Capítulo 23: El nuevo prometido

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Llegaron a Muelle de Loto lo más rápido que les fue posible. De inmediato, Jiang Cheng encerró a su sobrino en la habitación que usualmente ocupaba, protegió el lugar con talismanes y ordenó a Hada no moverse de su puerta. Luego, le dio de beber mucha agua para mantenerlo hidratado, la cual también contenía medicina para que se mantuviera somnoliento y no se hiciera daño así mismo. Abandonó la habitación y desplegó a varios sirvientes beta confiables para ocuparse de algunas necesidades, vigilarlo y cuidar de que Hada, quien se tomó a pecho su labor, comiera y tomara agua.

La tensión del viaje, preocupación por su sobrino cayó sobre sus hombros. Cansado se encontraba hasta que sintió un abrazo desde atrás. No tenía que girar para saber quién era.

—Debes de descansar.

Jiang Cheng recibió con gusto los besos en su cuello.

—¿Ya llevaron tus pertenecías a mi habitación?

—Lo hicieron. —Respondió aquella voz gentil.

El omega se giró quedando aun envuelto en los brazos del alfa. Todo era muy diferente. Ahora tenía alguien que se preocupara por él.

—No te preocupes, JinLing logrará volverse tan independiente y poderoso como tú. —Susurró Xichen adivinando cual era la preocupación más grande de su pareja.

—Temo por él. —Confesó. — Que pasaría si yo no estoy ahí. Te imaginas, así como está pasando un celo.

—Tranquilízate. Ahora enfoquémonos en cuidarlo, luego en entrenarlo. Es un chico hábil y tiene mucho potencial, logrará ser un gran líder.

Besó la frente de Jiang Cheng, mientras sus brazos lo apretaban contra su pecho.

—Si deseas, podemos esperar a que él se recupere para hacer el anuncio de nuestro compromiso aquí.

El omega observó el rostro de su alfa, vio que esa posibilidad le entristecía a pesa de su voz gentil y su sonrisa suave.

—No. Me diste mi lugar, aunque los ancianos Lan te insultaran, yo haré lo mismo aquí. —Respondió seguro. — No puedes ser tratado como un invitado mientras murmuran que eres mi amante. Xichen, te has comprometido no solo conmigo sino con Muelle de Loto. —Explicó serio. Para él era necesario que su alfa comprendiera cuán importante era su territorio, su hogar. Le había costado construirlo, así que deseaba que sus discípulos supieran que tenían un líder respetuoso, no alguien que tiene relaciones sin matrimonio.

—A-Cheng, te prometo que protegeré nuestro hogar con mi vida.

Se fundieron en un abrazo reconfortante, ambos se tenían el uno al otro a partir de ese momento. Y Muelle de Loto se convertiría en su hogar, donde lo llenarían de buenos recuerdos, de amor y de calidez familiar. Escribirían un nuevo capítulo en la historia de la secta Jiang.

En ello, escucharon varios pasitos apresurados. Eran los tres cachorros de Jiang Cheng. Ambos se agacharon y los canes los saludaron con mucho ánimo. El subordinado que los había cuidado se disculpó por la interrupción.

—No te preocupes, nosotros nos encargamos de ellos a partir de ahora. —Indicó Jiang Cheng mientras dejaba que HuanHuan le lamiera la mejilla.

El subordinado asintió y se retiró. Era uno de los betas que más confiaba Jiang Cheng, por eso le entregó el cuidado de los canes.

—Parece que aún me recuerdan. —Murmuró Xichen disfrutando de las lamidas de los canes. — Se han puesto muy grandes y lindos.

Los tres aullaron de felicidad dándole la razón a Xichen. Jiang Cheng negó, él se había esforzado mucho para mantenerlos disciplinados, pero sospechaba que Xichen los iba a consentir demasiado.

El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora