Z: Claro que si— afirmó seguro
Lo fulmine con la mirada mientras el mastodonte apretaba la mandíbula reprimiendo una carcajada
Z: Iré a la cocina por un poco de jugo, ni se te ocurra tocar algo.—amenazo— Ah!— se aparto caminando despacio pero luego se detuvo— ¿Quieres jugo?— preguntó.
Lo mire extrañada ¿Desde cuando trataba de ser amable? Seguramente si me bebía algo de lo que el me diera terminaría muerta.
N: No! Gracias— me apresure en responder.
Se volteó y salió de la habitación a la cocina por jugo.
Esta vez decido echarle un vistazo a la habitación. No me había percatado, pero todo olía a limpio y los muebles estaban relucientes. ¿Como es posible que con todo el trabajo que tiene, tenga tan reluciente su cuarto?.
Me dirigí al elegante muro que tenía en frente, justo ahí se encontraba una pequeña pintura de una familia, los padres y la niña. ¿Acaso no habrá una pintura de Zioul cuando era niño? Debería de haber uno, de seguro era adorable.
Me acerque y justo cuando pesaba agarrar el cuadro...
Z: Te dije que no tocaras nada — Di un salto del susto. Era tan silencioso que ni siquiera lo había escuchado entrar.
N: Son tus padres?— pregunte ignorando lo que con anterioridad había dicho.
Su mirada endureció y, aunque solo fue por un segundo vi que aquellos ojos cambiaron a una mirada triste. Pero rápidamente volvió a la compostura de un idiota orgulloso.
Z: Si.— respondió con sequedad.
N: Que linda hermanita, ¿ella está bien?— volví a preguntar.
Z: ¿Y a ti que demonios te importa — soltó a la defensiva.
N: ¡Vaya que carácter!— agregue sin sonar desafiante.— Solo tenía algo de curiosidad.
Z: Pues guárdate tu curiosidad para otro dia. No me gusta ser interrogado.
Trate de ignorar lo que paso hace un segundo, así que sin más me fui directo al escritorio sentandome.
N: ¿Y bien? Que "detalles" quieres que le agregue?, para mi esta perfecto— pregunte mientras tomaba aquel magnifico cuadro.
Z: ¿yo?— dijo perdiendo su mirada a la ventana— Es tu trabajo pensar, ya que tu lo rompiste.
N: Supuse que me darías alguna idea, ya que tengo el presentimiento de que me harás rehacerlo.
Z: Tienes razón — comento sin descaro. ¡El mismo lo aceptaba! — me gustaría que haya enanas inútiles...
Lo fulmine con la mirada, era obvio que se refería a mi. Pero yo no era enana, no es mi culpa que es sea un gigante estupido.
N: Ahg! Ya estupido, dime!
Z: Solo agrega detalles, las hojas secas están bien, pero has que caigan un poco, como si el viento las llevara, a los costados podrias dibujar a personas pequeñas que estén caminando en un bello día de otoño.— tomó un lápiz y empezó a trazar, unas líneas, ¿eran personas?— así, después has el resto, te ayude mucho
Entusiasmada, tome un pincel y comencé a dibujar y pintar, vaya, me sentía inspirada, ya todo estaba en mi cabeza, pfff era dueña del otoño, lo que había dicho el tarado era fantástico.
En todo el rato, él solo me observó sin emoción alguna. Solo veía y corroboraba todo lo que hacia, permaneciendo de mala gana a mi lado.
Estaba tan entusiasmada en hacer el cuadro que no me había dado cuenta del tiempo, luego de un larguísimo rato, había perdido la vista de Zioul. ¿Donde rayos estaba?
N: ¿idiota?— pregunte poniéndome de pie estirandome. Me dolía el trasero de permanecer tanto tiempo sentado.
Zioul estab recostado en su cama, durmiendo apaciblemente y yo como tonta estaba trabajando duro en ese cuadro casi toda la noche y el idiota solo había decidido irse a dormir.
Descarado de mierda.
Procedí a irme, estaba cansada.
Al abrir la puerta, todo, pero absolutamente todo estaba oscuro. Encima la habitación del idiota estaba muy lejos de la mía.
No tenía nada para iluminar y no sabía dónde estaba los interructores de esta casa.
MIERDA!
Corrió una brisa y rápidamente cerre la puerta, la oscuridad me aterraba, ni loca paso por ahí.
Genial, ahora tendré que pasar la noche aquí y estoy segura que cuando el gigante despierte, me sacará a patadas de aquí.
Hablando del gigante... le eché un vistazo y aún seguía dormido.
Su cabello castaño estaba a un lado dejando ver su apacible rostro.
¿Como es posible que alguien con una apariencia angelical al dormir, sea un completo imbecil?
Me acurruque en el sofá de su habitación y vaya que hacia mucho frío. Maldita Ro. Ni siquiera tenía sábanas o algo para cubrirme.
Intente cerrar mis ojos, pero al hacerlo escuche un extraño ruido.
Volteé a ver que era, pero la oscuridad evitaba a que visualizara.
Ruidos como si fueran arañazos se escucho hasta después escuchar un golpe.
Rápidamente corrí hasta la cama de Zioul. ¿Que eran esos sonidos? Y no cesaban. Me acurrique a su lado en silencio tratando de no despertarlo porque si lo hacía estaba segura que me echaría fuera en esa oscuridad.
Aunque resultara extraño, mi aturdido corazón se calmó. Estaba tan cerca de él que podía sentir su tibia respiración escuchando como exhalaba e inhalaba. Ya no sentía tanto miedo... mis ojos comenzaron a pesar y mi mente se estaba nublando.
Yo... estaba... dormir...
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CAPÍTULO 13
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