Carla y los niños se habían ido a celebrar el cumpleaños de una de sus primas y aunque me invitaron ir con ellos, Luke no quiso así que tuve quedarme con él.

<<Y vaya que disfrutan estando solos, eh...>>

Aparté su cabello rubio de su frente con cuidado, sus pestañas son largas que incluso me da un poco de envidia. Mis dedos se detienen en su pómulo izquierdo al sentir una punzada en mi pecho, al darme cuenta de la forma en como lo miraba.

<< ¿Y cómo lo miras? >>

Tragué saliva y mis ojos bajan hasta sus labios, esos labios que mantiene cerrados y son tan suaves a la hora de besar, sonreí como una tonta al recordar lo bien que se siente tener sus labios sobre los míos.

Aprieto mis labios con fuerza por unos segundos y noto lo tranquilo que él esta con sus ojos cerrados, es verlo cubierto de una larga manta llena de paz y sé que no siempre se siente así. Me gustaría poder decirle que él me entrega esa paz que tanto he buscado últimamente en estas semanas.

Abre sus ojos y me mira por unos segundos y vuelve a besar mi frente. Me acerco más a él y descanso mi cabeza en su pecho.

— Tu corazón está latiendo muy rápido.— Murmuré.

Y es cierto, su corazón va latiendo tan rápido como el mío.

— Mi corazón late así solo por ti.— Me dijo en voz baja.

Cierro los ojos intentando olvidarme de todo, podría dar cualquier cosa con tal de detener este momento y que el tiempo no avanzara, no quería que avanzara más.

<< Pero sabemos que eso no es posible...>>

Sé que no es posible y debo enfrentarme a la realidad que me golpeara con fuerza, pero, ¿seré lo suficientemente fuerte ante las consecuencias?

De pronto siento como sus manos se deslizan por mi espalda y todo pensamiento malo se va. Suelto un suspiro y término relajándome junto a él agradecida por este lindo momento.

***

Luke y yo estábamos en la cocina terminado de lavar los trastes sucios. Nos estábamos riendo de mi mal intento de hacer grullas de papel ayer por la tarde, mientras él disfrutaba haciéndolas yo me encargue en dibujar su perfil. Me gustaba mucho disfrutar estas pequeñas cosas a su lado, había momentos en que nos perdíamos mirándonos a los ojos tratando de hablar a través de ellos pero solo conseguíamos sonreír o sonrojarnos.

— ¡Ya llegamos!— Oí la fuerte voz de Martín.

Dejé el último plato sobre la vajilla para que pudiese secarse y rodee la isla para pararme al lado de mi novio.

— ¡Catalina!— Exclamó Clara al verme y no tardo en abrazarme.

— Hola, ¿Cómo se la pasaron?

— Muy bien.— Contestaron los mellizos.

— ¿Y mamá?— Preguntó Luke, desordenando el cabello de ambos niños.

Los mellizos compartieron un par de miradas entre ellos y me miraron.

— Está ayudando a Noah.

— ¿Noah ya...?

— Martín te dije que ayudaras a mamá a...— Noah no termina la frase al notar mi presencia. Sus ojos azules no tardaron en analizarme.— Hola.— Saludó, y dejo sobre la encimera una bolsa con verduras y frutas.

— Hola.— Respondo.

— Creí que llegarías mañana.— Habló Luke, acercándose a su hermano mayor.— ¿Y papá?

Stay With Me.Where stories live. Discover now