—Pónganse cómodas, chicas, iré a dejarle un calzoncillo de mi bisabuelo a Sirius para que baje y aprenda a lavar.
Euphemia y Fleamont se retiraron dejando a los jóvenes solos. James abrazó a Aegea y luego a Adelaide, los tres se sentaron en el sofá y comenzaron a platicar.
—Gea, cualquier cosa que haya dicho mi mamá que posiblemente me avergüence, olvídala. —Habló James viendo fijamente a la griega poniéndola nerviosa.
—No dijo nada malo de hecho, solo que hablas mucho de mí. —Aegea contestó.
—Ah sí, le cuento de lo genial que eres y lo bonita por cierto.
James estaba fascinado con Aegea, sentía que en esos meses que no la había visto se puso incluso más hermosa. Para Aegea, James estaba mucho más atractivo y sentía como si también había crecido en ese tiempo.
Las hormonas de ambos estaban un tanto descontroladas y en la conversación que estaban teniendo había un leve coqueteo. Incluso Adelaide sintió como la conversación era ya más entre dos que entre tres y por ello se retiró.
—¿Sabes? Nunca había sentido una conexión con alguien a como la siento contigo. —Comentó Potter. —Es diferente a la que tengo con los chicos, es completamente diferente.
—¿En qué sentido? —Aegea se atrevió a preguntar teniendo la esperanza de escuchar cierta respuesta.
—Bueno, a los chicos no les digo que serán los futuros padres de mis hijos animales. Tampoco los veo cada vez más lindos como a alguien que tengo enfrente.
Aegea se sonrojó.
—James, yo-
—No hace falta que me contestes con otro halago, no te preocupes, tampoco hace falta que me agradezcas. Aunque yo sí te agradezco por haber venido hoy, sé que no estás pasando por el mejor momento, pero igual viniste.
—De hecho estar aquí contigo, digo con ustedes, hace que me sienta muchísimo mejor. —Confesó la diosa. —James hay algo que quiero decirles desde hace mucho, pero me daba miedo y ahora no sé si les molestará que les diga.
El gesto facial de James cambió a uno preocupado.
—¿Qué sucede?
—Bueno, como ya saben mi familia es un tanto especial...
—Y loca. —Añadió James.
—Sí, loca también... —Aegea le dio la razón. —En fin, no quiero darle tantas vueltas y sé que probablemente te vayas a reír o no me vas a creer cuando te lo diga, pero ni modo. Solo espero no te moleste que lo haya ocultado porque en realidad era por su seguridad y yo...
—Aegea, tranquila, no le des tantas vueltas al asunto. —Potter la interrumpió ya que cada vez divagaba más.
—Sí, tienes razón... la verdad es que yo soy...
—¡James! Ya tengo calzoncillos, son gigantes y de tu tío abuelo creo, pero no importa. —Sirius interrumpió la conversación bruscamente mientras bajaba las escaleras. —¿Donde están las chicas?
Aegea levantó su mano y saludó desde lejos a Sirius.
—Oh... —Black cayó en cuenta de la interrupción. —¿Interrumpí algo?
James simplemente miró a Sirius con ganas de ahorcarlo y Aegea sonrió nerviosamente.
—No te preocupes. —Contestó la diosa. —Continuaremos la plática luego, James.
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un poco aburrido, perdón. ya quiero que james sepa lo de aegea peeeero, quiero que sea en otro momento más intenso.
estaba haciendo ejemplos para mi graphic shop e hice este banner:
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en mi opinión es como una fotografía vieja.
que sepan que solo quedan este acto y otro más para que la historia finalice, que emoción.
en fin, ya saben que como siempre los leo, nos vemosss,
