— ¿Qué? ¡No! Por supuesto que no... es solo que....

—Es solo qué, Saúl —volvió a estar molesta, molesta con él, con ella, con ambos.

—No puedo estar contigo, Kala —admitió.

—No es como si te estuviese pidiendo matrimonio —dolida miró por la ventana, nunca esperó que el primer chico que en verdad le gustara fuera tan inestable, tantos chicos y tuve que venir a sentir algo por este, era una idiota.

—Nunca te entregare mi corazón ¿entiendes? —Saúl se puso de pie hasta quedar solo a unos centímetros de Kala, ahora ambos estaban cerca, sus alientos se mezclaban, sus olores se abrazaban—. Yo no puedo estar con nadie ahora mismo, necesito mi espacio y organizar mis pensamientos.

— ¿Por qué me ilusionaste?

—No fue mi intención.

—Esa no es una excusa —quería golpearlo, morderlo, arañarlo así como él lo estaba haciendo con sus palabras.

—Y por eso me arrepiento.

—Tus remordimientos no solucionan nada Saúl. ¡Joder! ¿Por qué sigues estancado en el pasado?

— ¿De qué hablas?

— ¡Del accidente! ¡De Kyara!

— ¿Cómo sabes su nombre? —preguntó confundido, no le había dicho su nombre y si lo hubiese hecho pues lo olvidó.

—Eso no importa, debes dejar de ser un estúpido y empezar a darte una oportunidad con las personas, no solo estar encerrado perdiendo a las personas que solo intentan llegar a ti —Kala caminó hacia delante acercándose un poco hacia su cuerpo, tocó su mano pero Saúl la retiro.

—No puedo.

— ¡Ya supéralo! Kyara no volverá maldita sea, deja de actuar como un bebé y empieza a superar las cosas —estaba enfadada. Enfadada consigo misma por estar en esta situación, sentía que estaba rogando por el amor de Saúl, ella no merecía eso.

—No quiero que vuelvas a hablar de Kyara.

—Saúl...

—Sal de mi habitación, Kala —pidió molesto. Ambos lo estaban.

Me has lastimado, Saúl —su voz sonó rota al pronunciar esas palabras, tanto, que golpearon a Saúl justo en el pecho, nunca había escuchado ese tono de voz en Kala y estaba de acuerdo en que no quería volver a escucharlo.

—No me odies —pidió con tono firme llevando su mano al cabello de Kala, cabello que día atrás había enredado en sus manos, cada que ambos se besaban no perdía la oportunidad de tirarlo un poco hacia atrás, ahora jamás volvería a hacerlo.

—Es difícil no querer hacerlo —Kala se alejó de su contacto, miró una última vez y salió de allí dejando su olor y el sentimiento de dolor que había sentido.

Destrozado se dejó caer en la cama, cubrió su rostro con las manos y como un niño pequeño empezó a llorar ¿Por qué las cosas tenían que ser así? ¿Por qué no podía darse la oportunidad de empezar de cero y ser feliz? ¿Por qué sentía que lentamente estaba perdiendo algo importante? Había terminado todo con Kala antes de que empezara y ahora sentía que había tomado la peor decisión de su vida sin embargo, una parte de él aun le pedía respeto por Kyara, respeto por el amor que había sentido a su lado, respeto por algo que sabía que jamás retornaría. Era un tonto al dejar marchar un futuro amor por estar encadenado a uno que no volvería.

*****

Descansaba en la cama mirando el techo de la habitación de Sarah, se sentía miserable e infeliz, triste y sola. Saúl la había utilizado como nunca nadie había hecho con ella ¿su excusa? No podía darse una oportunidad con ella. Dean le había dicho que después del accidente no había salido con nadie, que se sentía culpable por la muerte de su antes novia y mejor amigo, ¿aun seguiría enamorado de ella? Insostenible, se dijo. Era casi imposible que Saúl continuara enamorado de una persona que se encontraba muerta ¡vamos! ¿Qué tan mal de la cabeza debe estar para seguir enamorado de una persona que ya no existía? era bastante difícil de creer, desechó el pensamiento de su cabeza al instante, era obvio que Saúl no seguía enamorado de Kyara y si era así ya no le importaba lo mejor era mantenerse alejada y olvidar lo que en algún momento tuvo con el rubio.

Aunque no pueda VerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora