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STEP - capítulo 4

Bajo la luz, Luhan estaba jadeando, mirando fijamente al suelo.

—¿Tienes algo que decir? No te lo calles —dijo Kris, inclinando la cabeza a un lado.

Luhan lo miró, y tocó la lámpara que había sobre el escritorio, queriendo apagar las luces otra vez.

—¿Qué pasa, ahora te doy pena? Te gustó cuando te besé, ¿verdad? —la voz de Kris chirriaba contra los tímpanos de Luhan.

Luhan cerró los ojos fuertemente.

—¿Estás buscando pelea? —preguntó.

Kris se echó a reír, negando con la cabeza.

—Así es. Es lo que nos merecemos los dos.

—¿Entonces? —dijo Luhan.

Kris se levantó, yendo directamente a por Luhan y levantándolo por el cuello de la camiseta, le dio un puñetazo en la cara. La cabeza de Luhan se quedó inclinada hacia un lado, y la levantó lentamente para volver a mirarlo.

—¡Venga! ¿¡No estás enfadado?! —Kris se echó a reír a carcajadas, provocando a Luhan. Luhan embistió, empujando a Kris contra la pared, y estampó un puño contra el pómulo del otro. La estantería que estaba a su lado tembló y los libros cayeron al suelo.

Kris no opuso ni la más mínima resistencia, le caía un hilillo de sangre por la comisura de la boca.

—¿Ya has tenido suficiente? —preguntó Luhan, mirándolo—. ¡Si no es así, dilo y seguiré jugando contigo!

Kris se incorporó apoyándose en la pared, y no dijo nada.

—¡¿Te crees que actuando así le devolverás la vida?! —le gritó Luhan.

En el piso de abajo y en la habitación de al lado empezaron a oírse pasos, mientras Luhan seguía jadeando, mirando fijamente a la persona que se apoyaba, derrotada, contra la pared.

Jongdae abrió la puerta, y Tao entró corriendo momentos después, y ambos se apresuraron a separar a los dos chicos, cada uno en un lado de la habitación. Tao le dio un pañuelo a Kris, y vio el hematoma que empezaba a extenderse junto al ojo de Luhan.

—Vosotros dos vais a dormir separados esta noche —dijo Tao, y acto seguido cogió las sábanas y mantas de Kris y salió de la habitación, yendo al piso de abajo. Poco después, volvió a entrar cargado con las mantas de Minseok, que dejó en la cama de Kris.

Kris miró a Luhan, inexpresivo, y Luhan le devolvió la mirada.

Tao no dijo nada, quedándose a un lado de la habitación mientras esperaba a Kris.

Hacía un poco de calor en la habitación del piso de abajo. Kris entró al cuarto de baño, abrió el grifo y se lavó la sangre que le salpicaba la cara.

—¿Qué pasó exactamente entre vosotros tres ese día? —preguntó Tao, que estaba observándolo desde el quicio de la puerta del baño—. Esa noche yo tuve que ir a recoger a una persona al aeropuerto, y Jongdae se había torcido el tobillo, así que se fue a casa. Joonmyun y los demás fueron al karaoke, así que para cuando yo me fui, sólo Yixing y Jongin estaban en sus habitaciones. Cuando Chanyeol volvió esa noche dijo que el tráfico estaba fatal, y los que fueron al karaoke no volvieron hasta las 23:30, después de que Jongin y Yixing salieran. No había ni una luz en ninguno de los dos edificios.

Kris mantuvo la mano debajo del agua que salía del grifo, en silencio.

—Chanyeol dijo que Luhan estaba borracho, y que te dio dinero suficiente para coger un taxi. ¿A dónde llevaste a Luhan? —Kris sentía la mirada de Tao clavada en su espalda.