SEREMOS ESTRELLAS

D O S

❝He aprendido a caer tan bien que todo el mundo cree que sé volar❞

30 de junio de 2020

Hoy te escribo desde nuestra mesa en Jack's. No hay demasiada gente y así es mejor, no tendré que soportar las miradas indiscretas que se preguntarán que tanto escribo. 

¿Sabes? El bar de Jack sigue exactamente igual a como lo dejamos. Cuando he entrado ha sido como si viajara en el tiempo. La misma barra a un lado, las mesas desperdigadas, la mesa de billar y los dardos en una esquina y entre ellas esa "pista" que tantas veces nos ha visto bailar. Ojalá pudiera decirte algo sobre Jack, pero no lo he visto, supongo que habrá ido a comer con Jou y ha dejado a cargo a Eddie. 

La verdad es que te escribo ahora porque necesito hablar contigo Maddie, de verdad que necesito a mi mejor amiga. Hace un rato he ido a casa. En realidad no sé ni porque he ido, yo quería mantenerme lo más alejada posible, es decir, sabía que en algún momento iba a tener que enfrentarme a ello, el pueblo no es tan grande como para que no nos crucemos, pero había pensado retrasarlo lo máximo posible. Es solo que...no sé Maddie, no sé que me ha pasado, estaba caminando tan tranquila pero de un momento a otro estaba frente a la puerta, tocando. 

Al menos, he tenido suerte, ha sido Hannah quien me ha abierto la puerta y no mi padre. No parecía sorprendida de verme, es obvio que ya le habían dicho que estaba aquí, pero si parecía un poco en shock al verme allí, como si no pudiese creérselo del todo. No la culpo, ni yo misma me creo que lo haya hecho. A veces odio tanto mis impulsos...

–¿Quién es?

–Eso se suele preguntar antes de abrir?

–Enma...

–Hola hermanita

Ha tardado unos segundos en reponerse pero al final se ha echado a un lado para dejarme pasar. Admito que he dudado Maddie, no sabía si estaba preparada, si quería enfrentarme a lo que conllevaba cruzar ese umbral, pero al final lo he hecho y eso es lo que cuenta, ¿no? No ha cambiado demasiado, los mismos muebles rústicos, las escaleras al frente y ese papel de pared que siempre he odiado. Incluso me ha invadido la misma sensación de frío al entrar. 

Respecto a Hannah, bueno Hannah ha cambiado, ya no es la niña que recordarás, ha sustituido las trenzas por el pelo suelto y ha dejado atrás las gafas para ponerse lentillas, le quedan bien, hace resaltar sus ojos. La pubertad le ha sentado bien, a penas tiene granos. 

–¿Qué haces aquí? Dios...pero que cosas digo....La boda de Clare ¿no?

Y se ha reído, pero no parecía la risa que antes resonaba por toda la casa, ahora parece tan amarga, tan...seca. ¿Qué he hecho Maddie?

–Soy la dama de honor

–Lo sé, todos lo saben

Y ha sonreído, una de esas sonrisas forzadas que haces cuando no sabes que más decir. ¿Desde cuándo mmi hermana tenía que fingir una sonrisa conmigo? No hace falta que contestes Maddie, ya lo sé. No podría olvidarlo ni aunque quisiera

–¿Cómo está papá?

Y la verdad es que no sé cual de las dos estaba más sorprendida si ella o yo