-Si, mamá también me lo contó.

Por las evidencias que dejaban creía en la existencia de los cuatro, a pesar de que nunca los había visto, pero se dedicaba a pensar en ellos y analizarlos cuando permanecía aburrido en su cama, mirando el techo. Los veía como una inspiración para aprender a controlar sus poderes y saber de lo que estaba hecho.

Al llegar, divisaron el estrecho río con aguas cristalinas que venían y se iban a un caudal sereno, aceptable para ellos.

-Creo que encontré algo -se desvío del camino.

-¿Qué es? -preguntó Elián con curiosidad.

-Da pena, pero hallé una ardilla muerta -la mostró agarrándola de la cola.

-¡Qué asco, suelta eso!

-Okey -lanzó hacia atrás sin oponerse.

Andy se arrodilló sobre la tierra, en la orilla y sumergió la cara en el agua con las mejillas infladas de aire, algo característico era que no estaba contaminado, ya que veía pequeñas piedras dentro y musgo a la perfección, hasta llegaba a sentirse como si viviera allí.

-Andy, sal de ahí, te puedes caer.

-Hazlo tú también, se siente refrescante -sacó su cabeza cayendo gotas de su rostro, mientras se relamía la boca.

-Estás todo empapado, vas a arruinar tu suéter -se le acercó, tomando parte de su abrigo.

Empezó a secarlo con la manga de su muñeca, en tanto su hermano tuvo que cerrar los ojos cuando pasó por sus pecas en los pómulos y nariz.

-Ya pareces mamá -le dijo el menor-.

Elián sonrío y su manga regresó a la normalidad.

-¿Crees que pueda saltar hasta el otro lado? - señaló el otro extremo del río.

-Tal vez.

-Por supuesto que puedo -entonó seguridad.

Tomó impulso, y el menor corrió hacia adelante para seguidamente saltar atravezando el río mediante el aire, y llegó al extremo opuesto.

-¡Elián mira lo logré, ahora es tu turno!

-No creo que pueda, Andy.

-No te preocupes, no está tan difícil -dijo desde el otro lado.

Tuvo miedo ¿Y si no lo consigue? ¿Y si el río se lo lleva hasta una cascada, a pesar de sus aguas para nada caudelosas? Bueno, su madre le dijo que haga lo posible por él. Lo posible. También se lo tomó como si la reina de Arendelle le hubiera ordenado. Retrocedió unos pasos y frunció el ceño hasta que sus pies se elevaron separándose del suelo y pudo estar sobre el agua. Pudo ver su reflejo casi idéntico a él en el trayecto, era increíble, pero subió la vista y no supo como aterrizar.

-¡Hermano, yo te atrapo!

Y el príncipe cayó sobre Andy, rodando y marchándose con la tierra, incluyendo sus guantes que los usó para detenerse.

-¿Oye, estás bien? -preguntó Elián, apartándose de él.

-Amm... si, menos mal -se sentó ignorando el pequeño golpe- ¡Mira, tus guantes!

-¿Qué tiene?

-Están sucios, quítatelos - se le acercó, tomando del extremo de los dedos.

¡No! -de inmediato apartó sus manos y se alejó- ¡No te acerques!

No volverá a provocar otro accidente en su propio hermano, como consecuencia del peligro que podía crear, además de solo nieve y hielo. Su mirada se clavó en la evidencia de su incapacidad, de ahí bajó encontrando un rostro de confusión por parte de Andy. Evidentemente él no sabía porqué actuaba de esa forma, entonces el mayor suspiró y continuó hablando.

La Misma Luna (Jack Frost x Elsa Male)❄ 𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora