Mi Mejor Amigo #1

42- El mejor padre del mundo

-Me alegra no haber tenido que esperar todo ese tiempo...- entonces se acercó a mí y depositó un suave y dulce beso en mis labios, cómo lo habia extrañado. -¿Cómo te sientes?-

-Angustiada.-

Jared acarició mi cabello.

-Te dije que no te preocuparas, tenías una reunión importante...-

-Eso no importa, Alex y Megan importan ahora... ¿Como está ella?- pregunté mientras me sentaba en la camilla.

-Dio a luz hace media hora.- su sonrisa fue tierna, y sus caricias en mi cabeza eran suaves.

-¿¡De verdad!? ¿Todo está bien?-

-Si tranquila, la bebé tuvo problemas para respirar pero ya está bien... y Megan está en perfectas condiciones.- dijo mi novio calmándome.

-Eso es una gran noticia.- dije llena de paz y felicidad, tomando las mejillas de mi novio y besándolo. -Me había asustado...-

-¿Y yo? Me sentía culpable...-

-¿Porqué?- pregunté confundida, Jared soltó un gran suspiro.

-Alex y yo estábamos discutiendo cuando Megan comenzó a sentirse mal...- vi pena en sus ojos.

-¿Discutiendo? Ustedes jamás discuten.-

-Alguien nos filmó en el aeropuerto, y él vio el video.-

-¡Mierda! ¿Estaba molesto?- pregunté espantada.

-Si, pero porque le mentimos, no por que estuviéramos juntos... o eso creo.-

-Crees que él acepte lo nuestro?- el unió nuestras manos, y se sentó a mi lado en la camilla.

-Tendrá que hacerlo, porque no hay forma de que vuelva a separarme de tí...- su frente chocó con la mía.

Entonces un doctor entró, interrumpiendo nuestro momento ¿no podía esperar unos minutos más? Había extrañado a mi novio, necesitaba tiempo a solas con él...

-Bien Charlotte, soy el Doctor Quentinn, te atendí cuando te desmayaste...- dijo él acercándose a nosotros, Jared se bajó de la camilla y se quedó de pie, siempre sosteniendo mi mano.

-Cuanto tiempo estuve inconciente?- pregunté.

-Casi una hora...- miré a Jared sorprendida, y él sólo asintió. -¿Hace cuanto no comes algo Charlotte?-

Estaba por contestar, pero entonces la puerta se abrió, y Alexander entró a la habitación.

Sus oscuros ojos me observaron detenidamente, luego a Jared, y otra vez a mí. Me hizo una mueca que pareció una sonrisa, entonces respiré tranquila. Mi hermano se acercó a Jared y a mí, y le propinó una palmada amistosa en el hombro a mi novio.

-Charlotte...- me llamó el médico.

-Si claro, amm la ultima vez que comí... creo que hace unas ocho horas... quizás nueve.- el doctor negó lentamente.

-¡Charlotte!- me regaño Alex.

-Es que estaba nerviosa, últimamente lo estoy todo el tiempo... se me cierra estómago, y cuando logro comer algo me cae mal y lo vomito.-

-¿Porqué no me lo contaste?- preguntó Jared.

-No creí que fuera importante.-

-Es importante, muy importante que comas algo... una dieta sana a partir de ahora Charlotte.- ¿qué dijo?

-Quiero ver eso, la palabra dieta y Charlotte no quedan bien en una misma oración...- dijo mi hermano riendo, yo lo miré mal.

-No tendrá de otra, es importante la alimentación en su estado.- los tres miramos al doctor confundidos.