Ilusión

Cápitulo 3

Al sonar el timbre para salir al receso, me empecé a sentir nerviosa, salí del salón y empecé a caminar hacia el salón de Demon. Lo vi dirigiéndose hacia mi con una sonrisa.
-Ya iba a ir por ti-me dijo buscando mi mano.
-Gracias, ¿No piensas comer?-le pregunté, yo nunca comía en ese receso, me esperaba al grande.
-No, prefiero platicar contigo-me dijo apretando mi mano.
Seguimos caminando hasta que pasamos por detrás del edificio de la preparatoria y caminamos por un jardín que había detrás del edificio. Demon se paró y me jaló hacia él para abrazarlo, lo abracé fuerte, el olor de su cuello era tan fuerte que cuando terminó el abrazo seguía teniendo su olor dulce.
-Desde que te conocí me enamoré de ti-me dijo caminando tomándome de la cintura . Empecé a dudarlo porque lo conocí cuando tuvo 2 novias en un año escolar.
-Pero...-pensé en preguntarle que porque se dio a conocer como alguien que cambia de novia a cada segundo, pero no.-¿Porqué cuando terminaste con Sara tuviste otra novia y no me dijiste nada?-le pregunté.
-Por qué a ella la conocía desde hace años y cuando terminé con Sara, me dijo que siempre había estado enamorada de mí-me contestó, empecé a dudar de que si era cierto,pero no le dije nada. Ya nos dirigíamos al edificio de la preparatoria cuando sonó el timbre para que entráramos a los salones.
-Adiós, cuídate mucho-me dijo apretando mi mano y después soltándola.
-Igualmente-le dije dirigiéndome a mí salón.
Al entrar vi a Renata sentada en su lugar, me dirigí hacia ella.
-¿Cómo te fue?-me preguntó
-Bien, creo-le contesté y empecé a contarle de lo que Demon me contestó.
-El es un mentiroso, puede llegarte a enamorar mucho pero luego te va ha partir el corazón como él lo hizo con todas sus ex novias-me dijo advirtiéndome.
Yo sólo asentí.
Al llegar a mi casa me puse a pensar si lo que Renata me dijo era cierto, sólo dudé un poco porque era obvio que él era así porque se creó la fama de que lo conocieran así, todos sus amigos han conocido a las millones de novias que él ha tenido. Decidí relajarme y empezar a arreglar mis cosas para el día siguiente. Al estar en mi cama leyendo, me acordé de lo que pasó en la mañana. No me lo quería encontrar, porque iba a hacer cosas que me iban a enamorar y estaba segura de que iba a destruir mi expectativa que yo tenía del amor. Estaba segura de que tenía que terminar con él.