— ¿Eh? — es lo único que logra articular.

— Sabemos que estás viendo a alguien mayor.

— Y-yo…

— No hay excusas para lo que están haciendo — dijo su madre.

— Nosotros lo toleramos hasta cierto punto, pero no que venga de nuestro propio hijo…

— Papá — susurra ante lo dicho por el hombre, aprieta sus ropas.

— Será mejor que decidas, al estar con ese o estar con nosotros, tu familia — dice su madre.

— Piensalo, porque ambos no los tendrás.

— Ve a tu habitación.

Sin decir nada se pone de pie toma su mochila y se va a la habitación. Asegura la puerta, se tira sobre su cama. Piensa en lo que ambos le han dicho pero cómo elegir, él ama a su familia pero también lo ama a él.

Toma su celular, le marca hasta que toma la llamada. Le cuenta lo que está sucediendo, Sero no se sorprende pero no se lo hace saber a Kaminari.

— Quédate con ellos — lo escucha decir, su cuerpo empieza a ponerse pesado.

— Pero…

— Es lo mejor.

— Debe haber otra solución, o acaso es que sólo soy una molestia para ti, lo soy por eso me dices eso…

— Te amo, pero entre tu familia y yo, es mejor que los escojas a ellos. Ya te había dicho que mi intención no es que pases por lo mismo que yo, que los pierdas sería la último que permitiría. No quiero ser el causante que rompas lazos con ellos.

— De acuerdo… — aceptó llorando.

— Te amo, no lo olvides.

— También te amo.

La llamada finalizó. Kaminari lloro toda esa noche, pero aunque Sero le haya dicho eso no quiere perderlo, ni a su familia ni a él.

A l mañana siguiente baja, su sonrisa sincera desapareció en cambio muestra una totalmente falsa.

— ¿Qué decidiste? — ni siquiera un saludo antes de regresarlo a la realidad.

— Ustedes… — se sienta y empieza a desayunar.

— Verás que es lo mejor — escucha que dice su madre.

Termina su desayuno, sale de casa sin despedirse de ellos. El viento que corre fuera esta muy helado, camina con sus manos en los bolsillos. Suspiros salen seguido de sus labios un poco resecos.

Llega a la escuela y ve a sus amigos felices. ¿A caso no existe para él esa felicidad? Niega con su cabeza para alejar las malas ideas. Sólo debe ser fuerte.

Lloró en brazos de Kirishima empapando su camisa, Suki sólo se encogió de hombros no dándole importancia.

— Entonces te decidiste por tu familia antes de tu amor.

— Y-yo…

— Katsuki no lo hagas sentir mal — regaño Eiji.

— Pero no se te hace raro todo esto.

— Tienes razón — apoyó el pelirrojo.

— ¿Q-qué quieres decir? — pregunto dejando de llorar. Limpio su rostro.

— ¿Cómo se enteraron tus padres que salías con él? ¿Por que él decidió eso? O sea, no es un poco sospechoso.

— Ahora que lo dices… — Kami se puso a pensar en lo que su amigo está diciendo — ellos no debían saber nada ya que nunca deje evidencia, a menos que me hayan seguido o que alguien haya ido con el chisme.

SeroKami Week2020Where stories live. Discover now