Amor de Meteoritos [Pausada]

26. Sabor a vinagre (Pt. 2)

–Eso no te importa. Sólo dime si aceptas o no.

Pensando un poco, A-Si se atrevió a negociar.

–Te tengo otra propuesta. Olvidaré el asunto del dinero, pero a cambio, debes salir a una cita conmigo y llevarme a comer.

–¿Eh?

–Lo tomate como un sí. Mañana te digo a dónde deberás llevarme. Me voy. Bye, bye.

Doaming Si llegó hasta su coche y se marchó de ahí a toda velocidad. Era la primera vez que obligaba a una chica a invitarlo a comer.

Mientras tanto, aquella noche Xiaoxi rechazó las palabras que el cabeza de ananá le había dicho.

¿Por ser rico creía que podía obligar a la gente a salir con él? ¡No! Y Xiaoxi le iba a demostrar que no siempre obtendría lo que quería.

Antes de ir a dormir, escribió un mensaje a Jiang Chen para preguntar si estaba bien o ya había cenado, pero este respondió tan frío como siempre:

Jiang Chen: No.

Chen Xiaoxi: No te vayas a dormir sin cenar algo. Te hará mal.

Jiang Chen: Ok.

Sabía que Jiang Chen estaba molesto por todo lo que había sucedido aquel día. Sin que el contrario se lo pidiera, le escribió un último mensaje con una explicación.

Chen Xiaoxi: Doaming Si y yo no somos amigos. Simplemente llegó a mi casa y mi mamá lo invitó a comer, porque Doaming Si es cliente de mi mamá, siempre le compra costillitas de cerdo, pero tú sí eres parte de la familia.

Jiang Chen: Nos vemos después.

Entonces sí estaba enojado.

Dejó su teléfono a un lado y consiguió dormirse. Pensó que quizás al día siguiente las cosas mejorarían con él.

Pero no fue así, los días siguientes, no vio a Jiang Chen por el campus. Trató de buscarlo en el edificio de la salud pero ni siquiera sabía cuál era su salón. Su primo tampoco ayudó mucho, no le daba clases a Jiang Chen y no lo había visto desde su encuentro aquella vez.

Doaming Si mientras tanto había insistido en salir con ella, pero Xiaoxi siempre ponía un pretexto diferente.

–Sé que el medicucho ése no es tu novio, ¿Por qué simplemente no me llevas a comer y fin?

Harta de que A-Si la persiguiera por toda la escuela, al fin fingió decirle que sí.

–Te espero a las tres en la plaza XiYi (enfrente de la fuente) No llegues tarde, no soy nada paciente.

–Sí, como digas.

No tenía nada de ganas de gastar dinero y mucho menos con A-Si. A parte, la plaza XiYi era donde trabajaba ¿Qué tal si encontraba a alguien conocido? Peor aún... ¿Qué tal si Jiang Chen la veía?

Borró aquellos malos pensamientos de su cabeza y se dirigió a su casa. Llegaría a dormir y quizás para cuando despierte ya sea demaciado tarde como para llegar al encuentro de A-Si.

Lo que nunca imaginó, fue que al llegar a casa, estaría Jiang Chen esperándola.

–¡Jiang Chen! –brincó de la emoción.

–¡Xiaoxi! No te había visto las últimas semanas, ¿Dónde te metiste?

–¿Dónde te metiste tú, mejor dicho?