STEP - capítulo 7

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—Si tiene que ver con esta gente, siempre es interesante.

—Antes del accidente, ¿qué os pasó exactamente a Kris y a ti? —después de una pausa, Joonmyun se volvió para mirar a Chanyeol, poniéndole una mano en el hombro—. Si puedes contárselo a la policía, ¿por qué no nos lo cuentas a nosotros?

Chanyeol le devolvió la mirada a Joonmyun, pero no contestó.

—Bueno, no importa lo que pasara. Sigues siendo Chanyeol —dijo Jongin, poniéndose de cuclillas frente a él y mirándole a los ojos—. Aunque el mundo entero te desprecie, nosotros seguiremos a tu lado.

En la cara de Chanyeol se dibujó una sonrisa, aunque siguió mirando al suelo.

Las escenas de ese día pasaban por delante de sus ojos y eran como cuchillas: ese maldito suelo, el sonido del reloj al dar las 11, la voz indiferente que dijo “creo que ya es suficiente”, la forma en que les tiraron la ropa encima.

No pienses más en eso. Chanyeol cerró los ojos.

Deseaba con todas sus fuerzas haber sido él al que, aquel día, le tiraran el vino a la cara. Él no se habría marchado, y tal nadie habría tenido que pagar por el error de otro, teniendo que beber tanto. Y a lo mejor no habrían acabado en ese cobertizo de madera, y Yixing-hyung no habría tenido el accidente…

Si… si todo pudiera ser perfecto, como la fantástica imagen que dan sobre el escenario, sin tener que pagar un precio por tener una cara guapa, sin tener que fingir sonrisas falsas para ese momento en el escenario que es uno entre un millón… ¿Con hacer un baile y mostrar una sonrisa, obtienen la fama y las riquezas por las que una persona tendría que trabajar como un esclavo durante diez años? La verdad es que eso es ser un niño mimado de Dios.

Papá Noel carga con su saco y sólo viene una vez al año, por Navidad; y sin embargo todos los niños lo esperan ansiosos. La nítida luz de la luna que vela por nuestros sueños toma prestada su fuerza de la luz del sol, y la brillantez del ser humano los llevó a investigar la primera.

Y resulta que no hay ninguna Chang’e* en la luna. Sólo desolación. El mejor lugar para observar la luna siempre será lejos de la misma.

Chanyeol sonrió. La Luna era un satélite diminuto que giraba en torno a la Tierra, y sin embargo, la Tierra estaba demasiado ocupada girando en torno al Sol. Un reflejo perfecto de la verdadera estructura del mundo.

Y por lo que respectaba a las estrellas de fuera del sistema solar, ese sueño tan distante… A él también le gustaba escuchar esas historias tan bonitas, siempre que fuera desde el punto de vista de un observador.

*

Tao abrió la puerta del segundo piso, y las dos personas que había allí sentadas se giraron para mirarlo. Vio los papeles que tenían sobre la mesa, cubiertos de garabatos.

—¿Qué estáis haciendo? —les preguntó, cogiendo uno de los papeles. En él había un montón de líneas y números.

Kris metió todos los papeles en un cajón, con el rostro inexpresivo, y Luhan le arrebató el papel a Tao de las manos, lo hizo una bola y lo tiró a la basura. Tao los miró, interrogante, pero los otros dos no le dieron ni una explicación.

—La próxima vez, acuérdate de tocar a la puerta antes de entrar —dijo Kris.

—¿No he interrumpido nada, no? —replicó Tao.

Kris no contestó, se puso de pie y se dirigió hacia la cocina. Luhan frunció el ceño y lo miró.

—¿Has dicho algo, Taozi?

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