SOULMATES。# WANGXIAN ♡

O3 ๑ Revelaciones.

Según oyó, Mo XuanYu sabía de su existencia. ¿Cómo podría no hacerlo? Estaba siempre al pendiente de él y constantemente buscaba el momento indicado para acercarse, pero sus intercambios cada vez eran incómodos y no llegaban a nada. 

XuanYu a veces lo miraba con lástima cuando lo atrapaba observándolo, tal vez porque sentía que no lo hacía por deseo propio o porque notaba que anhelaba algo que él no podía darle; pero WangJi lo ignoraba y continuaba en lo suyo, siendo ésta la mejor manera de no sobre-pensar como hacía todo el tiempo. 

Mientras más pensaba, peor resultaban las cosas para él. Si fuera espontáneo, quizá solo se acercaría al chico del otro extremo de su hilo para volverse amigos y poder formar un lazo que algún día los llevaría a convertirse en algo más. Si tan solo portara algún lado desvergonzado que no se preocupara tanto por la reacción del resto, tal vez las cosas entre ellos no serían tan extrañas.

Pero Lan WangJi nunca podría ser como Wei WuXian.

Había escuchado incluso que era intimidante y que por eso no muchas personas se le acercaban, lo cual estaba completamente alejado de la brillante personalidad de Wei Ying que atraía a todo el mundo a su alrededor. Él era espontáneo, coqueto, divertido y atrevido, sobresalía en cualquier cosa que hiciera y, aunque esto último también podría usarse para describirse a sí mismo, WangJi no contaba con ninguna de las características atrayentes del chico que solía gustarle. 

Quería creer que ya no estaba enamorado de Wei Ying, habían pasado los suficientes años para sacar a alguien de su vida, sobre todo porque no lo veía desde su graduación al haberse forzado a sí mismo a alejarse de todo aquello que pudiera juntarlos. El problema estaba en que su corazón aún palpitaba nostálgico ante el recuerdo del chico. 

Lan WangJi funcionaba a la antigua, sabía que aquel gusto que sentía no era un simple flechazo adolescente, era mucho más inmenso, complejo e inolvidable. Solo esperaba que algún día el tiempo fuera suficiente para borrar el recuerdo de Wei Ying y su amor por él.

Tras un suspiro, levantó la mirada y contempló a Mo XuanYu atendiendo mesas en el fondo de la cafetería en la que estaban. Dio un sorbo a su té con leche y suspiró sobre la taza. 

Era momento de marcharse.

๑

Por un largo tiempo, Mo XuanYu no apareció. Aquellos días estuvo un poco más melancólico de lo normal, encerrándose en los libros de la universidad y sus estudios en general. No podía perseguir al otro chico divagando como siempre hacía, por lo que no le quedó de otra que redoblar esfuerzos en algo para lo que realmente no necesitaba exigirse tanto.

Su hermano lo interrumpió una tarde mientras descansaba de leer y acariciaba su dedo meñique, donde había una cicatriz por sobre la marca del hilo rojo —el que solo él veía— que se hizo la última vez que vio a Wei WuXian. 

XiChen puso la mano sobre su hombro y le sonrió como a diario, pero esta vez había algo en su expresión que encendió la curiosidad en él. El mayor lucía como si estuviera conteniéndose de decir algo y había un deje de compasión en el brillo de sus ojos; además, observaba el meñique marcado como si él también pudiera ver el hilo que colgaba de ahí.

—¿Sabes, WangJi? —musitó, sentándose a su lado. Él solo permaneció en silencio y se dispuso a escuchar—. Hay una historia que nunca te he contado sobre nuestros padres. —Sus ojos se ensancharon en demasía y abrió la boca para decir algo, pero XiChen fue más rápido en continuar—. Incluso cuando me pedías que te contara más sobre ellos, nunca quise hablarte de esto porque ni siquiera lo entendía... —suspiró—, pero ahora creo que quizá tú puedas entenderlo mejor que yo.