Sus ojos verdes conectan con los míos, mientras que una de sus manos seguía sobre el volante dejándome ver su anillo de boda.

— James ni un carajo. Vi como ese chico te tenia tomada de los brazos y como ese tal Luke lo golpeo.— Tragué duro.— Así que vas a comenzar hablar sino quieres que me devuelva ahora mismo y vaya a pedirle explicaciones a uno de ellos.

Fruncí el ceño.

— No serias capaz.

Me enseñó una sonrisa torcida de esas que Melanie siempre ha detestado.

— Pruébame.— Entonces encendió nuevamente el motor y tomo el pequeño control de la cochera.

Ay Dios.

— ¿Qué quieres oír exactamente?

James vuelve apagar el motor del auto, dejando el control sobre la guantera.

— Todo.— Dijo sin rodeos.

Me pasé las manos por la cara.

— No entenderías, James.

— Si no me lo explicas, obviamente no voy a entender.

Agaché la mirada y tome una gran bocanada de aire antes de contarle todo incluyendo lo que llegue a sentir por Kevin (obviamente me salté la parte de casi me acuesto con él). James me escuchó con mucha atención sin perderse de ningún detalle, me sentía avergonzada de lo que cause entre los dos hermanos por mi culpa y también se lo confesé, porque así me sentía ahora.

Culpable de que ellos ahora estén peleados.

Cuando le hablé de Kevin y de lo enamorada que estuve de él hace un par de años creí que iba a juzgarme pero lo que dijo me dejo sin palabras.

— Yo ya lo sabía.

— ¿Q-Qué...?

— Melanie y yo nos dimos cuenta de lo que sentías por él. Mucho antes de que Kevin se comprometiera con Alissa.

Trágame tierra.

<<Vamos, digamos que era algo evidente...>>

— Creí que ninguno se había dado cuenta.

¿Y si padre también lo sabía?

— A veces hay que hacerse el tonto, enana.— Vuelvo a mirarlo.— Esos celos que sentías por la ex mujer de mi mejor amigo no eran para nada normales. Y sé también lo duro que fue para ti cuando Kevin se marchó.

— Creí que te enfadarías conmigo si te lo confesaba. Creí que hasta me juzgarías por haber sentido amor y deseo por tu mejor amigo.

Su mano buscó la mía.

— No, no, yo no tengo el derecho ni el poder de juzgarte, Catalina.— Sus dedos se entrelazaron con los míos.— Tú y yo sabemos que soy la persona menos indicada para ello. Yo no soy quien para juzgar la vida de los demás, si tú llegaste a enamorarte de Kevin ¿Qué pude haber hecho? Porque uno no escoge de quien se enamora.

Eché mi cabeza hacia atrás, no quise decirle que Kevin me había confesado que yo le gustaba. Tal vez a James no le moleste que si haya sentido algo por su mejor amigo pero si puede molestarse con él por lo que dice sentir por mí.

— Y sobre lo que viste hoy...

— No le diré nada a nuestro padre. Pero escúchame bien, si vuelvo a ver o me entero de que ese chico te volvió a poner sus asquerosas manos encima te juro por mis hijos que me olvidare por completo de que soy padre de familia y le partiré la cara ¿entendiste?— Sonreí.— Hablo en serio.

Stay With Me.Where stories live. Discover now