Capítulo 6 - Recuerdos impregnados; primera parte.

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Así que empezó a regañarlo.

—¡WangJi! ¿Por qué estás recostado sobre la mesa? ¡Debes sentarte correctamente! ¡WaaaangJi!

Ni un sólo movimiento vino de su pequeño hermano así que él también se inclinó un poco para mirarlo de más cerca mientras una tierna sonrisa le decoraba la boca—. ¡WaaaangJi, eres muy bonito, WangJi!

Otra vez nada pasó.

Completamente dejado de lado se puso de pie y desvió su mirada hacia la luna.

—¡Ah! La luna también es hermosa...—una idea le iluminó el rostro—. ¡Debería tocar una canción para expresar mis sentimientos!

Se acercó al lugar donde solía descansar a Liebing pero no la encontró. Buscó en su alcoba, en la sala, entre los trastes de la cocina, debajo de la mesa donde dormía su hermano, debajo de su hermano por si acaso y tampoco la halló.

—¿Eh? ¡Desapareció!

¿Dónde estaba su flauta? ¡Oh! ¿Y si se había ido? A él le gustaba mucho Liebing así de repente se sintió un poco triste.

—¿A dónde pudo haber ido?

Salió a buscar entre los matorrales, removió algunas piedras y la luna volvió a llamar su atención. ¡Ah! ¡Es tan hermosa que quiere tocarla y morder un pedazo de ella!

Alargó la mano para alcanzarla y lanzó un puchero pronunciado cuando, por más que intentaba, su mano no agarró nada.

Tal vez si se acercaba y la miraba de más cerca la luna se dejaría. Se elevó hasta el techo de la cabaña y como un niño que ve juguete nuevo se quedó mirándola con los ojitos brillosos mientras su hermano seguía dormido sobre los aperitivos que había comprado.

De repente, alguien que conocía desde su alumbramiento lo llamó.

—¡XiChen! ¿Qué haces sobre el techo?

—¡Oh, tío, estoy bien, estoy admirando la luna! ¡El paisaje se ve mejor desde acá arriba! ¡Bonito, bonito, boni...!

—¿Bien? ¡Cómo qué bien! Baja de allí ahora mismo.

—¡Sí!

Cuando saltó del techo la risa de Lan XiChen se escuchó fuerte, clara y refrescante contrastando con la noche cálida.

Se paró detrás de su tío y cada que el antedicho daba un paso Lan XiChen daba otro, soltando una que otra risilla traviesa a su espalda mientras se tapaba la boca.

Lan Qiren enarcó la ceja izquierda cuando vio a Lan WangJi totalmente dormido y con las orejas rojas.

—WangJi, ¿Por qué estas dormido aquí? —Lan Qiren olfateó al percibir un extraño aroma y volteó a ver al mayor de sus sobrinos con una clara expresión de sorpresa que a Lan XiChen le causó gracia—, ¿Han... estado bebiendo alcohol?

—¡Nooo! Por supuesto que no. ¡El receso está prohibido en el alcohol de las Nubes, tío!

Lan Qiren se quedó en blanco por unos segundos.

—¿Entonces cómo terminaron así?

—¿Eh?

Sobre la mesa Lan Qiren miró la jarra con la peonia blanca y se golpeó la frente con la palma de la mano. Lan XiChen lo señaló y se empezó a reír.

—La secta LanLing-Jin envió dos botellas, una con té y otra con alcohol. Parece que les di la equivocada y ustedes la han estado bebiendo como si fuera té.

—Entonces, así sucedió. ¿Es alcohol? ¡WaaangJi, bebimos alcohol! —una carcajada llenó el lugar, Lan XiChen se tocaba el estómago mientras reía y su tío sólo podía observarlo.

Recuerdos impregnados del primer amor | v.1 | Lan MeiLingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora