Besos - Luzuplay

El acuerdo

Fueron segundos, pero para ellos parecieron minutos eternos de silencio en el que ninguno sabía qué decir. Luzu esperaba nervioso a que el otro dijese algo o que su brazo fuese liberado para poder irse. Se planteó incluso el liberarse él mismo, pero quería ser paciente. Mientras, por la cabeza de Auron pasaban miles de pensamientos y a la vez ninguno. Observaba detenidamente cómo los ojos azules lo veían directamente por un momento y después estos rompieron el contacto tras unos parpadeos para mirar hacia un lado, mostrando ligera vergüenza. Después, secundando aquella reacción, las mejillas adquirieron un ligero color rojizo; con su mano, pudo sentir cómo el pulso del otro comenzaba a acelerarse y sentir que el calor que estos le transmitían se incrementaba en sus palmas. Una reacción sencillamente adorable. Pero lo que más le llamo la atención fueron sus labios. La manera en cómo estos se movían ligeramente tratando de mantener una expresión neutra, pero estaba haciendo microexpresiones que como psicólogo podía reconocer con facilidad. El modo en que estos se abrían sutilmente para liberar lentamente el aire acumulado en un suspiro, el momento en que estos temblaron por un instante para que luego el inferior fuera mordido un poco para calmar la muestra de ansiedad, haciendo que los labios brillaran un poco al haber sido ligeramente humedecidos y se vieran más provocadores, apetecibles. El imaginar que tan suaves serían estos al tacto, los dulces movimientos que estos harían en contra de los suyos o la pasión que él podría imponer en contra de estos, una escena que hizo a su mente retornar al sucio momento en que estos fueron profanados por los del albino.

Luzu sintió cómo de repente el agarre en su muñeca se intensifico y, aunque no le dolía mucho, consideró que ya había sido suficiente de su agonizante espera - Auro... -

- ¿Qué te parece si te ayudo con tu comportamiento de borracho? -Interrumpió rápidamente Auron. Había estado tan concentrado en su hilo de pensamientos que ni siquiera notó cuándo el de pelo castaño toco su agarre con su mano libre para que se diera cuenta del fuerte apretón que le estaba haciendo a su muñeca, ni el leve momento cuando este intentó decir su nombre.

- ...¿Qu-qué? -Luzu no sabía qué responder. Aquella pregunta lo había tomado por sorpresa y, considerando la actitud indiferente que el pelinegro le estaba mostrando desde que le abrió la puerta, jamás se habría esperado tal proposición.

- Me refiero... - Auron por fin despertó de su trance al notar cómo el otro lo miraba de nuevo directamente, pero esta vez con completa confusión- A que como psicólogo, tal vez podamos hacer un tratamiento para mirar en retrospectiva el por qué de tu comportamiento al estar bajo la influencia del alcohol, y tal vez llegar a curarlo incluso. -Ni él mismo se creía sus palabras, pero intentó adornar su explicación lo más creíble y profesional posible.

Y de nuevo el abrumador silencio. ¿Desde cuándo había dejado de ser tan elocuente a la hora de hablar? En definitiva ese día no se había despertado como él mismo. Y observando detenidamente la escena entre ellos, finalmente notó que Luzu quería liberarse de su agarre, lo cual hizo de manera silenciosa y mirando una ligera marca roja en su muñeca. Había apretado con fuerza, provocando que se sintiera aún peor. No podría culpar a Luzu si le dejara de hablar por un tiempo por la actitud que ha estado mostrando desde anoche. Ahora solo esperaba a que el castaño se fuera como tenía inicialmente planeado antes de que lo detuviera.

- ¿...De verdad me puedes ayudar? - Se asustó un poco al escuchar que seguía ahí con él. Por un momento incluso lo miro como si no creyera haber escuchado aquella pregunta, pero al ver la aún confundida expresión de Luzu, y de igual manera una tranquilizadora sonrisa, se compuso rápidamente para verse "profesional" ante su posible futuro "paciente".

- Ciertamente cuando una persona está bajo los efectos del alcohol tiende a ser impredecible, pero con una terapia de prueba y error podríamos descubrir cuál es el momento culminante en que se presenta el "descontrol" y así determinar también tu límite de consumo -