👑 Capítulo 9: "Asegurando la descendencia"

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Me abrigué un poco y salí al exterior. Tal como la mañana después de la noche de boda, el césped tenía ese agradable roció nocturno y había un débil olor a pino. El día anterior padre había mencionado que había colocado un gallinero cerca del viejo establo, él se había encargado de mantenerlo en buenas condiciones desde hacía semanas antes de mi compromiso. Por lo que se me ocurrió preparar algo de huevos para el desayuno.

Al llegar a la puerta tomé la cesta que reposaba en recodo de la entrada. La puerta costo abrirse pero hice fuerza con el hombro y logré entrar. Dentro del gallinero había olor a paja mojada. En la primera hilera de nidos algunas gallinas cabeceaban y se sacudían levemente. Me acerqué a la primera y tomándola delicadamente, la levanté y metí mi mano por debajo para retirar un huevo. Era pequeño y aún estaba tibio. Sonreí y lo guardé dentro de la cesta. Cuando estaba por pasar a la segunda, hubo un revuelo en la última estantería. Miré para todos lados y dejé la canasta en el suelo.

-¿Hola?-dije, avanzando despacio.- ¿Hay alguien ahí?-sabía que en esta zona había tejones y mapaches, los mayores saqueadores de gallineros.- ¿Hola?-repetí. Al llegar al final algo me tapó la boca y me echó hacia atrás.

-Hola.-saludó Klaus sonriendo.

-Eres un idiota.-dije cuando me liberé. Me apoyé contra la pared mientras él colocaba sus manos a los costados de mi cabeza y se inclinaba hacia adelante, haciendo que su pecho rozase el mío.- ¿Qué haces aquí?-pregunté, acariciándole la mejilla.

-Tenía muchas ganas de venir a verte.-respondió.

-No debiste de haber venido. Elijah no tardará en despertar.-él bufó.

-Por lo que me importa eso.-negué con la cabeza varias veces.- ¿Acaso no te agrada mi visita?-me mordí el labio y asentí. Bajó una de sus manos y la depositó sobre mi mejilla mientras que la otra la colocaba sobre mi cintura. Me atrajo hacia él y me besó. Al hacerlo me recordaba a las veces que estábamos en la orilla del lago, sin que nadie nos pudiese ver o que nos pudiese molestar. Era como estar reviviendo eso.- Te extrañaba.-susurró, separándose apenas.

-Yo también.-me mordí el labio nuevamente.

-No hagas eso.-murmuró, tomándome del mentón.

-¿Por qué no?-quise saber, acercándome más a él.

-¿De verdad quieres saberlo?-pasó una mano por mi nuca y volvió a besarme.


Luego de haberle preparado el desayuno a Elijah, él fue hasta el pueblo. Aún teníamos pocas cosas y necesitábamos rellanar algunos espacios vacíos. Desde muy temprano tenía una enorme sonrisa y estaba de muy buen humor, casi que me había olvidado que Esther vendría.

Luego de haberle dado de comer a las gallinas, me encargué de cambiar la paja del establo y sacar a los caballos para que pastaran tranquilos. Mientras ellos se alimentaban, tomé un balde y saqué agua del pozo.

-Hola, Thalía.-miré por encima de mi hombro, viendo a Esther, Rebekah, Ingrid y mi madre en el camino que venía del pueblo.

-Hola.-saludé, depositando el balde en el suelo.

-¿Te parece si vamos entrando?-con su mano señaló la entrada de mi casa. Asentí, secándome las manos contra mi ropa. Madre me sonrió de lado y pasó sus fríos dedos recorrieron mi espalda. Una vez dentro  Esther me indicó que fuese hasta mi habitación. Ingrid y Rebekah fueron conmigo.

-¿Qué van a hacerme?-susurré, atravesando el pasillo.

-Es solo una revisión.-respondió mi hermana empujando la puerta hacia atrás.-Solo quieren saber si eres capaz de procrear nuevos individuos en la familia.-tragué saliva y me recosté en la cama.-Levanta las piernas y flexiona las rodillas.-una vez que obedecí, Rebekah las cubrió con una manta.-Iré a avisar que ya estás lista.-Ingrid sonrió de lado y salió de la habitación.

-Tengo noticias.-dijo Rebekah con la voz impregnada de emoción.

-¿Qué ocurrió?-quise saber, apoyándome contra mis codos.

Ella trepó por la cama y se arrodilló a mi lado.

-Tú hermano, Aidan, me propuso matrimonio.-se llevó las manos a la boca y ahogó un grito.- Y mi padre está a punto de aceptar, aunque conociéndolo, le costará un poco a que soy su única hija y su pequeña niña.-rodó los ojos.-Ya estoy grande.-

-Vaya.-sonreí.-Eso es genial.-le acaricié la mano.-Me alegro mucho por ustedes.-

-Oye, como tus hermanos son gemelos se me hace un poco difícil reconocerlos.-confesó, acomodándose el cabello.- ¿Aidan es el que no siempre está enojado, verdad?-

Reí.

-Sí, ese es Aidan.-Rebekah suspiró.

-Bien.-Esther ingresó a la habitación y en cuanto cerró la puerta, detrás de mi madre, se me formó un nudo en el estómago.-Bekah, hasta a un lado, por favor.-pidió, amablemente.-Y trae ese banco a los pies de la cama.-Rebekah asintió y de un salto se puso de pie, tomando el objeto pedido. Me estremecí cuando Esther levantó mi vestido. Ni mi mamá me había revisado nunca en toda mi vida.-Thalía.-habló suavemente.-Relájate, solo será un momento.-asentí. Mi madre se trasladó hacia la cama y se sentó a mi lado, tomando mi mano.- ¿Ha sangrado antes?-preguntó.

-Comenzó a los 11.-respondió mi madre.

-Bien.-en cuanto se arrimó más a la cama, cerré las piernas.-Thalía.-me reprendió.-Ábrelas.-miré a mi madre y ella asintió. Lentamente fui haciéndolo. Esther me miraba con el ceño fruncido.-Al parecer está todo en buen estado.-murmuró, mientras yo me mordía el labio. Eso sí que era vergonzoso.-Y sí, está capacitada para tener hijos.-se alejó y tomó un trapo con el que se limpió las manos.-Solo hay que esperar el momento en que esté en tiempo de fertilidad para que la semilla de Elijah por fin germiné en los campos de Thalía. Y cuando eso pasé...-sonrió.-...tendremos nuevos miembros en nuestras familias.-

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¡Hola!

Primero que nada, mil gracias a las personas que comentan y votan la historiaJ. Segundo: ¡FELIZ NAVIDAD, ATRASADA! Y ¡FELIZ AÑO NUEVO! Ojala la hayan pasado lindo y les deseó lo mejor para el comienzo del 2015 J

¡BESOS!

Los Orígenes 👑 | LIBRO 1 - TO | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora