EL PRINCIPIO DEL FINAL

2.6K 255 159
                                    

La ceremonia estaba por comenzar, la gente estaba corriendo de un lado a otro, acomodando, retocando allá, subiendo y bajando cosas, mientras que el pequeño soyeon veía todo desde el pasillo.

Su carita reflejaba tristeza e ira por que aquel alfa se casaba con otro omega; un omega más sumiso, hermoso y gentil. Mientas que el solo era desechado como un omega más.

Pero su último rayo de esperanza era la promesa que le dio aquella chica, sería la última vez que confíe.

Mientras que en la habitación principal un omega estaba comiendose las uñas de nerviosismo; no sabía cómo frenar la locura que pasara en unas horas más.

Estaba más que claro que no le dijo nada a dong, era valiente pero el ya había rebasado su límite y no iría por más.

«que tal si sucedía lo que dijo ellie y lo asesinaba»

No se arriesgaría a nada.

{.....}

Nain era peinado, maquillado y vestido con suma delicadeza, recuerdo que le trajo a soyeon un terrible pesar.

El había tenido una boda con la persona que más amo en el mundo, pero la incomodidad de ver que su alfa “destinado” al final se case, marque y embarace a otro omega le dolía en alguna parte de su ser.

Pero eso terminaría hoy, ellie se lo había prometido; el plan era que a la media noche el se esconderia cerca de la enorme puerta del jardín trasero el cual estaría solo y esperara a ellie para que con la llave abriera la enorme puerta y así escapar por el bosque hasta un campamento donde esperaría a los que le buscan.

Pero tenía miedo de que todo fuera mentira y que cayera en manos equivocadas.

Pasaban las horas y muchas personas entraban a la mansión, eso le po más nervioso a nain ya que cada vez las posibilidades de que nada ocurra estaban yéndose con los minutos.

{..... }


Ahora estaba en  el altar a punto de aceptar ser su omega.

-omega nain, usted jura proteger y  cuidar al alfa dong en las buenas como en las malas, amarlo y respetarlo hasta la muerte—dijo el sacerdote.

-lo… juró—el estaba enamorado pero esas palabras son un arma de doble filo que no se debe tomar a la ligera.

-pues por el poder de su amor a  hora los declaró alfa y omega—declaró y cerró su biblia mientras que veía como el alfa dong tomaba al omega en un tierno beso.

Las personas presentes comenzaron hacer bullicio y felicitar a la pareja felizmente casada.

La cena pasó y el baile comenzó, todos estaban felices, tal vez un poco ebrios pero la fiesta comenzaba.
Pero lastimosamente la media noche marcó el reloj y la destrucción comenzaba.

La puerta principal de la mansión fue derribada vorazmente, la gente paro y los gritos comenzaron.

Nain estaba desamparado corriendo al punto de reunión tratando de que todo terminará, al correr varios minutos y atravesar muchos pasillos al fin llegó a la puerta donde vio a lo lejos una figura que identifico como soyeon.

Al estar cerca de él omega lo miró determinante, en quería ser tener un hijo de dong dentro de él; no soporta la idea de que un omega como soyeon sea el portador de la nueva sangre de un alfa como lo es dong.

«simplemente inaceptable»

-¿donde está ellie? –preguntó fríamente.

-no a llegado—y ahí de nuevo estaba hablando el orgullo de soyeon, ciertamente tenía envida de cómo estaba vestido el omega.

-¿Qué tanto me miras?—preguntó arrogante nain.

-lo idiota que te vez asi—la actitud desafiante de soyeon había regresado.

-mira quien habla, la morsa que se cree modelo—se burló nain.

-al menos tengo algo lindo dentro de mi, y mirate tu solo tienes grasa debajo de ese costoso traje que ni te favorece—le devolvió su burla.

-tu me tienes envidia—aseguró nain.

-te tengo compasión ya que en un tiempo más dong te tratara como me trató a mi—dijo tranquilo.

-tu no lo conoces—aseguró

-y tu lo has de conocer mucho—soyeon se sentía bien sacar el coraje.

-silencio omegas, dejen de pelear por ese bastardo—al fin llegó ellie.

-ellie por favor detiene esto—rogó el omega por última vez.

-no—habló cortante como siempre.

-entonces le diré todo ahora—se giro decidido para entrar e informar todo lo que sabe.

Ellie al ver la decisión en el omega y la cara de terror en soyeon no tubo más remedio que actuar impulsivamente; lo derribó en el suelo y le golpeo con sus puños un par de veces en el rostro.

-no te atrevas a decirle—pensó que con eso lo detendría.

-le diré sobre el campamento en donde se reguardara soyeon—habló amenazante.

-no lo harás—se posicionó en cima del omega para sofocar cualquier intento de fuga.

-¡LO HARÉ Y NO TENDRÁS SALIDA!, ¡DONG TE MATARA! ¡TE ASESINARA Y CUANDO NASCA SU BEBÉ MATARA AL BASTARDO DE SOYEON!—los gritos resonaron fuerte y soyeon miró como sombras se movían en la dirección de ellos, el sabía que eran los guardias de dong.

-ellie vienen guardias—habló bajo y temeroso.

-¡JA! ES TU FIN—de nuevo grito nain.

-maldita rata—con una mano rebusco en su bolsillo para sacar la llave que abre la enorme puerta—soyeon toma la llave y abre ahora la puerta.

Soyeon se acercó tomó la llave y antes de voltearse vio como ellie sacaba una navaja, el resplandor de aquella arma le puso los pelos de punta comenzó a sudar y temblar; no se concentraba.

Logro adentrar la llave a la cerradura después de varios intentos, pero un terrible grito ahogado más el ruido de líquido caer, le hizo estremecerse y casi soltar un grito.

El ruido de agua caer seguía junto a unos suaves quejidos llenos de dolor se adentraron en sus tímpanos, con todo el valor que le quedaba, giro la llave para quitar el seguro y al fin recargarse en la puerta para empujarla.

Sorpresa se llevó que al abrir la puerta muchas personas armadas estaban reunidas ahí, lo vieron y simplemente le dejaron salir le guiaron para  sentarse junto a un árbol lejos de la puerta.

Los hombres entraron y más ruidos estremecedores aparecieron, ellie salío rápido y  cerró la puerta; pero a unos centímetros de cerrarse vio el cuerpo de nain inerte y rodeado de un enorme charco de sangre.

La puerta finalmente se cerró por completo dandole inició a una nueva etapa en su vida.

El 12 de julio terminó su tormento


































STAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora