Capítulo 25 : Lo siento

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"Ese show fue solo estupidez. Ella siempre arma fiestitas cada vez que sale con un tipo, han sido como quince hasta ahora. Solo que esta vez ha estado mi madre, ¿y sabes por qué ha estado? Porque el idiota de Soobin tiene empresas que están yendo bien y le conviene unir a ambas familias. Tú sabes, donde hay dinero, baila el mono."

"De todas formas, Junnie, no estuvo bien. Ahora empezarán a hablar sobre esto y..."

"Que hablen, no me importa. Al final, todo el mundo habla, no hay forma de que les calles la boca" Se quedó en silencio durante un momento y se levantó de repente, con su mano sujeta aún sujeta a su cuello "Lo siento, pero... ¡son celos, Beomgyu! ¡Estoy celoso! ¿No te colmaría acaso si ves que una tipa empieza a abrazarme y a insinuárseme?"

Que diablos.

¿De dónde diablos había salido eso? Se quedó tieso, viendo como Beomgyu negaba con la cabeza y la esquina de sus labios empezaba a curvearse en una de sus sonrisas.

"No lo haría. Porque yo confío en ti, Yeonjun."

"Bien, yo no me fío de él. Sé que me pasé de bruto y aunque me hubiese gustado dejarlo peor, lo siento, Beomgyu, lo siento y la próxima vez, lo llamaré y lo mataré afuera."

El menor estornudó otra vez y de repente, corrió y se abalanzó hacia su cuerpo, rodeándolo con toda la fuerza de sus brazos y apegando el rostro a su hombro, escuchando el sonido de su respiración.

"Yo te quiero mucho y solo tengo ojos para ti. No quiero que tengas problemas ni que nadie te ande diciendo cosas de ese modo, sobre todo si se trata de tu familia, porque sé que ellos se preocupan por ti y si las dicen, no las dicen de corazón. Por ejemplo, tu hermana quería que estés ahí, porque te quiere."

En otras circunstancias, hubiese enviado al infierno a quien quiera que le hubiese dicho eso. Detestaba los consejos, detestaba que le hablasen de ese modo, que le hablasen de su familia, que le quisiesen hacer entender, que tratasen de cambiarlo, pero de él; de él no podía odiar nada.

Colocó un brazo alrededor de su espalda, mientras sentía que su respiración se normalizaba.

"Bien, mañana le diré que lo siento a ella también y dejaré que me golpee y se arme todo el espectáculo que quiera."

"Está bien..." Beomgyu se río contra su hombro y profundizó el abrazo.

Yeonjun se separó al instante y lo tomó de la barbilla, sumergiendo su boca en la suya. Sentir su sabor, su calidez, su fragancia, su textura era un sentimiento que lo apresaba y que le hacía vibrar. Era mucho mejor que los cigarrillos o el alcohol. Rodeó su cintura firmemente con la mano, mientras la efervescencia del momento le iba derritiendo todos sus pensamientos poco a poco.

Y de repente, el sonido de tres golpes sobre la puerta los sobresaltó por completo.

"¡Yeonjun, abre la puerta! ¡Sé que estás ahí! ¡Ábrela de una vez! ¡No me hagas gritar ni llamar a tu padre!" El muchacho se separó y se quedó mirando la puerta con el rostro empalidecido "Ahora mismo iré por las llaves. ¡Beomgyu! ¿Beomgyu, hijo, dónde estás? ¡Beomgyu!"

Yeonjun arqueó una ceja y observó sin preocupaciones cómo Beomgyu rompía en nervios y se quedaba quieto, sin mover un músculo, con los ojos sobre la puerta. El color solo le volvió al rostro cuando escuchó el sonido de los tacos alejándose y bajando los escalones.

"Junnie, me tengo que ir" murmuró, algo desesperado, aunque todavía sin moverse.

Se mantuvo así durante dos minutos hasta que finalmente se decidió por inhalar con profundidad y correr hacia la puerta, aunque Yeonjun se movió antes y lanzó todo su peso sobre ella, impidiéndole así el paso y mirándolo de forma un poco entretenida.

"¿Por qué no solo te quedas y le dices que venías a darme el beso de las buenas noches que ella nunca me da?"

"¡Yeonjun!" se quejó Beomgyu, mordiéndose los labios con desesperación.

"O mejor dile que venías a gritarme y a darme el sermón del día con besos incluidos."

"¡Por favor, Yeonjun!"

"¿Y qué pasa si no quiero moverme?"

Le pareció divertido la forma en que su rostro se fruncía de impotencia y cuando abrió sus labios para volverse a quejar, los capturó en un rápido beso, atrayéndolo hacia sí mientras abría la puerta con su mano libre y luego se separaba, empujándolo con cuidado hacia afuera. Apenas lo hizo, el menor salió corriendo escaleras abajo y él se volvió a meter a su habitación, quitándose la camisa, sacándose los zapatos y lanzándose en su cama, con los ojos nuevamente en el techo.

Los tacos no tardaron en volver a ser oídos y la mujer se presentó al instante, ingresando de forma apresurada y cerrando la puerta detrás de sí.

"Aquí estabas. Ahora sí, me vas a escuchar. Eres una desgracia y la verdad es que no sé qué te pasa, siempre quise creer que estabas pasando por una mala etapa y que cambiarías, pero esto ha llegado al colmo, ¿qué te pasa, Yeonjun?..."

Se encogió de hombros, sin decir nada. Ahora tendría que soportar el verdadero espectáculo e intentar no perder los cabales mientras lo hacía. Al menos, pensaría en él: el canalizador de su odio, la persona que le ponía la cabeza al revés, que lo tenía jodido, que le hacía enfrentar todos sus demonios y que lo estaba llevando a un laberinto al que prefería no intentar buscarle la salida.

Él.

Siempre, él.

Beomgyu.

⩇⩇.   ૮ᅠinocencia pasionalᅠ✶ᅠyeongyuᅠキ   💀   %   ›حيث تعيش القصص. اكتشف الآن