Cuando pasan los efectos de las palabras que mi mente escribió en la página anterior, vuelven a mi los sentimientos de querer dejarlo todo y salir corriendo a buscarlo, a mandarle un mensaje, a decirle que lo siento, que me perdone, que voy a cambiar, que no debí haberle reclamado por otra mujer, a decirle que lo intentemos de nuevo, que lo amo, que lo extraño, que lo quiero, pero no logro entender que él no siente eso por mi.
Y solo estoy acostada en mi cama, controlando las ganas de llorar, para guardar las lágrimas y sacarlas en la noche, e intentar no caer en la tentación de mandarle un mensaje.
¿Por qué tendría que hacerlo yo, cuando él también puede hacerlo y no lo hace?
La respuesta la sé, pero me da trabajo aceptarla.
Nunca dejaré de desearte felicidad.
Te extraño mucho, demasiado, y sé que sabes cuanto dolor siento.
Te pude fallar en muchas cosas, pero jamás en que no te quise.
Te extraño, solo quiero que regreses y lo intentemos todo de nuevo, que me quieras bien.
Estás palabras vienen directo del corazón de Lía, esta vez no es su mente.
Pero lo que ya se rompió una vez, y después se rompió de nuevo, es muy difícil de reparar.
¿Vale la pena rebajarse y arrastrarme tanto por una persona que ya no tiene interés en mi y que ya no busco la manera de arreglar las cosas?
¿De verdad merezco esto?
:(
*Nota de autora*
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Lía.
Любовные романыNunca es el tiempo, es la intensidad. Intentando superar su ruptura amorosa.