Capítulo siete [¿Salir contigo?]

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— ¿Está bien o no es lo suficiente bueno para ti? —Su voz me hizo dar un respingo del susto, ni siquiera escuché sus pasos al acercarse a mí.

—Está bien. —Fue todo lo que dije, ni de coña le diría que estaba excelente.

—Pues bien entonces, ahora sí me disculpas continuaré con mi lectura—dijo y elevó el libro para que pudiese verlo—. Lamento que tengas que ver como un inculto como yo se atreve a leer uno de tus clásicos favoritos.

Iba a contestarle, pero en eso Kang entró con una enorme sonrisa en el rostro que fue reemplazada por expresión de fastidio.

—Santo cielo, no me digan que están peleando de nuevo. —Se quejó y dejó su mochila junto a la puerta—. Soy muy tolerante, pero hasta yo me fastidio de verlos pelear tanto.

—No estábamos peleando. —Mentí.

— ¿En serio? —preguntó Ares fingiendo sorpresa en mi dirección—, porque estoy seguro de que te estabas preparando para soltarme un tasco de groserías.

—Claro que no, yo no digo groserías.

— ¿Sabes Dylan? En mi cultura les decimos hyung a nuestros amigos o hermanos mayores y mostramos respeto a ellos... Si Ares es tu hyung no deberías de mostrarte grosero con él.

Ares sonrió victorioso, como si ahora hubiese encontrado otra cosa con que molestarme.

— ¿Ves James? Ahora tienes que respetar a tus mayores.

—Los dos deberían de respetarme a mí, en realidad —Ambos nos giramos hacia él— ¿Qué? Yo soy el mayor aquí, mi cumpleaños fue el primero de septiembre.

Ares pareció querer replicar a eso, pero unos toques en la puerta volvieron a interrumpirnos. Kang la abrió y por esta entraron Hannah y Leila.

— ¡Hola cuerpecitos llenos de testosterona! Hannah y yo estábamos aburridas y decidimos venir a ver que hacían.

La rubia nos ignoró olímpicamente por estar mirando a Jk, caminó hasta donde estaba él y se posó a su lado. Era clara la timidez que Jk desprendía, pues se notaba muy intimidado al estar con Hannah (O cualquier persona desconocida) cerca de él.

— ¡Hannah! ¿No vas a saludarme?—protestó Ares al ver cómo su hermana lo ignoraba, pero ella ni siquiera volteó a verlo.

Leila se acercó a mí y ambos tomamos asiento en mi cama.

— ¿Cómo hicieron para que Martin las dejara entrar a nuestra habitación?

—Le compré comida china —contestó con una sonrisa—. Y tú que siempre me dices que el arte del soborno nunca sirve de nada.

Eso explicaba por qué ese chico había estado en su habitación. Y yo que pensaba que aquí todos eran más estrictos.

— ¿Que tal tu día? Hannah y yo después de clases estuvimos construyendo legos pero se nos acabaron los legos y las ideas, así que nos aburrimos.

—En realidad tú te molestaste porque tu torre no estaba quedando como en las instrucciones y la derrumbaste—dijo Hannah, quien no paró de tocar el cabello de Jk (Quien se veía claramente asustado) mientras Ares los miraba mal.

En ese momento, Jk, quien ya no parece resistir la presión, se levantó del suelo.

—V-voy al baño —dicho eso se fue casi que corriendo y todos lo miramos extraño.

— ¿Por qué el siempre huye? ¿No le gusta mi vestido rosa? Quería que me dijera que es bonito. —Hannah pareció triste. Su voz salió en un tono bajito y decepcionado.

Atypical [Extraordinary #02] 《Editando》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora