@ust_rogel
Lo prometido es deuda :3
Espero les guste y no duden en decirme si no es así xdxd
Tuve muchas dudas en publicar este capitulo, pero si seguía pensándolo no iba acabar nunca :x
AU- MineCalv
Mangel doncel
漫~*'¨¯¨'*·舞·*'¨¯¨'*~漫-
Mangel asomo su cabeza con timidez entre la abertura de la tienda de campaña hacía el exterior.
—Auron no está. —Dijo él pelirrojo sin apartar la vista de la hoja de su espada misma que limpiaba ociosamente.
Ese pelirrojo apartó la vista de su espada para verle haciéndole retroceder por simple inercia ocultándose dentro de la tienda. — No, yo solo... — Mangel se armó de valor para encarar ese rostro mortalmente serio y ofrecerle con dificultada un: — gracias, gracias por ayudarme.
Él pelirrojo simplemente asintió. — Entre nosotros, nos ayudamos... — vaciló un poco antes de agregar con una mirada intensa a su dirección: — no soportamos cualquier tipo de traición.
Mangel ignoro sus palabras por el significado que caían sobre ellas.
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"Eres un doncel. "
"Solo te espera una vida llena de dolor y sufrimiento, pequeño."
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—Será divertido jugar con una puta como tu por un rato.
Él guardia deslizo la fina hoja de metal por debajo de su cuello presionando amenazante sobre su manzana de adán realizando un pequeño corte sobre la piel permitiendo que los dedos de su captor recogieran las diminutas gotas de sangre y los lamiera con sus labios curvándose en una sonrisa lasciva.
—No soy una puta. — Masculló humillado por la desagradable situación en la que se encontraba.
Otro guardia, uno más deseoso de romperlo y marcarlo, se acercó y lamió las lágrimas silenciosas que caían por sus mejillas enrojecidas al sentir la saliva de esa lengua deslizarse divertida de su sufrimiento por su piel. Ese mismo guardia, colo entre su entrepierna su mano apretando sugerente su miembro riéndose en su cara por sus inútiles intentos de escaparse de su agarre solo consiguiendo hacerse mas daño con la daga del guardia que lo retenía en su sitio mientras observaba a su compañero divertirse con él.
—Eso no es lo que dice el pueblo de ti. — Susurró contra su nuca. — Una criatura exótica, una puta con pene y capaz de concebir. ¿No sería divertido qué llevaras en tu vientre la sangre de los salvadores de tu gente?
Él otro guardia, ya abría su bragueta y colaba una de sus manos contra la piel sensible de su miembro apretándolo entre sus dedos desnudos como si fuese el cuello de un gallo que deseara romper con solo torcerlo. —Detente — se vio callado por esa misma lengua invadiendo su boca, su compañero apretó el acero contra su cuello y susurró en su oreja:— complace a tus señores, Mangel, ¿no es así? No queremos sentirnos decepcionado de tus encantos.
Mangel mordió la lengua de ese desagradable sujeto. —¡Maldita perra! — Exclamó furioso ese guardia apretando con más fuerza su miembro que seguía prisionero de su agarre, pero Mangel cerró sus ojos y tragó el bocado de sangre. —Quieres jugar sucio, ¿verdad? — Él guardia de la daga, retiró la hoja metálica de su cuello para sorpresa de Mangel quién sintió su miembro ser liberado de las garras de ese sujeto.
—Me encanta jugar a cazar — comentó de repente.
Él guardia lo empujo sin esfuerzos al suelo de la pequeña cabaña en la que residía a las afueras del pueblo. Ni siquiera, si gritaba lo oirían. Nadie, absolutamente nadie vendría a su rescate y casi podría estar seguro que fue vendido por alguien de ese pueblo o su propia familia misma que hasta ese día siempre lo habían despreciado por su condición. Mangel ahogó el grito, esa arma se clavo con fuerza en su vientre y deslizándose de forma lenta y tortuosa mientras recibía la intromisión de una lengua deseosa en su boca.
—Sobre todo la parte de destripar a mis presas.— Susurró contra sus labios con una sonrisa que difícilmente olvidaría en un tiempo.
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"Es increíble que sigas vivo."
"Seguramente nos darán una buena fortuna por ti."
"No eres tan inservible como pensé."
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