Shadowhunters "Begin"(Alec Lightwood y tú)

Capítulo 2 |T.3|

—Gané—dice Alec

—No me subestimes—ataco varias veces, lo empujo y mientras se iba deslizando pateo su cuchillo, se abalanza sobre mi forcejeamos y tira mi cuchillo. El combate seria cuerpo a cuerpo.

—Mi favorito—. Tiro tres patadas al mismo tiempo y en la tercera logro derribar a Alec, ágilmente tomo mi cuchillo y me paro frente a él con el cuchillo apuntándole—No me gusta perder—sonrío egocéntrica. Alec me jala y me tumba, hábilmente me subo en su tórax—Game Over—me inclino a besarlo pero nos interrumpen

—¿Tienen un minuto?—pregunta Luke entrando a la sala.

—Sí—respondo con la respiración agitada.

Ambos nos paramos y comenzamos a seguirlo, en el transcurso del recorrido una chica le entrega una tablet a Alec y comienza a checar la información.

Llegamos a la sala y Luke nos presenta un caso que atendió esta mañana

—Primero pensé que era mundano, el cuello cortado, el esposo desaparecido, pero luego noté los capilares negros en la herida.

—¿Su atacante estaba poseído?—pregunta Izzy

—Es probable—responde Luke

—Tal vez tiene que ver con los Wraith que desaparecieron—dice Alec

—¿Sabemos quién es el poseído?—pregunta Jace

—Su nombre es Tim Dempsey, enfermero del hospital St. Ambrose

—Una amiga de Magnus y conocida mía trabaja ahí, Catarina—digo

—¿Por qué no van y ves que puedes averiguar?—pregunta Luke y asiento.

—Me prepararé—comienzo a caminar a mi habitación nuevamente asignada en el instituto.

El 40% del tiempo lo pasaba en mi casa, el otro 35% en el instituto y el restante 25% estudiando y entrenando con Magnus.

Me ducho rápido y en un chasquido estoy lista.

Salgo de mi habitación y me encuentro a Alec listo en el pasillo.

—¿Vendrás conmigo?—pregunto

—Claro, no te dejaré ir sola, puede ser muy peligroso—.

—Lo aprecio, pero, ambos sabemos que puedo defenderme—.

—Aún así, andando—asiento y caminamos a la sala de control, donde Izzy y Jace nos esperaban para ir con nosotros.

—¿Y Clary?—pregunto

—Fue con Luke—me informa Jace

—Vamos—abro un portal y aparecemos a una calle del hospital, al llegar preguntamos por Tim Dempsey y nos mandaron al segundo piso.

—¿Partos?—pregunta Jace al ver los letreros

—Dempsey trabaja aquí—responde Alec

—Necesito azúcar—dice Isabelle y regresamos a verla—aprendí de mis reuniones que todos tienes una forma de calmar su antojo, el mío, los dulces—sonríe

—¿Dulces? Ni siquiera eras fan de los dulces—comento

—Ten cuidado, esas cosas te matarán—dice Jace

—Jace sí que sabe sobre la vida saludable. Volvió milagrosamente a la vida—dice sarcásticamente. Izzy y yo nos regresamos a ver y rodamos los ojos

—Ya lo hablamos. No volví—menciona Jace enfadado

—Jace, como tu parabatai sé cuando mientes—dice Alec molesto

—No estoy mintiendo—dice Jace harto

—Chicos, por favor, no hagamos esto aquí—regaño

—Bien—dicen Jace y Alec bufando

Llegamos a la enfermería del área de ginecología y Catarina se encontraba en recepción.

—Hola—saludo y comienzo a explicarle el caso que estábamos averiguando

—¿Tim Dempsey?—pregunta incrédula—No lo creo, es un santo. Trae su guitarra todos los martes para cantarle a los niños—responde

—¿Notó algún cambio en su comportamiento ayer?—cuestiona Izzy. Ella suspira y niega.

—Tratamos de establecer un cronograma para averiguar cuando ocurrió la posesión—informa Jace

—No, el estaba bien—regresa a ver a todos lados—De todas las personas ¿Por que diablos un demonio poseería a Tim?

—Quizá su aura—digo sin pensar y los cuatro regresan a verme.

—¿Cómo está Magnus?—me pregunta Caterina

Titubeo un poco—Bien ¿por qué?—pregunto

—Hablamos anoche y estaba como loco. Ser el Gran Brujo significaba todo para él—frunzo el ceño

—¿En serio? No ha sido eso lo que me ha dicho—digo extrañada—Iré a verlo esta noche—ella asiente. Terminamos nuestra investigación, Izzy consigue sus dulces y a un chico, le hacemos un poco de burla y regresamos al instituto.

—Tengo que ir donde Magnus, nos vemos más tarde—le digo a Alec, abro un portal y atravieso para llegar a la sala de estar, donde me encuentro a un Maguns semi-enfadado platicando con Raphael. Me era inevitable no sentir pena al verlo, por lo que pasamos juntos, o más bien, hubiera pasado.