Capítulo 2

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-Tu... - es lo que sale de mi boca sin poder creer que este frente a mí.

-No soy una ilusión, ven y tócame – niego efusivamente, pero parece no gustarle.

-Lo siento, debo irme – doy la vuelta pero antes de abrir la puerta soy acorralada en esta por un cuerpo fuerte, ese calor que desprende me encanta, coloca mis manos estiradas en la puerta, un lado de mi mejilla y mi cuerpo están siendo aplastados por ella sin lastimarme, pasa su nariz por mi cuello olfateándolo y mi piel se eriza.

-No irás a ningún lado muñeca, no sin antes decirme porque demonios estas en un lugar como este y porque no te había visto antes – dice con su voz ronca en mi oído y siento una electricidad recorrer mi espalda y jadeo cuando siento sus manos acariciar mi cintura.

-Debo.... debo ir... irme – digo temblorosa por su cercanía.

-Solo vamos a hablar, no haremos nada que no quieras, pero no puedes irte, acabo de pagar mucho dinero para tenerte aquí, en mis brazos, frente a mí – dice repartiendo besos en mi cuello y yo me derrito gimiendo.

-Está bien, te creo, así que ¿De qué quieres hablar? – se separa de mi dejando un vacío y quiero que vuelta a abrazarme, me doy la vuelta y me quedo anonada al verla solo en bóxer, su cuerpo tiene muchos tatuajes y eso la hace ver mucho más sexy.

-Ven siéntate – se sienta en la cama y la sigo para sentarme a su lado – Cuéntame ¿Cómo te llamas?, ¿Qué edad tienes? Y ¿Por qué trabajas en este lugar? – me pregunta acariciando mi mejilla y viéndome de una manera totalmente diferente.

- ¿Quieres que te cuente de mi vida? – asiente

–Pero eres una desconocida para mí – se ríe dejando mi corazón más que feliz por verla sonreír.

- Luego te contaré todo de mí, pero antes responde a mi pregunta – asiento, me levanto y me quito el vestido, me mira confundida y yo le sonrío.

- Primero debemos aparentar que te diviertes conmigo porque hay cámaras de seguridad en la habitación y responderé a todas tus preguntas poco a poco mientras me pidas en que debo complacerte – sus ojos muestran un brillo efímero, es como si fuera una imaginación de que estuvo allí.

- Está bien, por el momento quiero que bailes para mí – se levanta y coloca la música con una melodía suave y sensual, comienzo a moverme siguiendo el ritmo.

- Me llamo Camila, no se mi apellido, mi madre murió cuando tenía 9 años, desde entonces vivía en un orfanato con niños que han sido abandonados, ¿Cómo murió mi madre? No lo recuerdo, solo se que murió – me doy la vuelta y muevo mis caderas de un lado a otro pasándome las manos por mis glúteos de forma circular.

- Tengo 22 años y trabajo en este lugar desde que tengo 18 años, Eduardo me trajo porque no sabía qué hacer con mi vida después de que me echaran del orfanato por cumplir la mayoría de edad para trabajar, al estar en la calle, varios hombres intentaron abusar de mí, pero él llegó para rescatarme y me trajo aquí ofreciéndome un trabajo de bailarina – volteo a mirarla y ella se levanta para acercarse a mí.

- Eres hermosa, lamento por lo que has tenido que pasar, puedo ofrecerte trabajo si así lo deseas, deja este mundo banal y ven conmigo – susurra cerca de mis labios.

- Lo que más quiero es salir de este lugar – me mira con dulzura e intensidad, acerca su rostro al mío y rosa sus labios con los míos dejando un cosquilleo en ellos, me abraza a su cuerpo y me lleva hasta la cama recostándome con suavidad, se coloca encima de mí y besa mi cuello, muevo la cabeza dándole más acceso para que siga en lo suyo.

- Mi nombre es Lauren Jauregui, soy una mujer lobo princesa – me hace reír cuando muerde mi barbilla.

- Sabes que la edad de un sobrenatural depende de cuanto ha vivido, pero me mantengo en la edad de 29 años humanos – asiento y la tomo de la nuca.

- Quiero que seas mi secretaria y algo más, pero eso lo hablaremos luego, ahora quiero saber si me deseas – la miro mordiendo mi labio inferior y ella me sonríe.

- Sí te deseo y eso es extraño en mí, no he estado con ninguna persona, ni he deseado a ninguna persona como lo hago contigo – me besa con intensidad lo cual correspondo torpemente ya que, nunca he besado a nadie.

-Me encanta escuchar eso – me vuelve a besar con pasión y acaricia mi cuerpo de forma suave y delicada como memorizando cada parte de mi cuerpo.

Baja sus besos a mi cuello, pasa por mis senos dejando dos besos en cada lado, baja hasta mi abdomen y arqueo mi espalda, aprovecha y me quita el brasier y lo avienta en algún lado de la habitación, baja sus manos a mis glúteos y los masajea jadeando y me quita mi braga, trato de taparme pero me detiene.

- Eres realmente hermosa y eres mía – succiona mis senos gruñendo y gimo de placer, juega con ellos un rato y muevo mis piernas porque siento un intenso cosquilleo en mi intimidad, me sorprendo al sentirme tan mojada.

Se levanta y abre mis piernas deleitándose con la vista, sonríe mordiendo su labio y eso me excita, muevo mi cuerpo buscando de su contacto y el se coloca entre mis piernas.

-Lauren.... – gimo cuando siento que su lengua toca mi clítoris. Besa mi intimidad con una pasión que no puedo describir.

- ¿Te gusta preciosa? – me dice mientras sigue besando y succionándome.

- Ah... Lauren... voy a... siento que.... – me quedo sin palabras cuando siento el placer recorrer por todo mi cuerpo.

- Así es mi amor, vente para mí, déjame saborear tu placer.

Y me vengo, juro que fue la sensación más satisfactoria que he tenido en toda mi vida. La siento moverse arriba de mí y me tenso al sentir algo en mi entrada.

-Relájate mi amor, prometo no lastimarte – besa mi cuello y clavícula, me relajo, siento que entra en mí de golpe haciéndome jadear, se queda estática escondida en mi cuello, la escucho respirar fuerte y su cuerpo tiembla.

- Voy a moverme – me dice Lauren con una voz ronca, asiento y ella comienza un vaivén suave haciéndome gemir de placer.

Sigue besándome y tocando mi cuerpo con sus manos, su ritmo aumenta un poco haciéndome sentir una calor instalarse en mi vientre, llevo mis manos a su espalda acariciándola, mi cuerpo se entrega a ella como si le perteneciera desde siempre, lo escucho gruñir aumentando sus movimientos y la siento tan profunda, llenándome por completo, aprieta mis caderas y me siento en las nubes viendo estrellas, jadeo sintiendo mi cuerpo temblar y me siento satisfecha, me toma de las piernas y sacude nuestros cuerpos de una forma salvaje y sensual hasta que siento al tibio ser derramado en mi interior, se acuesta en mi pecho exhausta sin separarse de mí.

-Estuve en el cielo y tú eres el ángel más sensual que he conocido – me rio por su comentario y ella suspira y deja un suave y tierno beso en mis labios. De repente la puerta es derrumbada de una forma estruendosa sobresaltándome, Lauren ni se inmuta solo sigue arriba de mi tapando mi desnudez. 

Mi sensual compañera (Adaptación Camren Gip)Onde histórias criam vida. Descubra agora