—¿Explotar?

—Aja.

—¿Por qué?

Tyler me miro con obviedad, aunque no podía tomarlo en serio ya que tiene una gran mancha en la nuca. Mi abuelito, eso parce.

—Por qué esta celoso. —Contesto obvio.

Fruncí el ceño con una sonrisa y mire "disimuladamente" sobre el hombro de Tyler, colocándome un poco de puntitas, que estaba frente a mí, y ahí estaba Dylan con una mirada de pocos amigos. Aunque eso para mí era normal

—Ni siquiera nos está mirando, esta con Logan y Lucas—me encogí de hombros restándole importancia.

—Es porque tú lo estas mirando. Si yo estoy celoso no voy a demostrárselo a la chica que me gusta, al menos que sea mi novia.

—Yo no le gusto a Dylan.

Sorprendiéndome cuando mi brocha cayó al suelo, Tyler me tomo de los hombros y me sacudió un montón de veces como si quisiera que volviera a la vida.


—Escucha, muggle —reí por su apodo—Se nota a kilómetros que le gustas al muy inadaptado de mi Primo. Y no finjas que a ti tampoco te gusta porque si no, ya estarías pecando.

—¿Y por qué dices que yo le gusto? —dije queriendo saber si alguna vez de la boca de Dylan salieron aquellas palabras.

Tyler soltó un bufido y fingió darme una cachetada.

—Que él te lo diga, yo no puedo hacer nada con esta niña anti-cristo.

—Anti-cristo tú.

—No, disculpa. Pero yo no soy la que se quejó hace rato porque estaba en los escalones de la iglesia. No soportaste nada pintando este marco ante tanta santidad, por lo que puedo opinar, que tu mente se estaba quemando y eres del diablo.

—JA...JA...JA—me reí fingidamente elevando exageradamente la tonada de mi voz. Y después tome de nuevo mi brocha en el suelo para volver a pintar—No entiendo por qué no tienes novia—le dije retomando otro tema.

Él se quedó callado por unos minutos en los que humedecíamos de pintura y restregando uno que otro rodillo para terminar más rápido nuestro labor.

—No es que no quiera...simplemente no hay nadie que...ya sabes, quiera estar con alguien como yo.

—Pues que tontas, ya verás que alguien llegara.

—Mm...Claro... —me dijo algo incómodo por el tema así que no seguí con ello...




200 horas después...estoy bromeando, solo fueron 5.

—¡Chicos! —llego Brenda abrazándose a un costado de Lucas cuando ambos llegaron de cerrar las puertas del lugar, encontrándonos en el estacionamiento—En serio, sé que me quieren matar pero...Gracias—nos mostró una linda sonrisa que me hizo corresponder.

—No fue nada, en realidad, me divertí—confeso Pili.

—Sí, fue agradable—acompaño Logan.

—Yo me creí tan bueno para esto de pintar que viviré de ello—bromeo Tyler haciendo reír y rodar los ojos a la mayoría.

Todos empezamos a irnos cada quien con sus parejas o amigos, y en el justo momento que yo me iba a ir con Majo que hablaba con las chicas. Dylan me tomo del brazo cuando pasaba a un lado de su auto negro donde él estaba recargado.

—Oh, Hola—coloque un mechón de cabello detrás de mi oreja cuando no supe que hacer—¿Qué onda? —salió de mi boca.

<<¿¡Qué onda?!...¿Beca, no se te ocurrió algo mejor?>>

Dylan pareció notar mi nerviosismo y por alguna extraña razón lo hizo sonreír.

—"¿Qué onda?" —pregunto entrecerrando por una milésima sus ojos con curiosidad.

—Si, ya sabes "¿qué paso?", "¿cómo estás?", "¿qué cuentas?"..."¿qué onda?" —hice un símbolo de Amor y paz al final mostrando una patética sonrisa.

En realidad fue malo y a la vez bueno. Bueno porque le saco una sonrisa linda y malo porque quería que la tierra me tragara entera antes de que dejara huevecillos.

—Lo siento, me siento ridícula—tape mis ojos con ambas manos ocultando el sonrojo que ya sentía llegar. Pero Dylan fue quien quito mis manos y en cierta forma me saco de mis casillas cuando, antes de abrir los ojos, lo primero que sentí fueron sus labios chocar con los míos. E incluso estuve a un milímetro de alejarme por la vergüenza, pero me obligue a no ser tan insegura.

Nuestro segundo beso.

Besar a Dylan era indescriptible, ¿qué puedo decir yo si ni siquiera e besado a alguien más? Pero eso no importa, lo que quiero decir es que este chico te hace sentir en las nubes con los suaves y seguros que son sus labios. Creo que era un contacto del que jamás me hartaría. Este acto me había resuelto todas mis dudas, él no estaba enojado y estábamos bien...¿Qué éramos?, ni idea. 

De todos modos estaba agradecida de que alguien como él entendiera que esto no es fácil para mi como lo puede ser para la mayoría de los adolescentes, me daba mi tiempo y eso lo valoraba. Pero siempre hay algo que lo arruina...Falta de aire.

Él se fue separando poco a poco, y yo, como la primera vez, me quede en mi lugar todavía asombrada por la sensación y cosquilleos que sentí en todo mi cuerpo.

Por un momento recordé que estábamos al aire libre y no en mi habitación, e instintivamente mis verdes ojos fueron hacia todo el estacionamiento del lugar. Entonces comprendí porque Dylan lo había hecho, más bien porque me había besado: No había nadie, todos se habían ido.

—¿Te llevo a tu casa? —pregunto. Y yo reí suavemente girándome a verlo de nuevo.

—Creo que si porque Majo se fue.




Minutos después ya estábamos de regreso a mi casa. Físicamente, estaba cansada pero en el interior había algo que me hacía no querer volver a casa aun, tal vez la presencia de Dylan era lo que más me hacía sentir segura y eso me gustaba o simplemente no quería estar sola y concentrarme en todos mis problemas.

Tal vez muchos no lo sientan, pero cuando yo estoy sola, encerrada en mi habitación, no es porque me desagrade la gente, sino, porque es el único lugar donde puedo controlar mis demonios.

<<Estar en mi habitación, era consumirme a mi misma>>

Sin darme cuenta, Dylan me había hecho una pregunta.

—¿Disculpa? —le pregunte. Él pareció no querer repetirla, pero se dio cuenta de que de verdad no lo había escuchado, entonces entre abrió sus labios para hablar.

—¿Ese es tu plan? —repitió.

—¿Qué plan? —cuestione formando un ceño fruncido por la confusión.

—¿Hacer que me gustes y luego coquetear con mi primo?

Algo en mi interior me hizo abrir esa caja de emociones y sensaciones tibias. Por dentro me sentí solo un poco alagada de que él se sintiera celoso aunque yo antes lo había negado, pero el que él lo dijera era diferente. Además, había dicho que le gustaba.

—¿Me dices... —busque una palabra—mujer publica?

—No. Simplemente pregunto. Porque hoy los vi muy contentos...juntos—dijo lo último con más seriedad cuando su quijada fue apretada ligeramente.

—¿Celoso, O'Brien?



No me contesto.

Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora