Prólogo

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Año 986

En un lúgubre cuarto una mujer estaba agonizando del dolor. El cuerpo lleno de marcas de garras y vendas empapadas de sangre se quejaba en su lecho de agonia.

Eddara Slytherin agonizaba por las heridas recibidas por el ataque de un hombre lobo. A su lado estaba Salazar Slytherin tomándole la mano, se veía desesperado al ver a su esposa sufriendo sintiéndose impotente por no poder hacer nada por ella.

— ¿Dónde están los niños? — preguntó con voz quebrada Eddara — ¿Donde están?

— Están en sus cuartos querida — respondió Salazar — No hables, necesitas descansar. Ya veras que en días estarás mejor.

— No nos mintamos cariño — Eddara se quejó del dolor — Yo no me voy a recuperar de esto. Ya es tarde para salvarme, escúchame mi amor, si algo llega a pasarme quiero que me prometas que cuidaras a los niños. Y también a mi sobrina Annette que apenas pude salvar de ese incendio dónde murieron mi hermano y Alena. ¿Los cuidaras, verdad?

— Claro que sí, no dejaré que nada malo les pase pero ir favor amor no me digas que te vas a morir — rogó Salazar negando con la cabeza.

— Si no muero por estas herida, seré igual a la bestia que me atacó — sollozó Eddara — Trae a los niños. Quiero despedirme de ellos, y luego, mátame.

Salazar abrió los ojos aterrado ante lo dicho por su esposa.

— No quiero ser un monstruo — insistió ella — Por favor, hazlo, mátame. Prefiero morir ahora que vivir como monstruo. Sabes que no podré controlarme, no quiero lastimar a los niños ni tampoco a tí

Salazar observó a su esposa, todo su cabello plateado estaba opaco con vetas de sangre salpicada en sus mechones, los ojos amatistas lo miraba con suplica.

Él con todo el dolor de su corazón accedió, le dió un beso en sus delicadas manos y salió en busca de sus hijos y sobrina.

Los niños se encontraban en la habitación principal, Serafina, Annette y Alastair. Serafina era una niña de cuatro años, de mejillas rosadas y ojos violetas. Su hermano y prima eran dos niños de ochos años, ya concientes del mundo donde vivían.

— Quiero ir con mamá — exigió Serafina jalando el borde su vestido de dormir.

— No podemos ir ahora con ella — negó Alastair — Está muy delicada y papá dijo que nos quedáramos aquí.

— Alastair tiene razón — asintió Annette tratando de calmar a su prima — Ya en la mañana podrás verla.

— ¿Pero que es lo que tiene? — preguntó Serafina con los ojos llorosos — Quiero ir con mamá. ¿Que es lo que tiene?

Alastair y Annette se miraron tristes ¿Cómo le dirían que su madre/tía estaba en su lecho de muerte?

— Padre por ahora dijo que madre está enferma — respondió Alastair — ¿Quieres que te lleve a tu habitación y le pida a un elfo que te traiga un vaso de leche?

La pequeña Serafina asintió con pesadez rindiendose, ya el sueño le estaba ganando, así que era mejor ir a dormir y en la mañana iría a visitar a su mamá.

— Menos mal — dijo con pesadez Annette muy cansada — Ire a mi habitación. Hasta mañana chicos

— Que descanses Annette — bostezó Alastair para luego cargar a su hermana.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que los dos mayores miraran quien entró a la habitación.

— ¿Padre/tío Salazar? — Serafina, Annette y Alastair lo miraron fijamente — ¿Que sucede?

"Magia, Tragedia Y Amor: (Época De Los Fundadores) Collab Con Aly-Ackerman-MoonΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα