Toda la parte de los "acepto" y las firmas, ya había pasado, y se habían atrasado veinte minutos gracias a nosotros, así que nos encontrábamos en la pequeña fiesta que habían decido hacer, y a decir verdad era bastante privada.

Habían alquilado una especie de salón que se encontraba afuera de la ciudad. Tenía varios sillones y estaba repleto de mesas con todo tipo de comidas, estaba pintado de un color verde que me recordaba demasiado a los ojos de Harry, frente a los sillones y a un lado de las mesas con comida había un escenario color negro con un micrófono en medio. La música resonaba de fondo y era algo bastante tranquilo sin letra alguna, solo era para ambientar el lugar.

En el sillón blanco de enfrente se encontraba sentado Niall con un vaso que seguramente contenía vodka con naranja, la bebida favorita de Harry, lo sabía porque el color de su vaso tenía era el mismo, mientras conversaba con Harry amenamente sobre quien sabe que, porque a decir verdad no les estaba prestando atención.

Zayn y Liam hablaban con unas mujeres, quienes saqué las conclusiones eran sus madres, y parecían bastante divertidos haciendo aquello. Un chico que no recordaba haber visto en la ceremonia tocó el hombro de Niall mientras me saludaba con la cabeza y le decía algo a Harry, pero su concentración estaba en Niall y el rubio se giro, para luego exclamar algo, levantarse y retirarse de allí a hablar con él.

Me resultaba bastante conocido a decir verdad, su cabello también rubio, sus ojos marrones, sus facciones delicadas y su cuerpo pequeño pero que parecía bastante fuerte.

"¿Quién es?" Pregunté cuando estaba lo bastante lejos para no poder oírme. 

"Andrew" Contestó. "Estaba en mi equipo de football americano."

De ahí lo tenía conocido. 

"Vale" Respondí.

Sentí como su cabeza se acomodaba en mi hombro, y apoye la mía en la de él. Tome su mano, la cual se encontraba sobre su muslo y entrelacé nuestros dedos. Siempre me había gustado ver como su gran palma cubría la mía, porque a decir verdad era prácticamente el doble de grande. Me encantaban esos momentos simples, en los que nos limitábamos a estar junto al otro sin tener la necesidad de decir nada.

"¡Papás!" Caleb apareció corriendo entre medio de la gente que se encontraba parada hablando entre ellos en grupo, y esquivo los sillones para plantarse frente a nosotros.

"¿Qué sucede, cariño?" Preguntó Harry sin moverse ni un centímetro de la posición en la que nos encontrábamos.

"¿Cómo se han conocido?" Interrogó el pequeño. Esa historia nunca se la habíamos contado antes. 

"¿A qué viene eso?" Dije.

"Camille me ha dicho como se conocieron sus padres, y ustedes nunca me lo han dicho a mí." Reprochó el pequeño acomodando sus brazos en su pequeña cintura.

Camille era la niña que habían adoptado Liam y Zayn, quien tenía la misma edad que Caleb, y vivían pegados el uno al otro cada vez que se veían, prácticamente todo el tiempo, aunque se peleaban bastante seguido, y cada cinco minutos volvían a hablarse como si nada hubiese pasado.

Me erguí en el lugar, y Harry hizo lo mismo.

Golpeé mis piernas indicándole al pequeño que se sentara sobre mi regazo y así lo hizo mirándonos expectantes a ambos en busca de una respuesta. Le dirigí una mirada a Harry con una enorme sonrisa en mi rostro, y él hizo exactamente lo mismo.

Recordar esas épocas me hacia pensar en lo mucho que extrañaba jugar al football americano, pero no habría cambiado las cosas, porque soy completamente feliz con Harry y Caleb, y con eso me basta.

Quarterbacks. {Larry Stylinson.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora