𝐂𝐀𝐏 𝟐𝟓

Mulai dari awal
                                    

—¿Sabías que JaeHyun es muy bueno en karate? —lo interrumpió DoYoung con emoción. Seo frunció el ceño. ¿Y eso a él que le importaba?—. Cuando fuimos a un bar, un tipo raro quiso sobrepasarse conmigo, pero JaeHyun lo pateó y lo tiró al sueño. ¡Fue muy genial!

—Ya —dijo, sin entender a que venía tal anécdota. Daba igual—. Entonces como te decía-

—Fuimos a las aguas termales y él pagó mi estadía. Así sin más. Y cuando le dije que tenía que estudiar, no puso ningún problema.

—Oh... Ya veo-

—Ayer me trajo almuerzo a la universidad —volvió a interrumpir. Seo entrecerró los ojos. ¿Qué demonios?—. Fue un muy lindo detalle, nunca habían hecho eso por mí..

Los ojos de YoungHo se ensancharon con terror al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Oh, no.

—Do-

—Cocina muy bien. ¡Y es muy inteligente! ¿Sabías que es uno de los mejores de su clase?

—Do-

—Ah, aunque aún no me ha dicho qué está estudiando. En la secundaria siempre decía que quería ser abogado. ¿Crees qué lo habrá logrado? Estaría muy feliz por él.

—Do —espetó con firmeza. Demasiado tenso y nervioso como para notar lo fuerte que estaba apretando el teléfono.— DoYoung.

—¿Qué? —dijo el pelinegro, inocente e ignorante a lo que él mismo estaba trasmitiendo inconscientemente. Seo inhaló hondo, esperando que sus sospechas resultaran ser erróneas.

—¿Te gusta JaeHyun?

Silencio. Jodido silencio que no hacía más que confirmar sus sospechas y sus miedos. ¿Cómo demonios había permitido que esto pasara? No le puedo quitar el ojo de encima a este idiota o sino... Sino lo perdía.

—No —dijo finalmente DoYoung. Seo quiso reír. Un poco tarde para ser creíble—. No, no me gusta. No me gusta. ¿Por qué creerías eso? No me gusta JaeHyun.

Honestamente era una mentira dolorosa de escuchar.— Te llamó luego. Necesito realizar unos arreglos en la configuración de la página web.

La respiración pesada de DoYoung era perceptible a través del auricular.— Bien —dijo con voz temblorosa. Seo se mordió el labio inferior.

—Bien.

Era absurdo que aún no pudiera hacerse a la idea de que DoYoung lo veía como un hermano. Cortó la llamada con envidia quemándole las venas y odio a sí mismo acumulándose en su interior. ¿Cómo va a quererte, Kim DoYoung? Él jamás te verá de esa manera.

[✦———✦———✦]

Cuando la llamada terminó, DoYoung tuvo que hacer un esfuerzo inhumano para no gritar.

¿Gustarle JaeHyun? No. ¿Qué clase de idiota sería si le gustara JaeHyun? Bien, para responder eso: un idiota muy grande. El mayor idiota en el universo. Cualquiera con dos dedos de frente era capaz de adivinarlo.

Ya había pasado por esto antes. Y no había acabado bien en lo absoluto. Tal vez no tendría el mismo desenlace, donde adolescentes inmaduros lo insultarían y empujarían en los pasillos de la escuela, pero de algo si estaba seguro.

JaeHyun amaba a alguien más. Probablemente aún lo hacía.

Si no hubiera sido un "ew, aléjate, me vas a contagiar tu homosexualidad", habría sido un "me gusta alguien más". DoYoung se había preparado para el rechazo y lo había obtenido. No requería de un rechazo extra. Ya suficiente había sufrido como para ganarse otro corazón roto, cuando con uno bastaba.

La relación cliente y empleado que habían establecido era adecuada. El que ahora se llevaran bien y fueran amigos, era un plus agradable, que estaba ayudándolo bastante a superar sus trabas del pasado. ¿Por qué arruinar algo tan bueno por un sentimiento innecesario?

No le gustaba. DoYoung era inteligente y sabía reconocer lo que no le convenía. JaeHyun era sólo un... un amigo. Un amigo que besaba increíble y que se veía jodidamente bien sin camisa, pero un amigo era un amigo, nada más. No me gusta, se tranquilizó. Por supuesto que no. Que estúpido de su parte siquiera considerar tal absurda idea.

¿Verdad?

—Oh —Una voz familiar lo tomó por sorpresa y cuando alzó la mirada se encontró con JaeHyun caminado en su dirección—. Pensé que no estarías trabajando hoy día.

—Los turnos se desordenaron —aclaró, preguntándose internamente cómo demonios había hecho para invocar a JaeHyun en el peor momento—. ¿A qué se debe tu presencia?

—Se me antojaba una pizza —sonrió, apoyando sus antebrazos sobre el mesón de la caja—. ¿No tendrás de casualidad una oferta para tu lindo novio?

—No veo ningún lindo novio por aquí —dijo DoYoung, causando que la sonrisa de JaeHyun se esfumara—. Si quieres algo, págalo, Jeffrey.

—¿Por qué eres tan cruel conmigo, bebé?

DoYoung se removió en su sitio al volverse consciente de lo mucho que JaeHyun usaba ese apodo con él, pese a estar a solas. Nunca le había molestado, de hecho casi era una costumbre... ¿Una costumbre? No. No era esa palabra que buscaba. Costumbre sería si fueran novios de verdad. No lo eran. A DoYoung no le gustaba JaeHyun.

—Tranquilo —se rió JaeHyun ante la reacción alterada del pelinegro—. Estaba jugando, pagaré por mi pizza. Por cierto, sigue en pie el picnic de mañana ¿cierto?

DoYoung apenas asintió.— Sí.

—Yo prepararé la comida, así que no debes preocuparte. Sólo ponte muy guapo y llega a tiempo.

—Seré puntual —sonrió, y JaeHyun le sonrió de vuelta. Las alarmas dentro de su cabeza no tardaron en activarse. No te gusta, no te gusta—. Ahora pide una pizza o voy a sacarte a patadas.

—Bien... Dame una pizza con piña.

—¿Con piña? —dijo DoYoung asqueado. JaeHyun asintió—. No te daré una pizza con piña. Es prácticamente ilegal.

—Creí que el cliente siempre tenía la razón.

—No cuando pide una pizza con piña —soltó horrorizado. El castaño resopló con diversión.— Retráctate.

—¿O qué? —lo desafió, la mirada profunda de JaeHyun fijándose sobre la suya. A DoYoung le estaba costando respirar—. ¿Vas a echarme?

Esbozó una sonrisa ladeada que fue suficiente para alertar todo su sistema nervioso. No te gusta. ¿Cómo podría gustarte? DoYoung no cometía el mismo error dos veces. Además, JaeHyun no era su tipo. Les gustaban cosas diferentes, no se conocían desde hacía mucho tampoco, eran casi desconocidos. Era absurdos.

. Absurdo. Por supuesto que no le gustaba. Solamente estaba confundido por culpa de Johnny y sus preguntas inoportunas. Necesitaba relajarse antes de echarlo todo a perder.

JaeHyun estaba muy lejos de ser alguien por quien caería. Que disfrutara de su cercanía, que sus ojos fueran su talón de Aquiles, que se sintiera bien apoyado sobre su hombro, que sus manos encajaran tan bien; eran cosas que no significaban nada.

¿Cierto?

'RENT A BOYFRIEND' ─JAEDO Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang