𝐂𝐀𝐏 𝟐𝟗

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—Doie —lo llamó Cha, acercando la boca a su oreja para que le escuchara mejor, sobre el ruido del local. Al no recibir una respuesta, continuó—. ¿Todavía tienes ese novio?

¿Novio? ¿Qué estupideces estaba diciendo? DoYoung no tenía... Oh, se estaba refiriendo a JaeHyun.— ¡No es mi novio!

—¿No lo es? ¿Terminaron?

—Algo así —Ni siquiera DoYoung comprendía qué eran. Novios falsos además de amigos además de un romance unilateral. Era complicado, muy complicado para explicarlo con tanto líquido azul en el cuerpo.

—¿De verdad? ¡Entonces los dos estamos solteros! —rió Cha. DoYoung frunció el ceño, sosteniéndose de los hombros de EunWoo para estabilizarse y verle a la cara.

—¡Creí que tenías novia! —exclamó para que el otro le oyera.

—Yo... terminé con ella. Hace un tiempo.

—¿Qué? ¡Pero si eran tan bonitos juntos! —lamentó DoYoung, recordando las fotos que el chico le había enseñado. Dios, era una pena—. ¿Qué pasó? ¿Por qué terminaron?

EunWoo inhaló hondo, mirando directamente a los ojos de DoYoung, tan intensamente que Kim pensó por un momento que iba a golpearlo. En cambio, y en contra de cualquier expectativa que hubiese tenido, el chico le sonrió. Le sonrió y lo atrajo más hacia él.

—Porque me gustas tú —dijo EunWoo. Espera, ¿qué? DoYoung se congeló en su lugar, sin ser capaz de procesar adecuadamente la información, más siendo consciente de que las palabras habían sido dichas.— Me gustas de verdad.

Le gusto... ¿Pero qué...? ¿Estaba sufriendo de alucinaciones? ¿Eran efectos secundarios del líquido azul? ¿O era EunWoo quien estaba delirando? ¿Acababa de decir que...?

—No he dejado de pensar en ti desde aquella noche —confesó. Los labios de DoYoung se entreabrieron. No podía creer que esto estuviese pasando—. Eres lindo y simpático y nunca me había sentido así antes, por nadie. Amo hablar contigo y me gustaría que... que me dieras una oportunidad.

Tenía que ser una broma.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Tres incógnitas que eran imposibles de resolver, menos cuando apenas podía aceptarlo. EunWoo tenía novia, por el amor de Dios, y había puesto fin a su relación por... ¿Por qué? ¿Por DoYoung? ¿Es que EunWoo se había vuelto loco? Esto... ¿esto significaba que DoYoung era un maldito rompehogares?

No. No tenía culpa de nada. Los sentimientos de EunWoo habían causado esta situación. EunWoo era quien estaba... confundido. Solamente estaba confundido. No existía manera de que su atracción por DoYoung fuese romántica o real. No era posible.

—Vamos, Doie. —dijo juntando sus frentes. DoYoung no podía reaccionar, mucho menos apartarse—. Dame una oportunidad y te demostraré que puedo ser lo que quieres.

¿Lo que quiero? Resultaba un tanto irónico. Porque EunWoo era, extrañamente, lo que DoYoung quería. Lo que DoYoung había estado esperando, un príncipe azul de cabellera sedosa, apareciendo en su vida repentinamente, con una sonrisa perfecta, y una actitud amigable. ¿Entonces? Fácil. Solamente debía decirle que reciprocaba sus sentimientos, luego sellarían su unión con un beso y podrían vivir felices para siempre. Era el sueño. Era el cuento de hadas que había anhelado. Era... ideal.

Pero no era JaeHyun.

—Doie —susurró Cha a pocos centímetros de distancia. DoYoung le miró, buscando en su corazón aunque fuese una pizca de atracción por él, sin hallar nada—. ¿Qué dices? ¿Podemos intentar?

Estuvo a menos de dos segundos de negarse, de separarse de EunWoo para explicarle que no deseaba darle falsas esperanzas, pues gustaba de alguien más. Conocía a EunWoo lo suficiente para saber que no insistiría y que respetaría la decisión de DoYoung sin cuestionárselo.

Sin embargo, su voz se estancó en su garganta, cuando una mano asió su muñeca y lo alejó de EunWoo abruptamente. Trastabillando debido al alcohol, chocó contra un cuerpo ajeno, quien lo sostuvo ahí, con cuidado de que no perdiese el equilibrio. El aroma conocido impregnó sus narices.

—¿Qué crees que haces? —Escuchó a EunWoo exclamar por encima de la música.

—Soy su novio.

—Acaba de decirme que no eres su novio.

—Dice tonterías cuando está ebrio.

No hubo más replicas, por ninguna de las dos partes. El brazo que sujetaba su cintura, ahora lo dirigía hacia la salida del bar, escabulléndose entre las personas que ocupaban la pista.

DoYoung no comprendía nada de lo que estaba pasando. ¿Qué hacía JaeHyun en el bar? ¿Había ido a buscarle? No, probablemente... había una explicación más lógica, que no acelerara el corazón de DoYoung de la manera en que la actitud inesperada del castaño lo estaba haciendo en aquel instante. Quizás había ido por unos tragos con unos amigos y lo había visto por coincidencia.

Pero eso no explicaba por qué lo estaba sacando de ahí, o por qué lo había apartado de EunWoo tan vehemente. ¿Estaba... celoso? Ah, DoYoung sacudió la cabeza, qué va. ¿Cómo iba a estar celoso? Debía parar de cometer tales conjeturas, sobre todo considerando que JaeHyun ni siquiera tenía motivos para sentirse de esa manera.

Fuera del bar, el frío de la noche le caló hasta los huesos, haciendo notorio el cambio brusco de temperatura. JaeHyun percibió los temblores del pelinegro y se deslizó fuera de su chaqueta, para cubrir con ésta los hombros de DoYoung.

—Gracias —susurró el pelinegro con timidez. JaeHyun asintió, segundos antes de que su mirada se posara en la suya, robándole el aliento—. JaeHyun...

—Llamaré a un taxi para que te lleve a casa.

Una ola de decepción abrumadora lo embargó al entender qué era procurar que nadie tratara de sobrepasarse con él, y llegara a casa sano y salvo. Jung JaeHyun comportándose tan correctamente era... frustrante.

—No me mires así.

DoYoung arqueó ambas cejas con desconcierto, percatándose de la expresión dolida en el rostro de JaeHyun.— ¿"Así" cómo?

—Como un cachorro mojado que necesita de mí —El pulgar acarició su labio inferior y DoYoung suspiró ante el toque—. Necesitas descansar, bebé.

—No estoy cansado —aclamó, en un mísero intento de alargar el tiempo reducido que compartía con JaeHyun. Quería quedarse un poquito más, sólo un minuto más.

Las fosas nasales del castaño aletearon.— Llamaré al taxi.

—P-pero yo no-

—Te vendrás conmigo a mi departamento.

Los ojos de DoYoung se ampliaron con sorpresa, observando atentamente al castaño que ahora retiraba el teléfono de su bolsillo para realizar la llamada. Un hálito huyó de entre sus brazos, cuando su respiración se hizo agitada, por el golpeteo fuerte dentro de su pecho.

¿A su departamento?

Esperaron a que el taxi arribara, envueltos por el silencio y el frío, parados a ínfimos centímetros el uno del otro. DoYoung se rebozó en la chaqueta que desprendía el aroma de JaeHyun, con las mejillas sonrosadas y el corazón inquieto, mientras sus dedos se entrelazaban con los del contrario, otorgándole su calor y dándose cuenta nuevamente de lo hondo... hondo que había caído por él.

Pero bueno... ¿Qué tan malo podía ser otro corazón roto?

'RENT A BOYFRIEND' ─JAEDO Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ