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Nota de autor: Historia situada Cambridge, Massachusetts.
5 años después de "La Redención de Gabriel".

Gracias Vania por la edición.

Espero que lo disfruten.


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La pequeña niña sostenía sus crayones hasta la capacidad que sus dedos lo permitieran. Para alcanzar una mayor cantidad y no hacer largos viajes, los abrazó a su pecho donde pudo colocar más. Sin embargo, por cada 3 pasos que daba, un crayón caía tembloroso y cobarde para obrar los planes que Clare tenía en mente.

Al llegar a su destino, una sonrisa iluminó su rostro. No sería la primera vez que hacía esta travesura, aún no recibía algún regaño por sus padres a causa de la ignorancia. Todavía no lo descubrían, y Clare, ingenua, pensaba que cuando sus padres lo vean les encantaría.

¿Cómo no iba a gustarles?, ellos siempre colgaban sus obras en el refrigerador. Gabriel hasta mandó a enmarcar el primer dibujo que hizo en la escuela. Clare había dibujado a su familia, su casa en Selinsgrove y el huerto de manzanos detrás de ellos. A Julia se le escapó una lágrima de felicidad, Clare no entendió lo que para ellos representaba ese gráfico. Era su hermosa realidad.

Sonrió pensando en la reacción de sus padres cuando la descubrieran.

Depositó los crayones en el suelo, tomó una silla y subiéndose sobre ella, alcanzó un cajón donde se encontraba lo que buscaba. Al comprobar que no tenía llave, sus pequeños dedos sujetaron el libro y con mucho cuidado bajó de la silla hasta precipitarse en el suelo.

La cubierta del libro la recibía: pasta dura de color negro con las iniciales del nombre de su padre grabadas de dorado reluciente. Clare acarició la textura, y si pudiera, el libro se hubiera estremecido de temor.

Entonces lo abrió y el recuerdo de la primera vez que su padre le mostró las ilustraciones llegó a su cabeza; él le relató la historia de un tal Dante que amaba mucho a Beatriz, como el amor que se tenían sus papás. Esos dos nombres eran los que más conocía, parecía como si la vida de sus padres girara en torno a ellos, Clare aún era muy pequeña para entenderlo. Le contó lo valiosas que son y que en una exposición robaron algunas de ellas, se hicieron investigaciones y nunca llegaron al culpable. Sus queridas ilustraciones las dio por perdidas, pero con una inesperada visita de alguien poco después sus pertenencias regresaron a sus manos.

Clare solía pensar que esa persona se trataba de un ángel, pues también había advertido la enfermedad de su mami. Por eso, en las noches al rezar le pedía a Dios que cuidara mucho a sus padres y a esa persona —ángel, a su pensar—, le deseaba que recibiera felicidad en toda su vida. Sus plegarias eran oídas y se cumplían cada día a muchísimos kilómetros de ella, en una isla alejada pero llena de amor.

Al abrirlo, miró una serie de sobres de papel unidos, formando un acordeón. Clare se encontró con una hoja en blanco y procedió a colocar el nombre de sus papás dentro de un corazón. Decoró cada esquina con flores rojas y amarillas y las conectó con su crayón verde en un garabato. Las manzanas no faltaron, sus padres las aman. Al ver su creación, sonrió satisfecha, pero aún faltaba más; En una esquina escribió:


El color les dará vida, estarán más bonitas las imágenes.

Con amor

Clare


A sus 5 años, su letra no se vio tan mal. Aunque la falta de una línea hizo que las palabras estuvieran inclinadas y otras muy separadas. No obstante, para Clare estaba muy hermoso y hasta le dio un beso a la hoja.

Arcoíris en el Infierno de Dante (Gabriel's Inferno)Where stories live. Discover now