Capítulo 5

1.9K 107 6
                                    

Maddison...

Cada mañana al despertar pensaba que lo noche había sido peor que la anterior, esa mañana no se comparaba con ninguna otra; había despertado un tanto ansiosa, no podía estar tranquila después de lo que había ocurrido. Decir que sentía miedo era poco, el terror transitaba por todo mi cuerpo, temerosa de que mi decisión no hubiese sido la mejor. Quizás debí pesarlo y la mejor decisión hubiese sido irme; resolver mis problemas de otra manera, aunque encontraba complicado encontrar otra solución.

Me observe en el espejo, debajo de mis ojos estaban las enormes ojeras marcas de mi cansancio. Por mucho maquillaje que utilizará eran más que notorias.

Dude en salir, pero tenía que hacerlo. Inhale todo el aire que me fue posible, como si ese acto fuese a cambiarlo todo.

Decidida a salir gire el pomo de la puerta, abriéndola de golpe.

—¡Oh cielos! me has dado un gran susto —puse mi mano sobre mi pecho.

No esperaba que al abrir la puerta estaría Sam, con sus manos en los bolsillos, observándome con preocupación.

—Lo siento, no era mi intención. Yo venía a ver cómo estabas, ayer imaginé que estarías cansada y por eso evité molestarte —lucia bastante nervioso y en su cara se reflejaba preocupación.

—Estoy bien —dedicándole una sonrisa busque que se tranquilizara.

—¿Entonces no vas a irte?

—No. Por el momento me quedaré —en un gesto de valentía, pase mi brazo por debajo del suyo, invitándolo a caminar junto a mí.

—Eso es genial —su preocupación se había esfumado, dejando ver al chico alegre que solía ser.

—Sam necesito un favor. Me preguntaba si ¿será posible salir el día de mañana? —rezaba para que no se negara —Necesito ir a mi departamento para arreglar algunas cosas —explique.

—Tranquila Addy. No tienes que darme explicaciones, solo dime ¿a qué hora sería?

—Si se puede, lo más temprano posible. Me dijiste que tenía un día libre así que, estaba planeando quedarme en mi casa —detuvo sus pasos. Por un momento creí que se negaría, su sonrisa me confirmo que no lo haría.

—De acuerdo. Te parece si te veo por la mañana para llevarte.

—Si. Gracias.

En cuanto llegamos a la cocina me separé de él, Mati ya estaba preparando el desayuno, me inquietó un poco verla sería ya que normalmente me sonreía en cuanto me veía.

—Voy al comedor —dijo Sam, saliendo de la cocina, dedicándole una sonrisa a Mati antes de salir.

—Addy —Mati rompió el silencio en cuanto quedamos solas —¿Tú y el joven Samuel, tienen alguna relación? —su pregunta me tomo por sorpresa y ver lo preocupada que lucía aún más.

—No. Solo somos amigos —respondí con seguridad —¿Ocurre algo? —comenzaba a preocuparme su actitud.

Tardó unos minutos hasta que se decidió a soltar palabras.

—Solo te daré un consejo, no quiero que te molestes, pero estoy segura que eres una buena chica —se acercó para tomar mis manos —No te enamores de ninguno de los chicos, ellos pueden llegar a ser muy encantadores —suspiro con tristeza —Solo no quiero que te pase nada malo, no quiero que se repita la misma historia —no comprendía a que se refería con lo de la misma historia. Lo que era un hecho es que no tenía planes de enamorarme, mucho menos sabiendo lo que sucedió la última vez que lo hice.

En manos de la Bestia Where stories live. Discover now