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¡Hey! ¡Hola, Soy Anneliese! Y aquí comienza la historia sobre la mayor aventura de mi vida, bueno... aún no. Para saber como empezó todo hay que irnos más atrás, cuando aún vivía con mis padres
Para eso tenemos que ir a la época en donde tenía problemas sencillos como lidiar con mi madre e institutriz, ya saben, nada alocado como lidiar con bombones en modo berserker que querían arrancarme la cabeza.
Si quieren saber mi historia, tendrán que conocerme a mí. Pero ¿Por dónde empezar?
. . . . . . .
Oh sí. Espero que nos les importe algo de música dado que el momento adecuado para iniciar esta historia es este:
Una joven de cabellera castaña toma un sombrero de pana blanco con una lazo negro que nada tenía que ver con su pomposo vestido blanco, sobre este trae puesto un colorido tutú. El equipo de sonido se enciende solo y una de sus canciones favoritas retumba en las paredes, ella sonríe divertida mientras baila como una chiflada dando patadas al aire mientras se bate y mueve su sombrero provocando que a su institutriz le dé un infarto.
Corre hacia la cocina en donde sus padres desayunan acompañados de sus hermanas y el pequeño Stephan de dos años.
Canta la castaña imitando los ademanes de progenitora. Esta suspira con pesadez al verla dar vueltas por toda la cocina como una demente.
— ¡Anneliese! Aún es muy temprano ¿Podrías comportarte?
— 𝘖𝘩... 𝘜𝘩, 𝘰𝘩 𝘨𝘪𝘳𝘭𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘸𝘢𝘯𝘵 𝘵𝘰 𝘩𝘢𝘷𝘦 𝘧𝘶𝘯 ! — Chilla la chica levantado las manos divertida.
Leila Calé Mi estricta y controladora madre. Una institutriz, maestra de etiqueta para ser exactos. Para que se hagan una idea de ella es... como la duquesa Rowena de Barbie y las doce princesas bailarinas... Solo que ella sí me ama, daría su vida por mí. Y aunque sé que lo que hace es por mi bien, eso no quita que sea estricta y extremadamente sofocante.
— 𝘖𝘩 𝘥𝘢𝘥𝘥𝘺 𝘥𝘦𝘢𝘳, 𝘺𝘰𝘶 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘺𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘴𝘵𝘪𝘭𝘭 𝘯𝘶𝘮𝘣𝘦𝘳 𝘰𝘯𝘦, 𝘣𝘶𝘵... — Abrazo a mi padre por la espalda sabiendo que me seguirá el juego.
