Capítulo XXVIII: Fantasmas del pasado

Start from the beginning
                                    

—Por lo que decidiste unirte a ella para simplificar tu búsqueda —contestó

—Así es

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Jerome, retomando el tema de antes —¿Cómo llegamos aquí?

—Interrumpí la batalla campal con mi habilidad y te golpeé para dejarte inconsciente para traerte hasta aquí —contestó mientras se sentaba completamente en frente de Jerome, aun manteniendo su sonrisa —lo siento por eso, me aseguré de que no fuese un golpe letal, así que no tienes de que preocuparte

—¿Y para que hiciste eso? —preguntó algo fastidiado —Me refiero el traerme hasta acá

—Ahora que te encontré, no puedo permitirme perderte de nuevo. Estás tan cegado por el odio aparentemente que seguramente no me escucharías y te irías nuevamente, rechazando mi oferta de irme contigo pensando que trabajo con Nevada y Blake, quienes resultaron ser jugadores también

—Entonces la loca y ese chico están trabajando juntos, vaya fastidio —contestó —¿Suponen un peligro?

—No podría decirlo a exactitud, jamás revelé ser un jugador como ellos, de ello ni siquiera yo sabía que ellos lo eran, por lo que desconozco sus capacidades. No solo eso, hay otro chico con ellos, su nombre es Henry y por lo poco que logré ver, él solo podría ser una fuerte amenaza.

—No entiendo, ¿Cómo es que sus dispositivos no intercambiaron información? Estando con ellos bastaría ver la base de datos para darse cuenta

—Jamás llevo conmigo mi dispositivo —contestó —por eso jamás nos percatamos.

—Bien, Rocío. Te haré una pregunta que decidirá mis próximos movimientos —dijo cambiando completamente el tono de la conversación —¿Tengo que considerarte una amiga o enemiga?

Rocío sonrió ante aquella pregunta, Jerome podía ser todo un estratega y genio en combate, pero vaya que era estúpido para entender a las personas y sus sentimientos.

—Te lo responderé de una manera que te gustará, te explicaré de qué va mi habilidad, así obtendrás información acerca de mí y notarás que me confío de ti —dijo Rocío —si eso no te basta, te diré cuál es mi punto débil. Descuida, no necesito que me digas la tuya a cambio. Mi cuerpo está formado mayormente por las células de una planta, que están legadas a mis células humanas sin ningún problema. Esto me permite recrear el proceso de germinación en cualquier parte de mi cuerpo, es decir, hacer crecer plantas, tallos, flores e incluso troncos por todo mi cuerpo. Para ello, necesito cuidar de mi cuerpo como si de una planta se tratase. Tomar mucha agua, llevar sol, comer bien y balanceado, para así asegurar que el crecimiento sea adecuado y el que quiero. Después de usar mi habilidad, necesito que se recargue, por decirlo así, el proceso de germinación no es algo que pueda hacer cada vez que quiero, podría terminar completamente deshidrata o sin energías, incluso muerta. Puedo ser tan delicada como una flor, o tan robusta como un árbol, todo depende del cuidado que me doy a mí misma.

—Entonces, tu habilidad consiste en controlar las plantas —interrumpió

—No, para nada, no puedo hacer algo como eso. Solo puedo hacerlas brotar a través de mi cuerpo. Jamás tuve la ocasión de luchar, por lo que todo lo que tuve acumulado durante este tiempo lo usé aquella vez. Si ves las noticias, te encontrarás por todos lados en primera plana un árbol de unos cuarenta metros que creció de la nada delante del tribunal. Eso fue obra mía, pero como te dije, lo gasté todo en ese momento, por lo que, al igual que tú, ahora necesito reposar y recuperarme poco a poco, llevando sol y tomando agua, justo como una planta.

—Entonces eres una especie de capullo, con plantas dentro de ti, esperando a que decidas que crezcan por donde te plazca —resumió

—Exactamente

AlteradosWhere stories live. Discover now