🐺💥INTRODUCCIÓN💥🐺
Un amor que se formó de una manera un tanto...extraña.
Un chico con un extraordinario cabello de dos colores.
Y otro chico es un mitad lobo con un carácter muy explosivo.
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-El titulo de la historia...
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El de orbes carmesí frunció el ceño, sintiendo la ira recorrer su cuerpo, ¿¡como Shoto se pudo olvidar de tan importante promesa que hicieron cuando eran pequeños!?, se preguntaba una y otra vez pero no lograba metérselo en la cabeza. Ya sin poder controlarse tomó al de hebras bicolor entre sus brazos, maldiciendo entre gruñidos llevando a el bicolor a su casa y llevarlo a la primera habitación que estuviera más cerca, lo tiró a la cama sin importarle mucho las constantes quejas que el de ojos dispares le hacía, se abalanzó hacia el, comenzando a marcar su piel con desespero y pasando sus manos por el cuerpo del más joven, Shoto intentaba apartarlo pero Katsuki era mucho más grande que el, maldecía al tiempo por haberse llevado tan lindo, atento (pero un poco explosivo) cachorrito que era Katsuki en el pasado y haberle traído a un deseoso y hambriento lobo que dejaba marcas en su cuerpo sin intenciones de parar.
-Ka-katsuki~... por favor para -dijo en un quejido, el nombrado respondió con un gruñido que lo único que provocó fue un pequeño temblor en el cuerpo de Shoto, sus gruñidos eran mucho más graves a diferencia de los gruñidos que soltaba este cuando eran pequeños -
Terminó por sacarle completamente la ropa a Shoto, notó que su cuerpo había cambiado bastante, obviamente además de su estatura la cual ahora era mayor, sus caderas de habían ensanchado, sus piernas se habían alargado y sus muslos eran mínimamente gruesos lo que le daba una apariencia bastante atractiva, sus labios eran más carnosos que cuando eran pequeños y gracias a ello lucían más apetecibles, la cicatriz que tanto le encantaba seguía ahí.
-Sigues siendo igual de hermoso y tus ojos siguen mostrando esa inocencia que tanto me encanta -admitió el cenizo metiendo dos de sus dedos en la mojada entrada de el bicolor, este gimió con un poco de dolor, trataba de quitarse a Katsuki de encima, quería tener sexo con el, pero no de esa forma, no sin su consentimiento, pero al parecer a Katsuki eso no le importaba en lo más mínimo -
-Katsuki porfavor.. -sollozó y soltó un gemido un tanto fuerte después de haber sentido como el nombrado metía un tercer dedo en su entrada, moviendolos con violencia, lo miró a los ojos, esos orbes carmesí tan hermosos que antes le habían mostrado comprensión y ternura, ahora solo mostraban deseo y lujuria -
-Ni aunque me rueges un millón de veces no pararé, esperé 12 jodidos años para hacerte mío, bastardo, no desaprovecharé esta oportunidad -dijo en un gruñido, con sus pupilas dilatadas y su miembro rozando sutilmente el trasero de Shoto-
Shoto ya no tenía nada que hacer, así que lo único que podía hacer era entregarse ante los deseos carnales de Katsuki pero no pudo dejar de soltar lágrimas las cuales intentaba que bajaran rápidamente para que Katsuki no las notara, si lo hacía de seguro el mitad lobo se sentiría mal y eso era lo que menos quería para el amor de su vida, no le importaba si lo violaba, estaba con el y eso era lo único que le importaba ahora.
