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Narra Angel.
Estaba atrapado, quería hacer eso que hacían los humanos cuando estaban enojados o tristes, quería "llorar", nadaba en esa maldita cosa transparente con agua donde estaba de un lado a otro, por lo menos era grande, veía a algunos humanos con unas ropas blancas cubriendo parte de su cuerpo, tomaban unas cosas que eran delgadas y escribían en ellas, habían cosas que según escuche, las llaman computadoras, trataron de sacarme fotos (segun ellos) pero no me gustaban esas cosas cuadradas y les tiraba agua, me daban de comer peces y otras cosas, un día un idiota trato de tocarme, ese día tuvieron que sacarme del agua para limpiar su sangre de toda esa cosa transparente donde estaba yo, me disparaban unas cosas extrañas que me daban sueño, y cuando despertaba estaba otra vez en el agua limpia o lo hacían cuando mataba a alguien para según ellos "tratar de salvarlo" patéticos y no evolucionados humanos, ahora estaba tranquilamente levantando un poco de arena que tenía mi "estanque" así lo llamaron ellos, los escuchaba insultarme y gruñir ya que no los dejaba verme. Hasta que el entró, sus ojos eran dorados, su cabello rojo, tenía un uniforme militar, se presentó como Kąrmā y algo de que era un General, los humanos tienen nombres complicados, este humano comenzó a visitar el lugar de manera seguida, nunca me dejaba ver, y siempre me sacaban cuando el no estaba, hasta que un día, vino de noche, el idiota que me cuidaba estaba dormido y el de cabellos rojos se enojó y lo saco de la habitación, Bueno, dos tipos que no tenían pelo, se lo llevaron, por según lo que escuche, no cumplir con las órdenes de vigilarme bien.
Después de eso, el se acercó a uno de los "cristales" de mi prisión, yo estaba viéndolo detrás de una roca que me habían puesto, el era, atractivo, pero seguía siendo humano, un repugnante ser que se creía dueño de todo, y lo único que hacía, era destruir su ecosistema y de paso el de los demás, inclusive mi hogar, estaba dañado por su culpa, pero algo en mi más profundo instinto apoyaba mi odio, me decía que el no me traería nada bueno, pero sus ojos, yo.... Quería verlo de más cerca, me impulse y llegué al cristal, vi su rostro de sorpresa al verme cerca, y ver por primera vez a alguien como yo, lo mire directamente a los ojos, eran bonitos, se parecían a esas cosas amarillas que habían en algunos barcos antiguos que se habían undido.
Karma: eres ... Hermoso --susurro--
Lo mire serio y le mostré mis dientes en una mueca de odió, el bajo la cabeza con un poco de sumisión, y si soy sincero, eso me gustó, los humanos son mucho más bajo que nosotros, el me miró nuevamente pero desde abajo, y dijo.
Karma: debes estar enojado, y furioso por todo esto... Pero...por favor, copera --acaricia el cristal-- te están pensando matar ya que no los dejas estudiarte
Quiste reir, alguien matandote a ti, solo esperen y verán quienes morirán, solo esperabas a qué los sedantes dejarán de tener función sobre ti y iban a desear jamás haberte conocido.
Karma:--lo mira a los ojos-- tienes nombre?
Narra el escritor
El Tritón de ojos azules y cabello negro, de cola azul con toques negros se lo pensó un poco, pero acercándose al cristal escribió suavemente sobre la superficie, aunque en realidad no dejo nada.
