- Eso... Ya lo intentamos múltiples veces con Vegetta y los demás – Ya lo sabía, pero prefirió fingir ignorancia. Ya había cavado suficientemente hondo en su hilo de mentiras, ir un poco más allá no cambiaría nada. Además, en una parte muy profunda de sí había nacido otra necesidad que quería satisfacer.

- Bueno, pero a lo mejor yo, al ser más observador gracias a mi profesión, logre ver algo que ellos no pudieron. ¿Qué dices? -

Luzu claramente sentía desconcierto, y aunque Auron mantuvo una actitud serena e inmutable, por dentro se sentía nervioso de haberse visto descubierto. Podía notar una clara duda en los ojos azules del otro, así que decidió jugar una última carta.

- Aunque si te sientes incomodo con mi propuesta, no te preocupes. Tan solo quería ayudarte para que pudieras beber sin frenarte a ti mismo. Pude notar que te gusta mucho hacerlo -

Aquella afirmación podía ser un arma de doble filo, todo dependía de la interpretación de Luzu a sus palabras y a la posible actitud que él tuvo al momento de irse de la fiesta temprano. Y cuando noto que sus ojos pasaron de la duda a una ligera vergüenza, supo que había ganado.

- Nadie se esperaría de mí que terminara gustándome tanto el alcohol, ¿no? -hace una pequeña risa para calmarse un poco- pero supongo que no estaría mal intentarlo esta vez con un profesional. A lo mejor sí logras descubrir algo -

Y como por arte de magia, la tensión y seriedad entre ellos se había desvanecido. Volvieron a su actitud habitual.

- Haré todo lo que pueda, mi niño. -

Ahora sí no había marcha atrás.

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Las primeras sesiones fueron difíciles. En general mantenían una actitud ligeramente distante y típica entre psicólogo y paciente; preguntando cosas de rutina y, aunque era agradable conocerse más con las reuniones, la "terapia" no estaba surgiendo efecto porque Luzu no lograba que el alcohol le afectara mínimamente. Por otro lado, desde la fiesta de Vegetta, Auron soñaba cada noche con aquella indeseable escena, provocando que el deseo de satisfacer su nueva necesidad creciera más.

- Auron, me temo que esto no está funcionando. Sería mejor dejarlo aquí -Dijo el castaño ya en su cuarta sesión. Por más alcohol que bebiera, no lograba sentir ningún cambio, además, aquella bebida al ser parte de la terapia, venía por cuenta de Auron y se sentía mal de pensar que estaba gastando dinero en él cuando las citas eran gratuitas. Varias veces insistió en pagarle, pero el pelinegro se negaba.

- Luzu, no es hora de echarse para atrás. Las terapias no se dan de la noche a la mañana... - Él mismo se estaba sintiendo frustrado, sabía que su mentira no se podía mantener por mucho tiempo, y el no poder conciliar el sueño apropiadamente no ayudaba tampoco.

- Lo sé, pero creo que simplemente puedo prescindir de beber alcohol. Es la opción más práctica... -

- Tal vez lo sea pero... -Soltó un suspiro pesado. Debía calmarse y pensar fríamente lo que tenía que decir si quería llegar al final- Claramente el problema es que no estás lo suficientemente relajado. Estás muy tenso pensando que esto es una sesión formal y por eso el alcohol no hace efecto. Es hora de cambiar de ambiente.

Levantándose de su sillón, se quita su bata y lentes para dejarlos en su escritorio, y de debajo de este, saca una caja completa de botellas de Vinito Barato de Luzu. El castaño lo miraba sin entender a qué se refería el otro. Incluso sorprendiéndose de la cantidad de alcohol que tenía guardado.

- ¿...Pero qué?

- Cuando te vi en la fiesta, pude notar que tienes una tolerancia alta, así que quería estar preparado -

- Pero dudo beber todo esto yo solo -

- Es cierto, porque yo beberé contigo. Así no te sentirás presionado. Después de todo, lo mejor es beber en compañía, ¿no? Y si esto no funciona, dejaré de insistir.

Luzu lo miró detenidamente por un momento, analizando toda la situación, pero al final simplemente sonrió derrotado y alzó la botella que ya llevaba en la mano.

- Si no hay de otra... -

Auron también sonrió, complacido con la respuesta. Tomando su propia botella y chocándola con la del castaño.

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En esta ocasión el tiempo se fue volando. Ya no importaba si se habían pasado de la hora de la sesión o no. El trago se estaba disfrutando como si fuera una sencilla tomada con un amigo y la conversación era completamente más fluida y natural. Estaban inmersos en simplemente pasar el rato. O al menos así lo aparentaba Auron, quien no dejaba de seguir analizando cada acción del castaño mientras seguía bebiendo su trago, yendo al mismo ritmo del contrario. Incluso se planteó si competir para ver quién aguantaba hasta el final, pero descartó la idea rápidamente. Su objetivo estaba muy claro.

Fue durante su observación que empezó a notar aquellos pequeños detalles que en un principio había menospreciado el día de la fiesta, pero por las constantes noches en las que se repetía el recuerdo, pudo apreciarlas mucho mejor ahora, descubriendo así el patrón de sus acciones. Comenzaba con la presencia de un ligero sonrojo en sus mejillas y siendo seguido por un ritmo más lento al hablar. Los detalles más comunes entre la gente que bebe. Después, seguían aquellos cambios más sutiles, como la constante sonrisa y la menor preocupación de tener contacto físico. Y por último, una particularidad que le pareció notar el día de la fiesta pero que no fue hasta que lo vio en sus sueños que le dio importancia, e incluso se obsesionó un poco por verlo de cerca. Un brillo especial en los ojos azules que denotaban cierto deseo. Una necesidad como la que él sentía en esos momentos. Ahora finalmente lo veía de cerca.

- Ahí está... -Murmuró para sí mismo victorioso. Había descubierto el momento en que Luzu se descontrolaba, ahora era momento de recibir lo que tanto anhelaba.

- Auroncito... -Dijo suavemente Luzu mientras se movía con determinación hacia adelante, apoyándose con una mano en la mesa que los separaba, y la otra para extenderla hacia el rostro del pelinegro.

Auron le ayudó acercándose él mismo. Guiando la mano al aire a su mejilla mientras sus rostros se acercaban. Sintiéndose codicioso al considerar que solo él debería saber en qué momento comenzaba la actitud borracha de Luzu, como si este fuera un secreto importante que solo él debía saber. De esa manera él podría actuar cuando el momento se presentase y sería el único en recibir aquellos especiales besos. Nadie más profanaría aquellos labios. Pero antes de seguir en sus delirios, por fin había llegado el momento de probarlos.

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Sorry not sorry por acabar el capítulo aquí. Ahora a la espera del siguiente y tal vez último. 

¿Y noté que no se guardó bien anoche? Por alguna razón en la app no se lee completo, o espero que solo sea mi celular.... Eso me pasa por publicar a las 6 am y no revisar bien. Lol, perdón por eso.

De verdad trataré de que esta vez no me tome tanto tiempo. Lol

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⏰ Last updated: Jul 18, 2020 ⏰

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Besos - LuzuplayWhere stories live. Discover now