xxiv. the astronomy tower

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—¿Ah si? —La diosa susurraba cerca del gryffindor.

—Sí, como en este preciso instante.

Aegea dio un paso al frente para quedar aún más cerca de Potter y en ese momento James en su mente dijo: 'Al diablo todo, lo voy a hacer'

Y cuando iban a dar el paso, fueron interrumpidos por dos alumnos de quinto año específicamente de slytherin irrumpiendo en la torre. Un pelinegro alto tenía agarrada de la cintura a la menor de los Lestrange.

James y Aegea se escondieron y salieron sin que los vieran, después de todo aquellos dos estaban muy metidos en lo suyo como para darse cuenta que alguien más andaba por el lugar.

Potter acompañaba a la diosa hasta su sala común y en el camino ninguno de los dos dijo una sola palabra. Evitaban chocar la mirada con el otro, pero de vez en cuando se cruzaban e inmediatamente volteaban a ver hacia otro lado tratando de disimular.

Llegando a la puerta del lugar, la griega se giró para despedirse de James y este miraba a la chica atento.

—Y- yo... gracias por acompañarme hoy, James. No tienes idea de lo bien que la pasé.

—No es nada, sol. —Dijo lo último con un tono coqueto digno de James Potter. —Ten buena noche, sabes que cualquier cosa me puedes ir a buscar.

Dicho esto, Potter se aproximó a la chica para dejar un beso en su mejilla, pero esa vez lo dejó muy cerca de la comisura de sus labios y se volteó llevando una sonrisa seductora plantada en su cara.

Aegea también se adentró en su sala común con las mejillas rojas y los nervios matándola interiormente. Sonrió recordando a su amigo y por fin decidió irse a dormir.

. . .

                 AL DÍA SIGUIENTE, el banquete de Halloween ya se encontraba listo y servido. El día había pasado rapidísimo puesto que todos amanecieron durmiendo hasta tarde y sabían que justo a las siete de la noche tenían que estar en el gran comedor para cenar.

Aegea estaba sentada frente a Adelaide en la mesa de Ravenclaw y esta saludaba haciendo un ademán con la mano a Sirius Black en la mesa de Gryffindor.

Justo después de que Dumbledore terminara de decir unas palabras, dio por comienzo el banquete.

—Así que... cuéntame como te fue con James. —La italiana levantaba las cejas pícara intentando molestar a su amiga.

Aegea rodó los ojos divertida.

—Nos fue bien, nada fuera de la rutina y con James siempre me divierto.

—A mí me contaron que se fueron solitos a la torre de astronomía. —Addy seguía repitiendo las acciones de antes.

—Sí, fuimos y... no pasó nada ahí. —Aegea se sonrojó cuando recordó lo de anoche y su amiga lo notó.

—¡Ajá! ¡Bingo! —La rubia levantó un poco la voz y señalaba a su amiga de manera acusadora. —¿Qué hiciste, bandida? Cuéntale todo a mami.

Esto último hizo que la griega se riera y se acordara de Sirius. Adalaide y él podían tener la misma personalidad a veces.

—No pasó nada, Addy, créeme. —Adelaide le dio una mirada que se sentía como si te estuviera viendo tus más perversos pecados. —¡No me veas así! Tal vez, solo tal vez, es decir, existió la posibilidad...

—Al grano, no creo que sea algo malo.

—Sí, tienes razón... casi nos besamos.

—¡¿Casi?! ¡¿Cómo que casi?! —Aegea se restregó el rostro en señal de frustración. —Maldito, Potter, cobarde, tú tan linda y él sin agallas. De león no tiene pero ni...

—¡Addy! —Aegea la calló y la rubia se tapó la boca avergonzada. —No fue porque él no quisiera, llegaron otros dos que no pude reconocer bien y que estaban en medio de... bueno eso no importa. Pero nos largamos de ahí sin que nos vieran y cuando nos despedimos juro que se sintió como su estuviera coqueteando conmigo. ¡Me plantó un beso casi en los labios y luego se fue dejándome ahí confundida!

—Wow... bueno si dices que él quería, cuéntame si tú también estabas dispuesta. —Adelaide vio a su amiga y sentía alivio en el interior de que James y la griega parecía que estaban listos para dar otro paso. Moría por contarle a Sirius y a los otros merodeadores. —¿Tú también querías, Gea?

Aegea se quedó en silencio unos segundos.

—Puede que sí... —Dijo la diosa jugando nerviosamente con su túnica.

—Oh por Merlín... ¡Incluso te sonrojaste! ¡Te gusta!

—¡No me gusta! —Adelaide la vio con una ceja levantada. —Bueno tal vez sí me atrae un poco.

—¡Lo sabía! ¡Lo sabíamos! —La rubia festejaba contenta.

—¿Lo sabíamos? ¿Es qué todos ustedes estaban jugando a ser Eros? —Aegea fingió molestia.

Adelaide abrió los ojos más de lo usual y seguidamente se llevó un trozo de pan a la boca para evitar hablar.

—Sí, huye del tema como cobarde. —Aegea la molestó con lo último y luego rio.

La diosa quiso ver a la mesa de Gryffindor un momento para ver como estaba James. Da la casualidad que justo cuando ella volteó a ver, Potter tenía su mirada posada en ella. Al hacer contacto visual, el de lentes le guiñó el ojo para luego volver a su plática con sus amigos.

—Maldito, Potter, ¿qué es lo que pasa conmigo? —Dijo Aegea en su mente.






lily: *le confiesa sus sentimientos a aegea*aegea: ¿y si me voy a casi besuquear con james a la torre de astronomía?

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lily: *le confiesa sus sentimientos a aegea*
aegea: ¿y si me voy a casi besuquear con james a la torre de astronomía?

espero les haya gustadooo y como siempre les digo:
los leo,

nelly.

GODDESS,   james potter.Where stories live. Discover now