Estaba en la fila para entrar al concierto, moría de ganas por verte en vivo, pero mis posibilidades de que me hicieras caso eran igual que intentar apagar la luz de la luna.
Pero de todas formas intenté llamar tu atención, pensé que no iba a funcionar pero cuando me diste una tierna sonrisa sentí mi mundo caer a tus pies.
El concierto continúa, ibas mucho al lugar donde yo estaba, no parabas de verme y pensaba qué tal vez no era a mi, busque por todos lados pero no vi a nadie que te viera igual que yo.
Cuando el concierto termina, salgo del estadio y comienzo a caminar, escucho como una camioneta pasa lentamente a mi lado y me comienzo a asustar, camino un poco más rápido y la camioneta acelera un poco. Para ese punto me asusto y comienzo a correr.
- ¡Espera! - escucho como una voz conocida gritaba a mi espalda, me doy la vuelta y veo sus lindos rizos siendo movidos por el viento - No quería asustarte, pero no estaba seguro de que fueras tú.
- ¿Es un chiste no? - dije asombrada - ¿Donde están las cámaras?
- ¿Cámaras? - preguntó confundido.
- Si la cámaras que están grabando esto.
- No hay ninguna cámara.
- Entonces es un sueño, esto no puede estar pasando.
- ¿Por qué piensas eso?
- Porque no, ¿Que tengo de especial yo, Por qué no otra chica?
- Me llamaste la atención, tu forma de emocionarte y tu mirada me atrajo, quiero conocerte más.
- ¿Enserio?
- Claro, de hecho iba a ir a cenar, ¿Quieres venir?
- No lo sé.
- Vamos, puede ser entretenido.
Su mirada llena de dulzura me convence y desde esa noche una mágica aventura comenzó.
