Negué, lo miré fijamente a los ojos, concentrándome en la expresión que aún tenía en el rostro, mantuve la misma distancia entre nosotros, muy cerca, sin dejar ninguna separación; podía verse a pesar de la oscuridad esa excitación sosegada que lucía en sus pupilas.

—Tampoco hubiese cambiado de opinión aquí o en Chicago, la razón es simple, nunca dejé de amarte, las cosas a veces no cambian, no sé si hubiese necesitado más tiempo para olvidarte pero la verdad es que seguía pensando en ti, todavía estaba enamorada por eso es que seguramente volverte a encontrar hubiera sido un alivio, solo quería saber que estuvieras bien.

—Oh Amber —juntó nuestras frentes, me percaté que su respiración volvió a acelerarse, pegó sus labios en mi frente y habló sobre mi piel con una voz tierna y cariñosa —Eres tan buena, no te merezco, podría dar todo lo que tengo para recompensarte toda la bondad que tienes por mí, eres como mi salvación, sin ti, jamás hubiera podido estar aquí.

Sonreí y después me recargué en su pecho, manteniendo más fuerte mi sonrisa, me envolvió en sus brazos y yo me sentí feliz de estar en mi refugio personal que era su cuerpo y sus brazos a mi alrededor, me gustaba estar ahí, reposando mi cuerpo en el suyo, escuchando y sintiendo los latidos de su corazón como una canción de cuna, arrullándome y siendo protegida por el calor que emanaba siempre de él.

—Solo no me dejes ni me lastimes de nuevo y con eso estamos a mano.

Descansó su rostro en mi cabeza y sus brazos se apretaron más a mi cuerpo, como si quisiera realmente protegerme, manteniéndome muy unida a él para que fuésemos una sola presencia.

—Jamás volveré a hacerlo, te lo puedo jurar por lo que más quieras, puedo ponerme de rodillas, puedo hacer lo que quieras para probártelo, jamás dañaría a la única cosa realmente valiosa que tengo en mi vida y eso eres tú, te cuidaré para no perderte nunca más y te amaré incondicionalmente para darte reales razones para quedarte.

—¿No más engaños? ¿Ni mentiras?

—Nunca —admitió con firmeza y una sinceridad real, auténtica, así que supe que era verdad —Ya no más.

Siendo honesta, había existido una mínima duda en mí acerca de volver a creer en Evan pero las cosas buenas y malas que habíamos pasado me habían hecho ver que él era alguien a quien podía amar de nuevo y con toda la libertad del mundo, sin miedo, ni riesgos, porque no habría nada que me hiciera perderlo otra vez.


(...)

Después de la noticia de Meghan, al día siguiente fui a visitarla a su casa, moría de ganas por saber las novedades que me tenía después de haberle gustado mis fotografías, Evan estaba igual de optimista que yo y sabía que una buena oportunidad se venía para mí y mi carrera de fotógrafa. No podía engañarme a mí ni a él, estaba nerviosa, se me notaba cuando llegamos a la casa de Meghan, al saludarla no pude evitar el temblor en mis manos y mi cuerpo entero, le aclaré que era por el frío que hacía afuera aunque seguro ella sabía la verdadera razón pero solo sonrió con empatía.

Nos ofreció té y después sin tanto rodeo me habló de lo que yo ya moría por saber.

—Tus fotos son estupendas, me han encantado y tienen un estilo muy propio de ti por lo que pude ver en las tomas, pocas veces me ha tocado ver estilos realmente auténticos y me gusta eso —dio una sonrisa sincera, me veía directamente a los ojos porque era firme pero no muy exigente y supe que las fotos de verdad le habían gustado —Y déjame decirte que ese tipo de trabajos no los veo muy a menudo.

Sonreí, Evan me tomó de la mano y me dio un apretón, me sentía sobre las nubes, el corazón me latía rapidísimo, quería esconder mi cara para poder gritar, me estaba conteniendo mucho para poder expresar mi verdadero agradecimiento.

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin