento de miedo y se lanzó a los brazos de A-Si, quién con mucho cariño, la levantó y se la llevó de ahí.

Un rato después, Xiaoxi comenzaba a recuperarse. Ya no sollozaba pero el recuerdo de un bastardo sobre ella intentando quitar su ropa la hacía estremecer.

A-Si cruzó la puerta de la habitación y dejó junto a una mesita de noche una charola con agua y comida.

–¿Estás mejor? –le preguntó a la niña.

–¿Dónde estamos?

–En mi casa. Necesitabas tranquilizarte y supuse que no querías que tú mamá te viera en aquel estado –de la bandeja que había llevado, tomó el vaso de agua y se lo pasó a Xiaoxi junto con una Aspirina –bebe esto.

–Gracias –bebió el agua y se pasó la pastilla también –y gracias por llegar justo a tiempo y... rescatarme.

–No me agradezcas.

Después de eso, entraron en un silencio que ninguno de los dos de atrevió a romper.

Xiaoxi recordó el comportamiento dócil de A-Si. Jamás creyó que alguien tan agresivo, salvaje y grosero fuera a convertirse en alguien atento y cariñoso, cómo lo era en aquel momento.

La menor se movió un poco sobre su propio lugar para tomar otro poco de agua y ante el movimiento, A-Si se apresuró a averiguar qué era lo que necesitaba.

–Estoy bien, sólo quiero agua –Nuevamente Doaming Si le facilitó la bebida y esperó a que Xiaoxi terminara para regresar el vaso a su lugar.

–Puedes pasar la noche aquí, si quieres. Le avisaré a tus padres.

–No, en realidad, quiero irme a mi casa. Necesito... Un baño y cambiar mi ropa.

–Te puedes duchar aquí. Le diré al señor Liu que te compre ropa nueva –A-Si se levantó de su lugar, dispuesto a buscar a su mayor domo.

–De verdad no... –tomó del brazo al mayor con ambas manos, suplicante –Doaming Si, quiero irme a casa. Por favor.

–Bien. Te llevaré.

Se incorporaron de nuevo y minutos más tarde, A-Si metía con cuidado a Xiaoxi dentro del Lamborghini. Se aseguró abrochar el cinturón y  de que fuera segura.

Emprendieron el viaje hacia la casa de la menor. Durante el trayecto viajaron en silencio y sólo fue hasta cuando subían las escaleras del edificio cuando se atrevieron a hablar.

–¿Puedo preguntarte ahora qué hacías en ese lugar?

–Yo... –con todo lo que había pasado ese día, Xiaoxi había olvidado el motivo real que la llevó ahí –te estaba buscando a ti.

–¿A mí? ¿Por qué?

–Es sobre el partido de bridge... Yo...

–Quieres cancelarlo –terminó de decir A-Si por ella.

Xiaoxi lo miró sorprendida ¿Cómo adivinó?

Estuve esperándote toda la semana a qué me lo pidieras, ¿Por qué tardaste tanto?

–Estuviste... ¿Qué?

A-Si rió un poco y mostró su sonrisa malvada.

–Sí, me quedé hasta horas más tarde en la escuela esperando que me rogaras por cancelar el juego. La verdad aún estoy dispuesto a hacerlo, si tú quieres.

Xiaoxi se detuvo frente a la puerta de su casa y se cruzó de brazos. Ya había recuperado su postura normal.

–¿Qué quieres a cambio?

–¿Por qué crees que quiero algo por parte tuya?

–Te conozco Doaming Si. No harías esto así porque sí.

Nuevamente, una sonrisa triunfante iluminó el rostro de A-Si. Se alegraba de que Xiaoxi lo conociera.

–Quiero una cita contigo.

–Olvidalo.

–Entonces nos vemos mañana.

Sin dejar que Xiaoxi tratara de negociar, dio media vuelta y se marchó.

Xiaoxi había fracasado en su plan de cancelar el partido de Bridge. Ahora sólo le quedaba perder con dignidad.

Amor de Meteoritos [Pausada]Where stories live. Discover now