—Espera— dijo Cody deteniéndome en un puñado de mi camisa.

Lo mire embrollado

— ¿Ya tan rápido tienes miedo?— me mofe

—No es eso— se defendió — pero tenemos que ser silenciosos no podemos ir por donde sea, sus perros nos rastrearan de inmediato y no dudaran en soltarnos, nos descuartizaran.

—Entonces tendremos que ir contra el viento— confirme

—Claramente, si vamos de este lado— apunto en dirección izquierda — no tendremos gran vista al frente pero podremos mirar todo lo que pasa a sus espaldas

Saco su celular y encendió la linterna del aparato. Con la oscuridad tan profunda venía siendo inútil su alumbrado pero ayudaba demasiado la luz no era cegadora ni llamativa solo alumbraba una pequeña parte de tu camino al segundo que te movías.

Suspire y nos pusimos en marcha. Sin embargo antes de dar los primeros pasos sentí la mirada de Edelaind por atrás mío desde la camioneta. Le regale una última sonrisa de todo está bien y me di la media vuelta de nuevo.

Mis manos no dejaban de sudar dentro de mis bolsillos mientras más nos adentramos. Estamos aproximadamente a 20 metros de la escena del crimen somos capaces de distinguir a lo lejos las luces de sus linternas entre las arboledas. Hubiésemos llegado en menos de un minuto pero rodear esta explanada era difícil, nunca había sido explorado por el hombre y por ende no había senderos de caminos libres de un suelo rocoso y herboso. Al igual que de ramas caídas al nivel de la cara y brazos que te arañan al pasar por alado de ellas. A unos 10 metros de llegar lo que me dejo plasmado fue mirar a uno zorro de montaña rojo destrozado arriba de una gran roca rodeada de musgo enterrada desde lo muy profundo de la tierra.

La naturaleza es salvaje pero nada tan cavernícola como el mismo ser humano.

— ¡¿Te quedaras allí petrificado?!—Comento Cody a unos cuantos pasos delante— seguro algún lobo lo hizo.

Salí de mi trance

—Si seguro— confirme para seguir hasta nuestro objetivo

Al estar en una distancia sensata, nos detuvimos entre las sombras que producían unos gruesos pinos, nos escondimos detrás de ellos. Aprovechando la negra oscuridad que producen y su grueso tallo .

Intentamos no hacer ruido

—Agáchate — le ordene Simpson mientras yo igual hacia lo mismo

Es horrible lo que mis ojos miran a una distancia en el pequeño final del arroyo caudaloso . Allí se encuentra el cuerpo sin vida del niño castaño flotando boca abajo. La sangre del cadáver se mescla con el agua del arroyuelo no profundo dándole una pigmentación roja trasparentosa. La policía está asegurándose de que los periodistas de hace un rato no pasen el punto y contaminen la escena mientras que el médico forense va todavía llegando.

Me agarro del hombro mientras miraba perplejo todo lo que está sucediendo.

— ¿quién diablos asesina un niño?— murmura

—te sorprendería saber que existen varios desquiciados capaz de acabar con la vida de un infante.

Me quedé encrespado, no muy seguro de lo que refleja mi rostro. No sé si es temor, pánico o simplemente pena.
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Secretos Obscuros ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt