Capítulo 1

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¿Así que decidiste conocerme? ¡Genial! Ya hace mucho que no hablaba con nadie mas que conmigo misma. ¿Porqué? Pues ya lo sabrás.

Como dije con anterioridad, mi nombre es Layla. No tengo ni idea de porque me pusieron así, así que no preguntes.

Nací en un pequeño pueblo cerca de Boston. Mis padres Rachel y Jeremy Bond, me trajeron al mundo el 5 de mayo de 1995.

No, no vengo a contarles una historia de amor en un campo de flores donde todos son felices, eso no existe.

Que tú no hayas podido encontrar la felicidad no significa que no exista Layla.

Oh disculpen a mi conciencia, siempre me atormenta. Es un fastidio.

Pero recuerda que no has hablado con alguien en mucho tiempo y sólo me tienes a mí.

Joder tiene razón. Que fastidio.

En fin, comencemos con la historia.

Mi infancia fue como cualquier otra, iba a la escuela, tenía amigos, y sobre todo tenía a mis padres.

Si algo me faltaba ellos eran capaces de mover el mundo con tal de dármelo. No eramos millonarios, ni estábamos ubicados en una buena posición económica, pero nos teníamos los unos a los otros.

Nos teníamos.

Los tenía.

Recuerdo que para navidad de 2005, me regalaron mi primer libro. La divina comedia, escrita por Dante. ¿Que quién es? Que ignorante eres.

Dante era un escritor italiano, y La divina comedia, su obra mas grande.

Ese libro me llevó a vivir una infancia llena de fantasías, de todo tipo.

Fue el regalo más preciado que recibí de mis padres.

De hecho, fue el último.

El 5 de mayo se 2006, cuando yo cumplía once años, mis padres habían ido de compras, para preparar una pequeña fiesta en nuestro patio. Resulta que ese día mi tío Robbie, quien vestía de traje negro fue a mi casa a buscarme, para llevarme al hospital.

Obviamente yo no sabía que mierda estaba pasando, hasta que entramos a una sala, y vi a mi madre en una de las camillas. Quebré en llanto cuando vi la gravedad de sus heridas.

Ella simplemente me regaló una sonrisa y acarició mi pelo -No tengas miedo cariño.- Dijo ella. -Ahora mami estará cuidantode del cielo junto a papi, y nada malo te pasará. Te amamos mas que a nada... -Mi madre no logró completar la frase tras comenzar a toser, no me lo dijeron, pero sabía que mi padre ya había muerto.

También sé que no fue un accidente de auto, un joven de 20 años los apuñalo reiteradas veces a ambos hasta dejarlos graves. ¿Cómo lo sé? Simple, escuché a mi tío charlando por teléfono con quién sabe quién. Hablaban sobre la tragedia, y sobre lo que pasaría con la huerfanita de Layla. El peor día de mi vida. A mis padres los mataron.

El día de mi cumpleaños.

Mis tíos Robbie y Beatriz se encargaron de mí.

Pero años más tarde descubrí a Robbie colgado a un árbol, nadie sabe lo que pasó. Casi nadie.

Yo sí.

No lo diré.

Mi tío hubiese preferido que su dolor no salga a la luz.

Luego de la muerte de mi tío, la verdadera identidad de Beatriz no tardó en salir a luz. Su hipocresía y avaricia alejaron a toda persona que formara parte de mi vida.

Más que su sobrina, yo era una esclava. Lavaba, cocinaba, y todas las demás tareas, y si no cumplía con mis tareas, me encerraba durante todo el día.

Al cumplir la edad de 15 años, me dí cuenta que mi vida había dejado de tener sentido, cuando encontré al asesino de mis padres.

Corrí tras él y le dí unos buenos golpes hasta que confesara porqué lo había hecho. -Beatriz me pagó para que lo hiciera. -Dijo prácticamente rogando por su vida, y en ese instante algo murió en mí.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora