xviii. trusting issues

Beginne am Anfang
                                    

Alexandra suspiró para cuando le extendió un periódico que tenía enrollado en su mano izquierda; Layna frunció el entrecejo, puesto que, no entendía lo que sucedía más no dudó en tomarlo. Al extenderlo sus ojos se fueron por el nombre del mismo: New Orleans Times. La bruja volvió la mirada sobre Alexandra, la confusión estaba instalada en su semblante.

—¿El Barrio Francés? —la sensación de impresión rápidamente la cubrió. Alexandra sabía bien que Layna no entendía lo sucedía, debido a que no había pisado el Barrio desde que la misma tenía seis años, cuando su familia fue descomulgada del Aquelarre —¿Qué hago aquí?

—Mira la fecha... —señaló. Layna regresó la mirada al papel notando la fecha que databa ese día lo cual al leerla le pareció imposible. Si las cuentas que estaba haciendo en su cabeza eran correctas, desde ese día que recordaba hasta la fecha habían pasado casi nueve meses. Layna miró a Alexandra.

—¿Qué...? —pero su mente no fue capaz de formular pregunta alguna. La impresión junto con al falta de vació del registro de aquel tiempo se mezcló al punto de sentir que no estaría lejos del borde de un ataque de pánico. Alexandra siguió con la mirada a Layna, como esta pasó de estar de pie a tumbarse en la cama cuando sus piernas decidieron fallarle, en sus ojos pudo notar el estado casi catatónico en el que se encontraba.

No podía imaginar como se estaría sintiendo en aquel momento.

—Llegaste aquí hace poco menos de dos meses —Layna la miró con confusión. Le era imposible recordar ello, para la bruja eso jamás sucedió —. No lo recuerdas porque no eras tú la que estaba en control de tu cuerpo... —hizo una pausa cuando un suave suspiro escapó de su nariz —. Arthemisa Morganson te poseía. —la confesión hizo que pronto Alexandra sintiera el alivio opacado por la culpa. Puesto que, si no le hubiese pedido a Layna ayuda, quizás nada de eso le estuviese pasando ahora. No podía dejarse de culpar por el estado actual de la bruja.

—¿Cómo...? —hizo una pausa. Pasó su mano por su boca, ese espacio en blanco pronto se hizo presente en su mente. Tomó una inhalación —¿Ella esta bien? —interrogó con rapidez. El énfasis en el articulo le hizo entender que se refería a Hope; eso sorprendió a la joven Alfa con gratitud. A pesar de que en ese momento le acaba de dar una noticia terrible, el pensamiento de su amiga iba directamente a la bebé.

Una sonrisa almaceno apareció en sus labios. —Ella esta perfecta —aseguró dando unos pasos hacía ella tomando asiento a su costado. Layna la seguía con la mirada más tranquila, solo podía imaginar lo peor que había sucedido si Arthemisa Morganson había estado portando su rostro. Su peor pensamiento fue hacía la bebé —. Ahora está en el recinto, prometo llevarte —agregó. Layna asintió con suavidad volviendo la mirada al periódico, todo aquello aún parecía irreal —. No te culpes de nada, no tienes nada por lo cual hacerlo. No fuiste tú, eso lo sé. —estableció. La bruja la miró, por supuesto que lo hacía, se sentía culpable por los escenarios terribles que podían haber sucedido los cuales su mente le proporcionaba.

—De alguna manera, lo entiendo... —inhaló con pesadez —. Pero ella... Tomó mi identidad —la miró —. En pro de dañarte, solo me imagino lo peor. —Alexandra desvió la mirada. No podía negar que ver el rostro de Layna solo le recordaba cosas que quería olvidar, pero también los buenos recuerdos seguían ahí. Intactos.

—No importa lo que ella hizo, no eras tú —reforzó. A pesar de que Alexandra sabía que eso no sería fácil de que la bruja asimilara, el primer paso estaba dado, la confianza que la joven Alfa seguía depositando en ella junto a la amistad que permanecía inquebrantable. Layna asintió con suavidad cuando le regalo una sonrisa —. Vamos, te llevaré a que te cambies y descanses un poco. —propuso al colocarse de pie. Alexandra le sonrió reforzando las palabras para cuando Layna se colocó de pie dispuesta a dejar ese lugar atrás.

² 𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt