001. ᴘᴏʀ ᴜɴ ʟɪʙʀᴏ

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9 de Julio, de 1997

En la biblioteca de Hogwarts se podía divisar a una muy hermosa chica de cabellos castaños desordenados, y largos hasta la cintura, ojos color miel, con un brillo único, labios de un rojo suave, y vestía el uniforme de su casa, el cual consistía en una camisa unos talles más grande de lo que necesita , una falda la cual le quedaba 1 dedo arriba de la rodilla, medias largas, hasta el comienzo de la rodilla, zapatos negros bien cuidados y la túnica con el escudo de Gryffindor, su casa.

Ya había pasado días desde la batalla en la torre de Astronomía, y la mayoría de Hogwarts seguía triste por la muerte de Dumbledore.

Ella estaba leyendo tranquila un libro, cuando cae en cuenta de que ya son las 22:00 y en media hora comenzaba el toque de queda, se levante del asiento en el cual estaba sentada y se dirige a dejar los libros que tenía consigo a donde los había sacado desde un principio.

Había faltado a la cena, aunque siendo sincera estaba ocupada haciendo cosas más importantes, por ejemplo una tarea la cual le había dado Snape y debería entregar en 4 días.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor hasta que se chocó con un librero.

En ese instante de ahí cayó un libro de mediano ancho, color verde lima, un poco opaco, y a sus costados vestía elegantemente tiras tan doradas como el oro.

se agacho extrañada y lo agarro cuidadosamente del piso.

Espero que Filch no haya escuchado al libro caerse — pensó— de que se tratará?.

No estaba muy confiada de abrirlo, pero la curiosidad le ganó.

El libro soltó una luz muy brillante de entre sus paginas, ocasionando que no logre ver bien.

De un momento a otro todo se volvió negro.

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Abrió sus ojos lentamente y notó que estaba en la enfermería de Hogwarts, acostada en una camilla, sin ningún vendaje, y ahora llevaba ropa muggle, que consistía en una camiseta negra de algodón grande y ancha, con un logo que no pudo identificar, unos pantalones de Jean claro sueltos, y estaba descalza, pero había unas converse negras al costado de la camilla.

—Por fin despertaste querida— dice la voz de una mujer.

La joven levanta su cabeza, y se acomodó apoyando la espalda en el respaldo de la camilla. Observó a la mujer que recién le había hablado y notó que se trataba de Madame Pomfrey, pero parecía un poco más joven,  portaba una sonrisa preocupada en su rostro.

— Una pregunta— Hablo devuelta la enfermera— ¿Quien es usted?.

Cuando termino la pregunta la ojimiel se sorprendió por la pregunta.

— Porque me hace aquella pregunta? —le dijo la castaña con una expresión confundida.

— Porque no preguntárselo?— le respondió la mujer confundida por su pregunta.
— no la conozco, nunca la he visto por Hogwarts.

Cuando le iba a responder, otra mujer entro a la enfermería.

La Gryffindor la observó y notó que era su profesora, Minerva McGonagall.

— Señora Pomfrey, por favor retírese— dice con una expresión seria. Poppy asiente — Tengo que hablar con esta señorita— señalando con la mirada a la más joven de la sala.

—Después necesito volver para darle una poción— sin decir más, se fue del lugar con una sonrisa amable.

— Quien es usted y como llego aquí?— pregunto McGonagall, con una expresión seria pero en sus ojos mostraban confusión.

Ok..., ya es la segunda persona que me pregunto quien soy..., acaso esto es una broma de mal gusto! — pensó enojada— Soy Hermione Granger— finalmente dijo— y yo estudió aquí.

— No estudia aquí— dijo la profesora segura— yo nunca la e visto, no tengo idea de quién es usted—.

— Soy Hermione Granger, hija de muggles, me obsequio un un gira-tiempo en mi 3er año— dijo muy confundida.

La castaña estaba en su mundo pensando que estaba pasando, que no la escuchó decir nada más.

Lo tengo! — pensó la joven, a la cual se le había ocurrido una idea— pediré el diario del profeta, para ver las noticias, y si son las mismas que antes de despertar en la enfermería, de esa forma capaz aclare muchas dudas que tengo —suspiro con una mueca de felicidad— disculpe, me puede dar El Profeta?, por favor— miro fijamente a la adulta.

— Como deseé— le contesto McGonagall cortésmente, pero desconfiada. agarro el periódico que se encontraba a unos costados de la enfermería y se lo paso.

— Gracias— agarró el periódico y lo empezó a leer, pero se sorprendió demasiado al ver la fecha, específicamente el año— 1977!!!, no lo puedo creer... estoy en la época de los merodeadores!, en esta época Dumbledore sigue vivo, puedo evitar muchas muertes.. espero no cambiar para mal el futuro, todo esto es peligroso —pensó preocupada— Señora podría decirle a Dumbledore que necesito hablar con él, por favor?.

— Veo que me estaban buscando— dice Dumbledore entrando a la enfermería.

— Como lo supo?— preguntó McGonagall sorprendida por su llegada.

— Las escuché hablando hace menos de unos segundos —dice inocentemente—para que pedía mi presencia señorita...?

— Granger, Hermione Granger— respondió la más joven de la sala rápidamente—.

— Granger...— susurra pensativo—no conozco ese apellido— dice confundido en anciano— quien es usted y como pudo llegar a Hogwarts— dice con una voz la cual parecía muy tranquila y pacífica, pero en su interior estaba muy sorprendido y confundido.

— Es que soy hija de Muggles, y...— hace una pausa de unos segundos, sin saber si decirle la verdad a Albus— Que piensas Hermione! Es Albus, nos va a ayudar a regresar a nuestra época, y ademas lo conocimos y en el futuro y es de confianza —se dijo a ella en su mente— vengo del futuro.

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